Segovia

Fuentepelayo estudia solicitar la declaración de zona catastrófica

El agua entró en patios, garajes y viviendas. Tanto en las más próximas al arroyo como en otras más alejadas, donde sus vecinos se vieron sorprendidos por la llegada del agua de escorrentías. «En media hora empezó a entrar agua en distintos puntos del pueblo, además de subir el nivel del agua del arroyo», recuerda Alba Sanz, alcaldesa del municipio. Algunos vecinos no se dieron cuenta hasta que vieron el agua entrar por debajo de sus puertas; otros, como un grupo de chavales que debían jugar un partido en el pabellón, cuando bajaron del autobús y se encontraron con una capa de agua de hasta 30 centímetros de altura. Por suerte, la reacción de los vecinos fue inmediata y rápidamente salieron a la calle para intentar frenar el avance del agua con arena o incluso purín. Junto a ellos, los cuatro operarios municipales. «Se empezó a achicar agua pero no se daba abasto», indica.

Desde las cinco de la tarde del viernes hasta la una de la madrugada del sábado, el nivel del agua no dejó de crecer por las calles del municipio. Un matrimonio de personas mayores tuvo que dejar su domicilio y pasar la noche en la casa de su hijo por precaución. «A partir de las 3 de la madrugada ya se empezó a achicar agua. Por la mañana, el sábado, seguíamos liados», comenta.

Una de las zonas más afectadas fue la SG-222, la carretera que atraviesa el municipio. «Ahí las tierras ya no tragaban más. Se hizo un río de casi medio metro. No se veía ni el paso sobrelevado del peatones», añade la alcaldesa de una precipitaciones que también han causado daños en la depuradora de la piscina.

Los desperfectos causados tanto en las calles como en las viviendas son importantes aunque todavía no se han cuantificado. «Ahora estamos en una situación de evaluar daños. Tenemos que hacer un balance de las pérdidas», sostiene Alba Sanz. En ese proceso, asegura que contempla, junto a otras localidades cercanas, solicitar la declaración de zona catastrófica, aunque considera que es una gestión que debe tramitarse a través de una institución supramunicipal como la Diputación de Segovia.

A la espera de concretar las pérdidas, la alcaldesa sí lamenta los problemas que ya se están encontrado los vecinos de Fuentepelayo cuando han ido a reclamar a sus seguros. «Se están desentendiendo. Al ser un fenómeno natural de estas características están intentando redirigir a los vecinos al consorcio de seguros», concluye.