Castilla y León

El 45% de los médicos cumplirá la edad para jubilarse en diez años

Todos los años se superará al centenar de facultativos en edad de dejar al vida activa y la mayoría de los ejercicios rondan el centenar y medio en la asistencia hospitalaria. De tal forma que en diez años a contar desde este 2023 podrían faltar, si no prorrogan, 1.598 médicos de especialidades hospitalarias; de ellos, 63 de Emergencias. Supone el 35,48% de la plantilla de los grandes complejos –de 4.504 profesionales– solo en médicos.

Y la situación de la Atención Primaria es, como es sabido, aún más grave. La jubilación será una opción para 1.728 médicos de Familia y pediatras de una plantilla de 2.656, el 49,74%. En total, el 45% de los médicos que contempla la base de datos de recursos humanos de la Consejería de Sanidad de hospitales y centros de salud pueden dejar su día a día asistencial y ello incluyendo en los números el total de trabajadores fuera cual fuera su situación laboral, no siempre precisamente estable. Un viaje por los datos desde 2018 hasta 2033 dibuja un negro panorama. El próximo 2024 sumará 414 y otros 329 el año 2025... unos números para los que el MIR no tiene respuesta suficiente ni de lejos, ni aunque el total de los formados en Castilla y León se quedaran en la comunidad algo que no sucede ni de lejos.

Y como el problema no es solo autonómico, difícil buscar respuestas en otros territorios. En España se jubilarán 7.000 médicos de media anual en la próxima década hasta alcanzar las 80.000 jubilaciones de todas las especialidades en el año 2034, según datos de la Cesm.

Por provincias, las carencias más serias se registrarán en las de Valladolid, León y Salamanca. La primera verá llegar a edad de jubilación a 192 médicos del Río Hortega; otros 186 del Clínico y 26 de Medina del Campo. La leonesa, además de 256 de la capital, sumará 69 de El Bierzo y el complejo charro tiene en lista 286. Pero no hay provincia que no anuncie un claro déficit de profesionales.

No hay prácticamente especialidad hospitalaria que pueda presumir de cifras; pero la sangría va a ser más importante en unas que en otras y la falta de reposición también será desigual lo que aboca dificultades a unas 17 especialidades. Entre ellas, Anestesiología y Reanimación; Radiología, Urología, Ginecología o Dermatología ven cada año crecer sus problemas.

Hasta el año pasado han sido solo 174 los médicos de hospital que se han visto al final de su carrera profesional. Y fueron 21 los que pidieron la prolongación inicial y otros 32 los que la renovaron. En 2023, hasta este verano sumaron 40 prolongaciones de la vida laboral, 18 nuevas y 22 renovadas. Y, en Emergencias, dos en total el año pasado y ocho en este 2023. Sumados otros facultativos, incluidos los de Atención Primaria, el año 2022 'recuperó' 309 profesionales para cubrir vacíos (240 de Familia y seis pediatras).

Junto a ellos, hay 44 solicitantes de la nueva 'jubilación activa mejorada' puesta en marcha por el Gobierno central para retener en el sistema a médicos de Familia y pediatras con un estímulo económico de peso al permitirles cobrar un 75% de la pensión de jubilación además del salario. Esta medida ha permitido reforzar sobre todo León, con 15 en este caso, pero solo ha habido casos en seis provincias.

La posibilidad de prorrogar la vida activa hasta los 70 años, inicialmente con unos requisitos más exigentes y en los últimos años no solo muy flexibles sino incluso automáticos en Atención Primaria fue logrando retener a algunos profesionales. Los primeros años no llegaban al medio centenar: 11 de 1.168 en 2013 o 33 de 804 en 2015 y medio centenar de casi un millar en 2016. Desde 2017 creció la demanda de esta ampliación con 102 de 976 ese mismo año.

Entró en vigor el 1 de enero de 2013, la Orden SAN/1119/2012 que aprueba el Plan de Ordenación de Recursos Humanos en esta materia para médicos de cualquier especialidad; pero en los primeros años se denegaron más. Después fue al alza hasta 2020. La pandemia apuntó algunos voluntarios aunque más para labores de asistencia telefónica dada la edad que desaconsejaba su presencia en consulta y las solicitudes de prórroga de la vida activa fueron anecdóticas. Tras ella volvió cierta normalidad a este refuerzo y mientras el primer año en vigor la gerencia Regional de Salud sólo concedió el 20% de las demandas, en los últimos años el 98% tenía luz verde para ello, desde la pandemia dada la carencia de médicos. Pero hay menos interés en prorrogarla, cada ejercicio lo hace un centenar. Supone un alivio, un parche para las graves carencias de profesionales; pero no la solución.

Junto al enorme volumen de jubilaciones que irá a más, la falta de renovación es importante. Los residentes que acaban el MIR cada año son desde luego insuficientes, en algunos casos los que podrían llegar no suman ni la mitad de los que se van , especialmente en Familia y Comunitaria y ello pese a que se ha incrementado levemente la oferta vía MIR. Y junto a ello, está las todavía –así lo juzgan sindicatos y afectados– poco atractivos contratos para que una vez que se han formado en la comunidad se queden o para que lleguen de fuera. Los números son bajos y hasta 2028 serán totalmente desequilibrados.

Los escasos residentes, 674 acabarán el Mir de Familia antes de 2025, impiden el relevo suficiente. Los datos de la Consejería de Sanidad muestran unos negros próximos años hasta 2033, fecha en la que se cierra el análisis.

En Atención Primaria, 407 ya han cumplido edad de jubilación entre 2018 y 2022 y otros 1.321 lo harán en diez años más, más de la mitad de la plantilla, el 61%. De ellos, aunque hay odontólogos o facultativos de urgencias, la mayoría son médicos de Familia, 1.171 cumplirán edad de jubilación en dichos años y 92 pediatras. Esta especialidad que resuelve el 98% de la asistencial que pasa por este primer nivel asistencial arrastra aún un más grave problema y ya tiene más de una treintena de plazas vacías en la región.