Desarticulada la banda del BMW en una redada múltiple en la que cayó un 'peluso' reincidente

Allí mismo, a la vuelta de la esquina, en la esquina de las calles Águila y Villabáñez, a la salida del túnel de Vadillos, habían estado a su vez efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, cuyo despliegue se produjo en otros dos bloques de viviendas de las calles Joaquín María Jalón (La Rubia) y Rigoberto Cortejoso (Huerta del Rey). Los efectivos de la Benemérita, en paralelo, registraron a su vez otro piso de la calle Puente La Reina (Pilarica). Los seis sospechosos, incluido el presunto cabecilla actual, Rini, fueron detenidos en el 29 de Octubre y en La Rubia, si bien el operativo continúa abierto y las fuentes del caso consultadas no descartan que se produzcan nuevos arrestos.

Los agentes registraron los distintos domicilios en busca de pruebas que vinculen a los sospechosos con los innumerables golpes perpetrados por está séptima versión de la banda original del Mazo de 2006, de la que ya formaron parte Pirri y sus hermanos, incluido José Luis, 'Pipi', el último líder de la posterior banda del BMWque fue desarticulada en 2017 y la que se imputaron 126 robos en negocios y de decenas de coches, sobre todo, de la marca alemana. En las viviendas intervinieron, sobre todo, documentación y distintas armas de fuego.

Y precisamente por el conocido carácter «muy violento» de Alejandro R. E., 'Rini', de 43 años, que ha sido investigado en los últimos dos años por distintos tiroteos, palizas, robos y atracos con heridos, el operativo más espectacular, a cargo de los guardias civiles, se concentró en la barriada de Pajarillos, que fue literalmente blindada con un perímetro exterior a cargo de los agentes de la Policía Local –rodearon la manzana completa entre las calles La Salud, Faisán, Cigüeña y Villabáñez–, y otro interior con antidisturbios y efectivos de los GRSarmados literalmente hasta los dientes. No hubo problemas, quizás por el despliegue, y tampoco se produjeron encontronazos con los vecinos de una barriada que asistió con un atípico mutismo a la redada llevada a cabo en la vivienda de la calle Cuclillo, cuyo registro se prolongó durante cuatro horas. La operación en el 29 de Octubre, en un guiño puede que casual, estuvo presidida por un BMW camuflado, aunque de un llamativo color rojo, estacionado en mitad de la plazoleta de la barriada, entre las patrullas y los furgones.

La escena, aunque con muchos menos efectivos, se repitió hasta pasado el mediodía tanto en la calle Puente La Reina, donde no hubo detenidos (sí se investiga a los ocupantes del domicilio registrado), como en los domicilios de Joaquín María Jalón (La Rubia) y Rigoberto Cortejoso (Huerta del Rey) que recibieron la visita de los policías nacionales, también escoltados por efectivos armados de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Precisamente en Huerta del Rey, y al lado justo de Rigoberto Cortejoso, se produjo meses atrás, una primera redada en un garaje de la calle Gavilla (perpendicular a la anterior), en la que se recuperaron seis coches sustraídos por la banda, dos BMW, incluido un M6 valorado en 120.000 euros, y cuatro Seat León, el modelo fetiche de un grupo que, según las fuentes de la investigación consultadas, habría robado en torno a un centenar de coches para utilizarlos en sus posteriores golpes. La mayoría fueron localizados después quemados o tirados en ríos y canales de la capital y su entorno para intentar borrar huellas.

Los golpes de esta enésima versión de las bandas del Mazo (2006) y del BMW (2017) comenzaron tímidamente en el verano del año pasado y se recrudecieron durante el último trimestre de 2019 y el primero de 2020, justo hasta la declaración del estado de alarma. Entonces fue enviado a prisión el presunto cabecilla del grupo, Roberto R. D. 'Pirri' (hermano del líder de la anterior banda del BMW), de 35 años, que fue detenido el 2 de marzo por dar una paliza al cliente de un bar y empotrarse luego en su huida con el coche –todo apunta a que conducía él pese a carecer de carné– contra un todoterreno en la esquina de las calles Real de Burgos y Madre de Dios. La jueza le envió posteriormente a prisión por saltarse la libertad condicional de una pena a diez años de prisión por el tiroteo de La Rosaleda de 2008, cuando raptó e hirió a tiros a un joven. Su ingreso en prisión se produjo un día antes del último asalto atribuido a la banda, como fue el robo en un bar de La Cistérniga registrado el 14 de marzo.

Su supuesto lugarteniente, Alejandro R. E., 'Rini', de 43 años, ha sido investigado en los últimos dos años por tirotear a unos jóvenes en La Rondilla, varios atracos violentos y robos en bares y una huida en la que iba drogado.