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E. García de Castro
Jueves, 7 de octubre 2021
El encuentro titulado 'Periodismo de largo alcance: investigación, rigor y reposo al servicio de la información' ha propiciado un interesante intercambio de experiencias esta tarde entre un veterano y referente en la profesión, Fernando Ónega, y la respetada presentadora de 'Informe Semanal', Marisa Rodríguez ... Palop, con más de 30 años de trayectoria en TVE, en el marco del I Congreso Internacional de Periodismo Miguel Delibes que hasta mañana analizará los entresijos del oficio de informar.
Ambos han coincidido en lo dificultoso que resulta hacerlo con calma hoy día, en este mundo vertiginoso marcado por la velocidad que han impuesto Internet y las redes sociales. «Es utopía», ha asegurado con un punto de tristeza Rodríguez Palop, quien ha alertado de que «el reposo es una especie de clamor que lanzamos los periodistas porque necesitamos ir a las fuentes, contrastar, pararnos a pensar qué estamos viendo y contando, y ahora mismo prácticamente no se frecuenta. Los propios medios no se arriesgan al reposo porque piensan que el espectador está ávido de novedades».
Tanto o más pesimista se ha mostrado Ónega, que está convencido de que hoy día «el reposo no existe» y «los medios de Internet, en sentido amplio, van a ganar la batalla. Internet es más rápido, es más barato, no tiene fronteras, todo son ventajas. Los medios tradicionales nos tenemos que ir cada vez más al análisis. Es la única salvación, si hay alguna», ha dicho. «Esa voracidad y esa rapidez nos han metido en una dinámica insana», ha apostillado la presentadora de 'Informe Semanal', quien ha añadido que «entre la velocidad y la veracidad, suele ganar la velocidad», con las perniciosas consecuencias que ello tiene.
Congreso de periodismo
E. García de Castro
Al buen periodismo tampoco contribuye la precariedad, que «fuerza mucho y adultera el resultado, el producto se resiente», ha advertido Marisa Rodríguez. Como ejemplo ha puesto el caso de los periodistas que desarrollan su labor en el extranjero, y en concreto que el grueso de los medios «han dejado de tener corresponsales en nómina y han empezado a tener colaboradores», que se ven obligados «a escribir más para poder pagar el piso. Eso es una presión enorme, porque lo que tú ofreces a lo mejor no lo ofrecerías si tuvieras un sueldo digno». Ha citado casos sangrantes como el Antonio Pampliega, un profesional desplazado a zonas de guerra que incluso estuvo secuestrado por una facción de Al Qaeda en Siria, al que después de pagar todas las facturas solo le quedan 16 euros limpios por crónica.
MARISA RODRÍGUEZ PALOP
Dificultades para desarrollar el oficio a las que se suma que «además competimos con el periodista ciudadano», que con un móvil tiene la posibilidad de contar «una parte de la historia según la ve», ha indicado la presentadora de TVE. «Todo ese ruido se mete en el mismo cauce y al final genera una enorme confusión, y eso atenta contra nuestra profesión y contra el rigor», ha manifestado.
Moderados por Ignacio Foces, subdirector de El Norte de Castilla -que ha destacado que se trata de «dos de las trayectorias profesionales más intachables del periodismo en España»-, los ponentes también han hecho referencia a la autocensura. Es de dos tipos, según Fernando Ónega. Por un lado, «la del joven que cobra un sueldo de miseria y se autocensura porque lo primero es comer.
Congreso de periodismo
No podemos pedirles a los periodistas que están siendo explotados que al mismo tiempo sean valientes para decir la verdad y hacer artículos hirientes». Por otro, la suya propia, «que es más complicada» y tiene que ver con su imposibilidad para criticar a aquellos a los que les tiene aprecio, un conflicto ético que siempre se ha planteado y reconoce. «Yo soy amigo del rey Juan Carlos I y lo paso fatal. Daría un dedo de la mano por que todo lo que ha pasado no hubiera pasado», ha confesado tajante.
Fernando Ónega
El coloquio, muy aplaudido, ha concluido con la lectura de diez mandamientos que se resumen en dos, según Fernando Ónega: «luchar contra los bulos» y «producir lo que es digno de leerse, así de simple». «Los tiempos son malos, el futuro es incierto y el cambio es evidente, pero el periodismo sobrevivirá si hay empresas dispuestas a ello con inversión en buenos profesionales», ha zanjado. O lo que es lo mismo, si se apuesta por «el periodismo de calidad, y la calidad es cara». Como colofón, un mensaje para los poderes públicos: «Sepan que los medios, la información y el análisis son hoy más necesarios que nunca. Deben ser el faro que ilumine y oriente a la sociedad».
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