Valladolid

El viaducto de Arco de Ladrillo estrena de forma exprés la reducción de carriles

Los conductores, que el viernes ya sufrieron los primeros atascos con el corte inicial del carril de salida de la ciudad, se han encontrado este sábado con la señalización definitiva del tablero de esta infraestructura nacida en los años sesenta del siglo pasado. Los operarios, que la tarde anterior aún dejaron abiertos los dos carriles de entrada, han colocado por la vía rápida los separadores de plástico rojos y blancos -los 'new jersey'- que cierran el carril izquierdo hacia el centro y pintado una doble línea amarillo en mitad de la calzada.

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De manera que desde este sábado, y hasta que concluyan los trabajos, los conductores solo podrán utilizar un carril del viaducto para entrar a la ciudad desde el paseo del Arco de Ladrillo y otro de salida desde el paseo del Hospital Militar. Desde este último punto se han producido, incluso en sábado, retenciones puntuales y allí se han mantenido apostados durante toda la mañana policías locales para regular la circulación.

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Así que en adelante solo habrá un carril en cada sentido, los centrales, y la velocidad de este paso sobre las vías estará limitada a 30 kilómetros por hora -se baraja, incluso, colocar un radar provisional-. El calendario de obras apunta a que el lunes se realizarán catas y preparativos en los laterales del tablero para comenzar en torno a finales de mes las obras de sustitución de las biondas, primero en un lado y luego en el otro, lo que permitirá, en teoría, reabrir algún carril. El plazo de ejecución en cada uno de los lados rondará los cinco meses y el presupuesto rondará los dos millones de euros.

Y todo ello se produce a tan solo unos días vistas de que Adif reciba el proyecto definitivo de la construcción del paso subterráneo incluido en el plan de integración ferroviaria -el próximo 8 de junio-, que contempla la demolición del viaducto en cuestión.

El Ayuntamiento justificó esta intervención de urgencia en el mal estado de los quitamiedos. La estructura en sí del maltrecho viaducto, eso sí, no corre riesgo de desplome.