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Los operarios pican desde primera hora de la mañana de este miércoles la esquina de la plaza de Vadillos, al borde de la calle Casasola y del túnel que conduce a Pajarillos, en busca de una tubería de suministro de agua potable en la que ... se ha detectado una fuga, la enésima en un entorno en el que se acaba de renovar precisamente el conducto completo desde allí mismo hasta el cruce (al otro lado de la vía) de la calle Villabáñez con el paseo de Juan Carlos I. Esta obra cercena la salida al túnel desde la Circular y la plaza de la Danza por la calle Silió y es la enésima que se pone en marcha en las últimas semanas en torno a puntos críticos para el tráfico en la ciudad.
A día de hoy son nada menos que ocho las obras que se están llevando a cabo de manera simultánea en la ciudad, tres de ellas puestas en marcha esta misma semana y otra, nada menos que la reducción a dos carriles del viaducto de Arco de Ladrillo, iniciada el viernes pasado, y que cercan todas ellas seis puntos vitales para la circulación en la ciudad, cinco de ellos bajo o sobre la vía férrea, como son los pasos elevados de Arco de Ladrillo y de Daniel del Olmo y los túneles de Vadillos, San Isidro y Labradores -este es el único cortado al completo por las obras en marcha de ampliación-.
A ellos se suma el corte de un carril en la calle Mirabel y de la prolongación de la Rondilla de Santa Teresa hacia el paseo de Extremadura, que reduce a un solo vial la salida de La Rondilla hacia el Puente Mayor.
La concatenación de circunstancias deja un complejo mapa de cortes de tráfico en torno a estos seis pasos vitales que están complicando la circulación en todos ellos con retenciones puntuales de mayor volumen en las horas punta, sobre todo, en torno al viaducto de Arco de Ladrillo y el túnel de San Isidro, el receptor de buena parte de los conductores que huyen del citado paso elevado y del corte de Labradores -el paso de Panaderos sí se mantiene abierto con normalidad con su doble boca solo de salida hacia Delicias-.
Las obras, en la mayoría de los casos, serán de larga duración, encabezadas por la intervención de urgencia en Arco de Ladrillo, anunciada el jueves pasado por el Ayuntamiento y escenificada al día siguiente con el corte de los dos carriles laterales del veterano paso de 1964 para sustituir sus quitamiedos y asegurar los bordes del tablero. Los trabajos allí durarán once meses -hasta el 30 de abril de 2025-. Los trabajadores, de momento, están realizando catas en sus biondas y, en la mañana de este miércoles, en la parte inferior del tablero.
Los dos pasos naturales alternativos al viaducto de Arco de Ladrillo, como son Labradores y Daniel del Olmo, tampoco se libran de los cortes. El primero, el más que obsoleto túnel inaugurado en 1953, permanecerá cortado por completo hasta el 9 de noviembre para ampliar el ancho de sus dos carriles -cuando se abra permitirá la circulación solo hacia el centro desde la avenida de Segovia- y también el alto para ampliar su gálibo actual de 3,2 metros hasta los 4,5. Allí se remodelará también el paso de peatones actual. Las dos bocas del nuevo túnel de Estación y Panaderos, en paralelo, sí permiten la salida sin obstáculos desde el centro hacia la avenida de Segovia.
Y en el polígono de Argales, en paralelo, se mantiene cortado desde hace meses un carril en sentido hacia el viaducto de Daniel del Olmo, en el cruce con la avenida de El Norte de Castilla -las obras de remodelación de la misma comenzaron en noviembre de 2022 y, aunque continúan en marcha, hace quince días se abrió por fin al tráfico al completo-. El problema, al margen de este corte, es que el paso elevado, que fue recauchutado a comienzos de año con cientos de tornillos para afianzar su tablero, mantiene 'sin die' la restricción del paso de vehículos pesados -de más de dos toneladas por eje-, es decir, que ni camiones ni autobuses pueden circular por este punto de unión entre el área industrial y el Paseo de Zorrilla.
Y de vuelta a las escapatarias de los atascos en Arco de Ladrillo, más al este, los operarios han comenzado este miércoles a picar el citado esquinazo al borde de la boca del túnel de Vadillos para reparar la enésima fuga detectada -de manera telemática por el sistema remoto de Aquavall- en las conexiones de la tubería de 300 milímetros de diámetro de la red de agua potable. Es una intervención, en principio, exprés, que solo durará hasta el viernes siempre, claro, que todo vaya bien. Los obreros, de momento, están levantando el firme recién asfaltado por las recientes obras de renovación de esta tubería -el túnel de Vadillos estuvo cortado entre febrero y abril por este motivo y la prolongación de la calle Villabáñez, entre Cigüeña y Juan Carlos I, se reabrió al tráfico hace un par de semanas-, que se ha sustituido este año después de un largo historial de reventones a uno y otro lado del paso subterráneo. La obra, de momento, corta la calle Silió y el corredor de unión, por tanto, entre la Circular y el túnel de Vadillos. Los accesos principales al paso subterráneo, tanto por Casasola como por Villabáñez, sí están abiertos con normalidad.
Y el principal receptor del tráfico causado por los cortes y restricciones en torno a los distintos pasos de las vías, como es el túnel de San Isidro y la Circular, tampoco es ajeno a las obras, en su caso, eso sí, en vías aledañas. Sus bocas, por fortuna, permanecen despejadas tanto desde el paseo como desde la plaza. Pero a su lado ha comenzado esta misma semana una nueva obra, en el paseo de Juan Carlos I, en el tramo entre Canterac y el cruce con el paseo de San Isidro, es decir, en la salida desde Delicias hacia el paso subterráneo. Allí los operarios están ampliando el tramo del carril bici que quedaba pendiente para unir los viales para cicilistas de Delicias y Pajarillos. Esta intervención, que reduce a un solo carril la salida hacia San Isidro y la avenida de Soria, durará hasta el 27 de septiembre.
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Pero no es el único corte en torno al túnel de San Isidro. Junto a él continúan en marcha, y muy avanzadas ya, las obras de construcción del paso subterráneo bajo las vías que unirá las calles Guipúzcoa (Delicias) y Estación y Padre Claret (hacia la Circular). Los trabajos, cuya fecha de finalización está prevista para el 30 de junio, mantienen cortados allí un tramo completo de la calle Estación, entre San Luis y Cistérniga, lo que obliga a los conductores que se dirigen a la Circular a rodear este punto por San Luis y Asunción para acceder a la plaza por Padre Claret. Y al otro lado de la vía, al borde de la parte posterior del mercado de Delicias, está cerrada a la circulación por el mismo motivo el tramo de la calle Guipúzcoa entre Andalucía y San Isidro, es decir, la salida hacia Pajarillos y el túnel de San Isidro.
A este batiburrillo de obras en torno a los pasos de las vías se ha sumado también esta misma semana una intervención para renovar las redes subterráneas de agua y reurbanizar el tramo final de la Rondilla de Santa Teresa, entre los cruces con Mirabel y el paseo de Extremadura. Allí está cortado a la circulación no solo dicho tramo de la Rondilla de Santa Teresa sino también el carril derecho de Mirabel hasta la desembocadura en la plaza de San Nicolás o, lo que es lo mismo, la salida hacia el Puente Mayor y el paseo de Isabel la Católica desde La Rondillas. Las obras allí tienen una duración prevista de casi cuatro meses.
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