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Los pilares del viaducto del Arco de Ladrillo, en su estado actual. José Carlos Castillo

Valladolid

La reparación exprés de Arco de Ladrillo coincidirá en plazo con su demolición

El proyecto del paso subterráneo estará listo en un mes aproximadamente y la Sociedad Alta Velocidad, que desconocía esta obra de emergencia, licitará la obra

Antonio G. Encinas

Valladolid

Jueves, 30 de mayo 2024, 14:58

Once meses de obras a contar desde hoy mismo para reparar, de emergencia, el viaducto de Arco de Ladrillo. Esto sitúa el fin de los trabajos de mantenimiento a finales de abril de 2025. Mientras, en un mes la Sociedad Valladolid Alta Velocidad recibirá el proyecto definitivo ... del paso subterráneo. A continuación licitará la obra, lo que puede suponer en torno a cuatro meses -agosto mediante-, que se estirarían a seis si hubiera recursos durante el concurso. Y en cuanto se adjudique, comenzarían los trabajos. Esto sitúa el horizonte temporal de la obra de integración ferroviaria en Arco de Ladrillo en enero de 2025.

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Si el puzle del calendario encaja, los obreros encargados de la demolición, que es lo primero que se acometería, se toparían de frente con los obreros encargados de la reparación.

El Ayuntamiento ha decidido que no queda otra porque la obra es de «emergencia». Es decir, sin licitación a pesar de ser una intervención de dos millones de euros, por adjudicación directa. Se encargará IMESAPI, «contratista del Ayuntamiento para ejecuciones subsidiarias», informa en una nota el Consistorio. Un carril menos por cada sentido, velocidad limitada a 30 km/h., reparación de los bordes y de los quitamiedos, que no soportarían la colisión de un vehículo… «La estructura es firme y no presenta riesgo de colapso», asevera el equipo de Gobierno, lo que casa con lo que en su momento defendieron cuando el Grupo Municipal Socialista pidió en el Pleno que no se paralizara la integración y se apostara por la demolición del viaducto. «Las defensas situadas en los bordes son antiguas y están obsoletas», informan.

El coste estimado es de dos millones de euros, pero podría variar, al tratarse de una reparación de emergencia. «Entre un millón y medio y dos millones», calculó Alberto Gutiérrez, concejal de Movilidad.

Fuentes de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad han asegurado que se desconocía que fueran a realizarse estas obras de emergencia. De hecho, el anuncio se produce pocos días después de que se celebrara el último Consejo de Administración de la sociedad. Una reunión en la que los responsables de Adif informaron al alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y a sus concejales de Urbanismo y Movilidad, de que el proyecto definitivo para el paso de Arco de Ladrillo está ya a falta de un par de informes (de los ocho ó nueve que precisan el visto bueno). Allí, Carnero pidió negociar la inclusión de un nuevo paso en Daniel del Olmo dentro del convenio de integración y, mientras tanto, hacer las obras pertinentes de mantenimiento en Arco de Ladrillo para prolongar su vida útil. Propuesta para la que no ha habido respuesta por parte de los demás miembros de la sociedad Valladolid Alta Velocidad. Adif, Renfe y el ministro de Transportes, en todo caso, apuestan por acelerar al máximo el proceso para demoler el viaducto y acometer el paso subterráneo.

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Esto ha llevado al Grupo Municipal Socialista a pedir la dimisión del propio alcalde. «Ha llevado la situación a poner en riesgo la vida de la gente. Por irresponsabilidad, por incompetencia y por cobardía. Él sabía que esta situación se producía, no se puede hacer de nuevas. El Grupo Socialista le advirtió a través de una moción en septiembre del año pasado de que la situación del viaducto es la que era. Se le dijo que debía apostar por la única solución viable, que era la integración ferroviaria, que garantiza la demolición del viaducto», decía Pedro Herrero, portavoz socialista.

Alberto Gutiérrez, concejal de Movilidad, defendió que la decisión se tomó tras conocer un informe que ponía de manifiesto «las deficiencias en el sistema de control del viaducto en caso de un impacto». Acompañado por los responsables del Servicio Público de Infraestructuras y el jefe del Centro de Movilidad Urbana, Gutiérrez explicó que se trata de una obra para «reducir del riesgo». «Es una obra necesaria e imprescindible», subrayó Gutiérrez, «por eso se hace con carácter de emergencia».

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A los socialistas no les gustó tampoco que Carnero no apareciera en un asunto de este calado. «Ha sacado a otra persona a dar la cara por él. Él estaba en el despacho, escudado detrás de los técnicos, de su concejal de Tráfico, una vez apartado el de Urbanismo», acusó Pedro Herrero.

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