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Juan García-Gallardo, en el despacho de la Vicepresidencia de la Junta con la embajadora de Hungría, Katalin Tóth.
Castilla y León

El PP se planta ante el intento de Vox de 'usurpar' natalidad y familia

Los populares forzaron que la nota de prensa de la reunión del vicepresidente García-Gallardo con la embajadora de Hungría se difundiera fuera del cauce institucional

Antonio G. Encinas

Valladolid

Miércoles, 8 de marzo 2023, 00:12

La bicefalia en la Junta de Castilla y León se muestra cada vez con más nitidez. La parte PP del Ejecutivo salió escaldada de la polémica del protocolo antiabortista, que presentó Juan García-Gallardo (Vox) en rueda de prensa oficial y acompañado por una ... nota de prensa, también oficial, de la Consejería de Sanidad, en manos del PP. Los populares tratan de aplicar desde entonces, a rajatabla, la máxima de que solo lo que sea autorizado como comunicación oficial de la Junta llevará el membrete de la Junta. Y eso equivale a decir que si la Dirección de Comunicación, en manos del PP, no da de paso una comunicación, no se publicará como tal.

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Juan García-Gallardo se reunió con la embajadora de Hungría, Katalin Tóth, en la sede de la Vicepresidencia de la Junta. Pero ha sido la nota de prensa que pensaba remitir la que ha provocado un nuevo roce con la parte PP de la Junta. En ella -luego remitida por whatsapp por Vox- se explicaba que García-Gallardo había podido conocer «el trabajo de Hungría en la aplicación de políticas públicas en beneficio de la natalidad y las familias». Y el PP no quiso volver a pasar por una nueva polémica sobre el aborto con sello oficial de la Junta. «[El vicepresidente] No tiene competencias en esos temas», explican fuentes de la Junta para argumentar el rechazo a la nota de prensa del equipo de Juan García-Gallardo. Y están decididos a no permitir otra situación como la creada con el protocolo antiabortista.

Así las cosas, Juan García-Gallardo decidió que su encuentro con la embajada húngara se difundiera por el grupo de Whatsapp del equipo de Vicepresidencia a todos los medios de comunicación.

Los populares habían sido más comprensivos con el modo en el que Vox trató de apropiarse en sus redes sociales del «bono nacimiento» que Mañueco llevó como medida estrella en su programa electoral. En esa ocasión, el PP optó por presentar públicamente el bono provincia a provincia con sus delegados territoriales acompañados, incluso, por la consejera de Familia, Isabel Blanco, o el consejero de Presidencia, Jesús Julio Carnero.

Pero el modo en el que el PP trata de diferenciar discursos tiene que ver, también, con los últimos movimientos del partido en clave nacional. Alberto Núñez Feijóo ha enarbolado la bandera de la igualdad de la mujer para tratar de aprovechar la escisión en el Gobierno central respecto a la 'ley del sólo sí es sí'. El PP ha marcado estrategia en ese recuento pertinaz de reducciones de penas a agresores sexuales. Este mismo martes, en una pregunta sobre la jornada de 35 horas para los funcionarios, Mañueco esgrimía de nuevo «los más de 700 agresores beneficiados» en su respuesta a Luis Tudanca.

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Tudanca acusó a Mañueco de permitir que Gallardo «diga que la referencia en políticas de natalidad es la Hungría de Orban»

En este contexto, y en la víspera del 8M, cualquier referencia a una eventual simpatía de la Junta por las políticas antiabortistas de Hungría sería contraproducente para el PP. Como muestra de lo que implica, la frase que este martes le espetó Tudanca a Mañueco: «Permite usted que el vicepresidente diga que la referencia en políticas de natalidad es la Hungría de Orban».

Hungría hizo obligatorio en septiembre de 2022 que las mujeres que quieran abortar tengan que escuchar el latido fetal, como indicaba el fallido protocolo que presentó la Junta. Solo se puede hacer en las primeras 12 semanas (en España, 14). Medidas acompañadas de muchas ayudas a la natalidad autóctona, porque Viktor Orban no quiere un aumento de la natalidad generalizado, sino de «niños húngaros». Y de una presión para reducir los abortos, que a pesar de bajar de 12,2 a 9,8 por cada mil mujeres en edad reproductiva, sigue por encima de los 7,5 de España, donde la cifra se mantiene estable desde hace años.

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Cada cual, su agenda

Las últimas polémicas de Vox se han encontrado con un PP impertérrito, que ha decidido dejar que el ruido recaiga en su socio. Lo demostró Carlos Fernández Carriedo, portavoz del Ejecutivo (es decir, de la Junta, del Gobierno PP-Vox), cuando eludió las cuestiones sobre la protección de los vestigios franquistas, el premio a Fernando Sánchez Dragó o dejar sin medalla de las Cortes el 40º aniversario del Estatuto de autonomía. Más tarde, el asunto del bulo sobre las ayudas a enfermos de ELA. Orden de obviar a la otra parte del Ejecutivo. Que se resuelvan ellos sus cuitas.

Al tiempo, el PP intenta seguir su propia agenda. Si en septiembre Mariano Veganzones, consejero de Industria y Empleo (Vox), convertía las ayudas a la contratación de víctimas de violencia de género en ayudas a la contratación de «víctimas de violencia en el ámbito familiar», este martes Alfonso Fernández Mañueco presentaba un programa de 500.000 euros para promover ascensos de mujeres en las empresas de Castilla y León, así como la conversión de contratos de tiempo parcial a jornada completa en empresas con baja representación femenina. Ayudas que, en lugar de recaer en el área Vox del Gobierno, Industria y Empleo, se gestionarán a través de la Consejería de Familia, que gestiona el PP con Isabel Blanco.

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