Consulta la portada del periódico en papel
Sanitarios en el Hospital Río Hortega de Valladolid. Alberto Mingueza
Así fue 2023

La crisis de Atención Primaria se recrudece y cumple el oráculo

La grave falta de médicos de Familia y pediatras se hace tan patente que hay medio millar de consultas sin titular y en diez años se jubilará el 45% de la plantilla

Ana Santiago

Valladolid

Domingo, 31 de diciembre 2023, 00:11

Y no ha hecho más que empezar. La Atención Primaria, más bien su debilidad, fue la triste protagonista de este 2023, lo será también el próximo año y ello pese a que su declive se remonta a finales del pasado siglo y, desde entonces, podrían ... haberse adoptado medidas. Si hay una 'Crónica de una muerte anunciada' (emulando a Gabriel García Márquez) está es sin duda la del primer nivel asistencial y puede arrastrar en su caída aún más a la hospitalaria que ya adolece de serias carencias en algunas especialidades. Los centros de salud resuelven el 98% de la demanda asistencial. Un filtro eficiente si tiene recursos para serlo. Que no hay médicos no es noticia. Es un anuncio con más de 30 años. Y tampoco plan de reorganización profundo de la Atención Primaria, un nuevo mapa asistencial que reorganice zonas y cupos, que potencie el papel administrativo dejando libres a los facultativos de tales labores burocráticas, pago de horas extraordinarias o que potencie la telemedicina. Estas y otras medidas sí han formado parte de planes, como el malogrado Aliste, o de su sucesor el proyecto integral limitado al cerrado año; pero apenas han tocado tierra. De tal manera que con alguna mejora en la oferta de plazas MIR para formarse, pero muy lejos del relevo generacional, agilización de concursos de traslados y reducción de la temporalidad y contratos de fidelización de insuficientes números no hay reposición suficiente y hay unas 450 plazas, sobre todo en entornos rurales y de difícil cobertura, que no tienen médico en su consulta; pero, además, el 45% de los facultativos de Familia cumplirá la edad para jubilarse en diez años. El oráculo se cumple y la asistencia se resiente.

Publicidad

Y ha sido la debilidad del sistema asistencial el gran protagonista del año. Desde que comenzara y especialmente en el remate de este 2023 con la polémica de la contratación de médicos recién titulados sin especialidad o con ella fuera de las fronteras de la UE. Siete sociedades científicas, sindicatos como UGT y CCOO, o los propios residentes que en Valladolid, los 116, han remitido una carta de queja a Sacyl defendiendo su capacitación y preparación, o la organización colegial de la misma mano que la CESM han rechazado, con diferentes cautelas, tal contratación que ya supera los 235 facultativos foráneos. Mal arreglo tiene conciliar la asistencia, los derechos de los médicos especializados, de los pacientes y las consultas vacías con demanda llena. Y, sobretodo, tantos años perdidos.

El año arranca con fuertes brotes de bonquiolitis y bronquitis tras años alertargado el VRS

Y este es el nivel asistencial que especialmente soportó la pandemia;pero también el que sigue con demoras largas y una gran afluencia de pacientes, especialmente este año que comenzó con disparados brotes de bronquiolitis y bronquitis y parece que cerrará así también el año, más leves y menos cuantiosos, eso sí, con la nueva vacuna.

La actividad hospitalaria logra en 2023 remontar la cirugía y consultas demoradas por covid

Y mientras la Primaria agoniza, la investigación de este nivel y también de los hospitales ha dado sus frutos, no sólo para entender mejor al covid sino para enfrentar con más instrumental sus secuelas persistentes o afrontar una futura, posible dicen los expertos, nueva pandemia de cualquier virus. Mucha investigación que este año ha dado sus frutos, una novedosa –pionera en España– Unidad de Afrontamiento Activo del Dolor destinada a los que el coronavirus nunca abandonó del todo. Repuntan las enfermedades respiratorias y la tregua de los dos últimos años largos ha permitido recuperar, y mejorar, actividad en los hospitales y contener al menos las listas de espera.

Publicidad

Algunos trasplantes, como los de corazón, han crecido, la obsolescencia tecnológica ha tenido sus correcciones. Ha sido el año de los desabastecimientos de medicamentos que, si bien en general han tenido sustitución terapéutica, son un signo de alarma de un sistema farmacológico dependiente de factores externos no controlables. También en el que por fin se han implantado estrategias de análisis y prevención de la conducta suicida.

Estos meses tampoco han estado exentos de protestas profesionales y laborales. No son los tiempos de las mareas blancas pero colectivos como el de los médicos de Emergencias, desde Asecyl, o los de área, Ameacyl, mantienen reclamaciones que arrastran desde sus inicios, ambos reclaman una regularización de sus condiciones laborales. de momento sin éxito.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad