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Rafael de Arcos, en el enlosado, con la torre de la Catedral al fondo. Óscar Costa
«Nuestro legado será conservar el patrimonio recibido»
Rafael de Arcos | Deán de la Catedral de Segovia

«Nuestro legado será conservar el patrimonio recibido»

El máximo responsable del Cabildo cree que los actos organizados permitirán «encontrarse con Dios» a todo aquel que acceda al templo

Carlos Álvaro

Segovia

Martes, 22 de abril 2025, 07:25

En el marco de la conmemoración de los 500 años de la Catedral de Segovia, Rafael de Arcos, deán del templo, reflexiona sobre su significado histórico, espiritual y cultural. La Dama de las Catedrales es un icono turístico de primer orden, pero también un espacio vivo de fe y celebración. De Arcos subraya la importancia de los actos programados para este V Centenario, el equilibrio entre la conservación del patrimonio y su dimensión espiritual, y el legado que el monumento sigue tejiendo entre el pasado y el presente de Segovia.

–De todas las actividades que se han organizado, ¿cuál destacaría por su relevancia?

–La misa del 8 de junio, día que se conmemora la colocación de la primera piedra. Tendrá una relevancia especial para los católicos y para quienes integramos la Catedral. Esta es una Catedral donde, independientemente de las visitas turísticas, se alaba a Dios, se reza y se celebra. Será una Acción de Gracias y así se está preparando.

–La misa será televisada. ¿Qué mensaje le gustaría que ese día se trasmitiera?

–Que la de Segovia es una Catedral abierta a encontrarse con Dios por medio del arte. Cuando uno se acerca aquí, cualquier retablo, cualquier cuadro, cualquier escultura lo interpela y puede facilitarle el encuentro con Dios.

Visitas

«Visitar la torre está muy bien, pero disponer de un guía que te explique todo es impagable»

–¿Qué papel juega la dimensión espiritual en los actos programados?

–Son actos organizados para que, entrando en la Catedral, uno pueda encontrarse con Dios. Las actividades no están pensadas para recrear, entretener y ya está, sino para vivir, celebrar y encontrarse con Dios. Un árbol de Navidad lo puede poner cualquiera, una luna gigante también, pero encontrarse con Dios es lo más importante. Queremos que la gente disfrute de las visitas y pueda encontrarse con Dios.

–¿Cómo cree que esta efeméride conecta a Segovia con su pasado histórico y su presente?

–Será un diálogo muy interesante entre lo antiguo, la época en que se construye, y lo moderno, la época actual. En realidad, no ha habido una ruptura entre lo antiguo y el momento presente. Es una historia continuada que nos permite caer en la cuenta de lo que se hizo en ese momento y lo que se hace en este momento. Quiero decir que la gente hace las cosas por el bien de la ciudad y de la provincia, antes y ahora. Si en aquella época se aportó para construir, en esta se aporta para crecer en lo económico y en lo social.

Cuentas

«Cualquier ayuntamiento de la provincia tiene más presupuesto que la Catedral»

–La Catedral ha sido testigo de quinientos años. ¿Cómo influye un legado histórico de tantos siglos en este centenario?

–Nuestra misión es la conservación del patrimonio que hemos recibido. Y ese será también nuestro legado: haber mantenido lo que hemos recibido. Ahora mismo, un segoviano está orgullosísimo del Acueducto y del Alcázar, pero también de la Catedral. La gente está redescubriendo la Catedral. La sociedad ve lo que nos estamos esforzando y empieza a valorar la Catedral como si fuera suya, y cuando viene alguien de fuera, así se le muestra. Nuestro trabajo aquí es un trabajo de conservación y de vivencia. No se trata solo de arreglar un tejado. Se trata de arreglar el tejado para poder estar dentro.

–¿Ha pesando mucho en cómo se construyó el templo, en cómo se implicó el pueblo, los gremios...?

–Piensas, sí, en lo que costó levantarlo y en cuánto debió sufrir el fabriquero de aquella época... El otro día leí que el propio Cabildo ya se sentía ahogado para poder terminarla: temía que no pudiera concluirse nunca. Los gremios, que aportaban con su tiempo, con su trabajo, se sentirían contentos y orgullosos de ello.

–¿Qué aspectos del diseño del templo destacaría para quienes la visitan por primera vez?

–Cuando uno se acerca a Segovia, desde lejos se divisa la silueta. Y llama la atención lo imponente que es. Pero cuando entras en ella, lo que encuentras es mucha paz. No es una Catedral que parezca un mercado: te muestra lo que hay pero sobre todo te da paz. Entras, eliges cómo quieres verla... En ella todo llama la atención: la estructura, la altura, el claustro... Como está tan bien dividida, se puede visitar muy cómodamente, pero, sobre todo, con mucha paz.

8 de junio

«La misa, trasmitida por televisión, será una Acción de Gracias y así se está preparando»

–En los últimos años se han habilitado nuevos espacios museísticos y se ha abierto el campanario a las visitas. ¿Qué visita llama más la atención?

–A la gente le encanta subir a la torre. Pero también es muy hermosa, por ejemplo, la visita a las vidrieras... En la Catedral puede haber ahora mismo seis visitas distintas a la vez. Seis visitas que merecen la pena. Visitar la torre está muy bien, pero poder disponer de un guía que te explique la Catedral vale la pena. Que un guía que lo ha estudiado te lo explique de primera mano y tú puedas dialogar, preguntar... Eso es impagable.

–Debemos recordar que el dinero que las visitas dejan revierte en la conservación del templo.

–En su conservación, en su fábrica, en sus trabajadores... Es una de las catedrales más baratas de España. No queremos subir los precios porque nuestro objetivo es mantener lo que tenemos. Cuatro euros por entrar es un precio razonable porque permite visitar la Catedral y el Palacio Episcopal, dos cosas. La gente valora el mantenimiento, valora lo que ve y sobre todo que no especulamos con las cosas. Comunicamos la gestión con transparencia. Y eso es fundamental. Tener muchos visitantes está muy bien, pero que los visitantes comprendan y valoren lo que se está haciendo, para nosotros... La Catedral se autofinancia desde hace ocho años. El Cabildo gestiona sus recursos, y eso impone prudencia, saber bien lo que tienes, arreglar lo que tú quieres. Habrá algún día que no podamos, pero por ahora podemos. La economía es muy transparente y las cuentas, sencillas. Cualquier ayuntamiento de la provincia tiene más presupuesto que la Catedral.

–¿Por qué se decidió unir las visitas al Palacio Episcopal a la Catedral?

–Fue el anterior obispo, don César, quien pidió al Cabildo si podía gestionarlo. Y aceptamos. Ha sido una decisión acertada. El Palacio Episcopal y la plaza de San Esteban han adquirido aun más valor.

–¿Da mucha guerra la Catedral?

–No, la Catedral funciona muy bien. Cuesta mucho sacar adelante las cosas, pero en el Cabildo hay buen ambiente y eso ayuda mucho.

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