Reunión de la comisión de seguimiento del convenio de integración, este lunes, en la estación de Valladolid, con Óscar Puente, Jesús Julio Carnero y Juan Carlos Suárez-Quiñones. Alberto Mingueza

Valladolid

El Ayuntamiento avanzará en las obras «compatibles» con soterrar mientras el Ministerio espera a la estación

La urbanización de la calle Salud y el paso peatonal de San Isidro se acometerán pronto, pero Jesús Julio Carnero advierte de que el derribo Arco de Ladrillo «está lejanísimo» y elude hablar de Ariza

Antonio G. Encinas

Valladolid

Lunes, 16 de diciembre 2024, 20:28

Dos horas y pico de reunión dieron para algo. En palabras de Jesús Julio Carnero: para comprometerse a avanzar en las obras de integración ferroviaria «que no sean incompatibles con el soterramiento». Esto es, la urbanización que falta en la calle Salud y el ... paso peatonal de San Isidro. Para advertir de que el derribo de Arco de Ladrillo, con su proyecto hecho y todo, «está lejanísimo». Para pedir un informe «profundo y profuso» de un hipotético soterramiento con muros pantalla. Para pedir un paso nuevo en Daniel del Olmo pero «en superficie», esto es, por arriba, como el actual, para no perjudicar, ya se ha dicho, un posible futuro soterramiento.

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En palabras de José Antonio Santano, secretario de Estado y mano derecha del ministro: para ver una «buena disposición del alcalde en seguir avanzando». Literalmente, y delante de la fotografía de un túnel hecho con tuneladora en la sala de reuniones de la estación: «Vemos la luz al final del túnel». Que en «algunos temas», dice Santano, «Ayuntamiento y Junta comparten la posición de avanzar». Y que la estación de tren ha recibido el plácet del Ayuntamiento a pesar de que, según el ministro, es el proyecto que entierra el soterramiento. «Jesús Julio Carnero ha valorado lo que supone la inversión para Valladolid, pero hay que tener en cuenta de qué volumen de inversión estamos hablando. Tenemos que hacer algunas correcciones en el proyecto, que están ya en marcha, por sugerencia del Ayuntamiento. Por tanto, cumplido eso, yo entiendo que no debería haber mayores problemas».

Y esas correcciones, apuntaba el alcalde, había provocado un informe negativo por parte del Ayuntamiento al proyecto de la estación, que sigue pendiente de los retoques que Puente pidió a los técnicos. «Nos han pedido el informe correspondiente de la ley de ordenación del sector ferroviario y la hemos informado negativamente, porque se extralimita del Plan General de Ordenación Urbana. Nos dicen que lo han corregido. Cualquier inversión de este importe, bienvenida sea, siempre y cuando cumpla con los estándares», explicaba el alcalde de Valladolid.

Para la Junta, tercera pata de la sociedad Valladolid Alta Velocidad, todo sigue igual aunque todo cambie. Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero que representa al Ejecutivo autonómico en estas lides, «la posición de la Junta siempre ha sido la misma, ahora como en 2017, estar de lado de la solución para la ciudad». Entonces rubricaron el convenio de integración que desmantelaba el soterramiento y hoy apoyan la ambición soterradora del Ayuntamiento pero aportan las cantidades previstas en el calendario de pagos de la integración. «Estuvimos con el Ayuntamiento a partir un piñón y también ahora», justificaba Quiñones. «Lo que se ha buscado hoy y se ha visto es, por parte del ministro y de su equipo, un talante más flexible, para avanzar en infraestructuras importantes para la ciudad y que no impiden la posibilidad de un soterramiento».

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Y con todo esto sobre la mesa, se han emplazado todas las partes a un Consejo de Administración a finales de enero o principios de febrero. Debería ser entonces cuando se anunciara ya, o casi, el proyecto de la estación de tren, que Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, quiere que se empiece a construir en septiembre de 2025. Una estación que pretende ser, en el medio plazo, la tercera en tráfico de pasajeros de España. De ahí la inversión de 210 millones de euros y el plazo estimado para su construcción, que superará casi con toda seguridad los 36 meses desde que se inicien las obras. Si comenzara el tajo en septiembre del año que se aproxima, como quiere Puente, se podría estrenar a finales de 2028 o principios de 2029. De aquí a entonces habrá elecciones autonómicas (2026), generales (2027) y municipales (2027) y en 2029, europeas.

Por de pronto, Jesús Julio Carnero ha decidido prorratear los 11 millones que el Ayuntamiento debía aportar a la sociedad Valladolid Alta Velocidad en 2024 entre los años que quedan por sufragar para completar el calendario de pagos pactado en 2017 y reformado cuando apareció la pandemia de covid. Así, aportará algo más de un millón este año, otro millón en 2025, otro en 2026… Y así hasta 2033. Al mismo tiempo, a partir de 2025 el Consistorio irá pagando las cantidades fijadas para cada año. Esto es, que en 2025, además del millón prorrateado de 2024, le corresponderá aportar 8,44 millones de euros. A partir de 2028 las cantidades que debe poner el Ayuntamiento disminuyen drásticamente y permiten más holgura en las cuentas municipales.

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La postura del Ministerio de Transportes, de momento, es la de seguir adelante. Se hablará del paso elevado sobre Daniel del Olmo -aunque al ser elevado y no subterráneo sería competencia municipal-; se concederá, si es necesario, la confección de ese estudio sobre un hipotético soterramiento con muros pantalla. Y se espera que el Ayuntamiento sea diligente a la hora de licitar los proyectos de Ariza (dos peatonales y uno de vehículos) que están listos para construirse en cuanto se inutilice la vía que ahora usa Renault y que quedará fuera de servicio en 2025. Aunque eso, advirtió el alcalde, aún no toca. «Hasta que la variante de mercancías no esté, no queremos ni oír hablar de ese tema. Cuando la variante esté materializada, podemos hablar, pensar y ya veremos qué hacemos». En el primer semestre del año dejará de utilizarse esa vía de Ariza porque Renault ya podrá dirigir sus convoyes por el tramo de variante construido.

«Avanzamos sin renunciar al soterramiento», es el resumen de la comparecencia de Jesús Julio Carnero tras la reunión. «Avanzamos en el convenio de integración», sería el resumen de la parte ministerial. Y «avanzamos en la estación de tren», que es el gran eje de todo, la infraestructura que definirá el futuro del tráfico de pasajeros en la ciudad, sería el mensaje de Óscar Puente. Que en su día calificó la estación como «lo que mata el soterramiento». Porque invertir 210 millones de euros en una obra de estas dimensiones, para una playa de vías en superficie, no es algo que se pueda deshacer después para enterrar esas mismas vías a más de veinte metros de profundidad.

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