Martes de chascarrillos en las Cortes: Dragó y un Estatuto en solfa

Los socialistas y Francisco Igea (Cs) dejaron en paz a Macarena Olona, que había arremetido contra Juan García-Gallardo, «una marioneta» de Madrid, vino a decir en el programa de Jordi Évole. Y es que la actualidad se atropella a sí misma y en el espectro de la oposición a Vox, en Castilla y León, 'lo de Dragó' relevó a 'lo de Olona'. Un premio Castilla y León de las Letras otorgado por la Junta-Vox y que en las Cortes no recibió ni una palabra de defensa desde el atril de la Junta-PP. «Ustedes acaban con el prestigio de Castilla y León dándole el premio de las Letras a Sánchez Dragó. El premio de nuestra cultura, de la de todos, a un hombre que ha presumido de acostarse con niñas de 13 años, luego negado bajo la apariencia de la licencia literaria. ¿Qué están haciendo con Castilla y León?», preguntó Tudanca. Y se encocoró por encima de los aplausos, larguísimos, de los propios, para echar en cara a la Junta que obliguen a retirar un cartel contra la violencia machista del Arco de Santa María, en Burgos, que otras veces ha sido escenario de «mítines de Vox y mítines del PP».

«Ustedes han premiado, para degradar más la institución, en un ejemplo de clientelismo notable, a un señor del que usted ayer dijo que era uno de los nuestros. Y yo pensé 'si este señor ha nacido en el barrio de Salamanca, no en Salamanca'. Hasta que vi las declaraciones de Sánchez Dragó sobre las mujeres, los gobiernos liberales, Zelenski… Y tenía razón, es uno de los suyos», espetó Igea. Y abundó la socialista Patricia Gómez Urban. «El último esperpento que va en contra de lo que marca el estatuto de autonomía fue ayer. No sé a quién se le puede ocurrir que un tipo como Dragó, que se ha jactado de haber tenido relaciones sexuales con menores, es merecedor de ningún tipo de premio que lleve el nombre de Castilla y León. No nos merecemos eso».

Ni una palabra al respecto por parte de la bancada popular. Alfonso Fernández Mañueco, en su perfil institucional en Twitter, había publicado el día anterior: «La trayectoria literaria y periodística de Sánchez Dragó ha sido premiada nacional e internacionalmente. Hoy, como soriano de adopción, le reconocemos como uno de los mejores de los nuestros con el Premio Castilla y León de las Letras».

En el lado de Vox, solo Veganzones tenía una pregunta en la sesión de control. De Pablo Fernández (Podemos). Que esta vez ejecutó un discurso 'más Igea', con muchos datos centrados en un único objetivo, el consejero de Industria y Empleo, al que equiparó con Donald Trump. Datos a los que Veganzones replicó con otros datos y con la culpa para «el Gobierno socialcomunista». «La situación de la industria en Castilla y León es reflejo de las políticas industriales del sanchismo: todas las regiones del noroeste han aumentado su brecha respecto al resto de España».

La defensa de Dragó se quedó, por tanto, en los márgenes del Parlamento autonómico, en las declaraciones de García-Gallardo en un acto en Soria en el que llamó a valorar «la obra» del escritor. «Juzgo a los artistas por su arte», dijo. Y obvió que es columnista del diario de Vox La Gaceta de la Iberosfera (propiedad de la Fundación Disenso). Y que la Consejería de Cultura, que es la que otorga el premio, forma parte del 'sector Vox' del Ejecutivo regional.

El Pleno previo a los 40 años del Estatuto de autonomía coincidió con que a Luis Mariano Santos (UPL) le tocaba preguntar al presidente de la Junta. Y, bajo la presidencia de otro leonés, Carlos Pollán, que por otros motivos tampoco cree que en las comunidades autónomas (ideario de Vox), lanzó una retahíla de daños provocados a la Región Leonesa derivados de la «imposición antidemocrática» de 1983.

«Camina siempre mirando por el retrovisor», le reprochó Alfonso Fernández Mañueco. «Es bueno decir ahora que aquellos que viven mirando al pasado es porque no pueden ofrecer nada para el futuro ni de León ni de esta autonomía», lanzó, reiterando su acusación habitual de que UPL es un socio preferente del PSOE. Del PSOE de Sánchez, claro, al que Mañueco volvió a citar en seis ocasiones durante la sesión, con el banco socialista coreando cada vez, «¡una!», «¡dos!», «¡tres!»… Hasta que Pollán pidió silencio.

«El Gobierno son sus socios en las instituciones leonesas y son los que abandonaron las cuencas mineras y cerraron antes de tiempo las térmicas», replicó Mañueco, y se le fue el apellido al cielo, «señor… Mariano», dijo antes de rectificar, «señor Santos». Ocasión que no perdió Igea para comenzar su pregunta con un sarcástico «señor Alfonso». Y Mañueco reaccionó con elegancia. «Don Luis, perdone, no era mi intención haberle llamado señor Mariano, sino señor Santos».

Precisamente Igea planteó una lista extensa de vulnerabilidades de la comunidad autónoma, en un discurso más general que enfocado a un tema concreto, aunque la Sanidad tuvo su protagonismo. Y, aprovechando la similitud con algunas intervenciones de su compañero de Grupo Mixto, Pablo Fernández, Mañueco vio evidente que se celebraba el «Martes de Carnaval». «Me pregunto si es Pablo Fernández disfrazado, se parece cada vez más a su compañero de grupo, son exactamente iguales salvo en cuestiones capilares», bromeó.

Y esa gracieta precedió, para empezar, a un recordatorio amargo para Francisco Igea. «Usted formaba parte de mi Gobierno hace un año, en los presupuestos del ejercicio anterior no dijo nada de lo que plantea hoy. No haga usted un Sánchez, señoría. Usted dilapidó el caudal político y la credibilidad de su partido. ¿Por qué no dimitió aquella misma tarde? Porque usted es como Sánchez, traiciona sus propios principios y sigue haciendo daño, ataca a todo el mundo, quiere hundir las naves de su propio partido…».

Eso le debió traer reminiscencias a la socialista Nuria Rubio, que cerró su discusión sobre el bono nacimiento con Isabel Blanco, consejera de Familia, con un aviso a Vox. «Señorías de Vox, la precampaña y los anuncios ya lo vivimos a finales de 2021 y ya sabemos cómo acabó la película -convocatoria de elecciones anticipadas el 21 de diciembre-. Agárrense fuerte al sillón que vienen curvas».