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La región desacelera con más paro e inflación
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Castilla y León recupera el PIB prepandemia, pero su evolución está a la cola de España. PP-Vox lanzan un Plan Anticrisis para corregir el rumboEl año económico 2022 quería ser el del despegue gracias a la apertura total de la vida, económica y social, tras el frenazo pandémico de los dos ejercicios previos. La evolución de la geopolítica mundial, la guerra de Ucrania, la crisis energética y la escalada ... de precios han acabado con esas expectativas y desplegado el pesimismo y la inseguridad de cara al futuro.
España no ha sido una excepción en los crudos balances de la economía occidental. Y, dentro de la península, Castilla y León no solo ha seguido esa tendencia, sino que ha encabezado a lo largo del año el furgón de cola en las estadísticas de la evolución peninsular.
La industria, muy dependiente del 'monocultivo' de la rama automovilística gracias al polo Valladolid-Palencia, se ha visto arrastrada por lo que ya anunciaba en mayo el informe de situación del BBVA Research para la región: «la solución a los 'cuellos de botella' que limitan la mejora del sector automotriz se retrasan por China y Rusia». 'Cuellos de botella' puede sustituirse por 'microchips'. Nunca un componente tan pequeño hizo tanto daño a una industria tan grande. Y sus déficits se trasladaron de forma grave al enorme conglomerado de suministradores auxiliares.
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Ángel Blanco Escalona
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También ha sido un año imprevisible para otros sectores como el primario (agrícola/ganadero) y terciario (servicios), con constantes 'montañas rusas' en la evolución de la demanda y la gestión de sus estadísticas.
Hubo de todo. A la bajada, por primera vez en la historia, de los 10.000 parados menores de 25 años en la región, se añadió la 'fuga' de más de 4.000 trabajadores activos entre 25 y 34 años (mes de abril). Lo que constata que algunos datos que parecen positivos solo están adulterados por el 'invierno vegetativo' de la comunidad, que pierde más de 13.000 habitantes cada año.
Lo que no ha impedido que, en comparación con los dos años previos (2020-2021), a los que el consejero de Economía y Hacienda de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, calificó de «desaprovechados en términos económicos», 2022 pueda cerrarse con algunos números que puedan invitar a un moderado optimismo.
Así, la economía de Castilla y León recuperó la totalidad de su PIB (Producto Interior Bruto) perdido durante la pandemia a la altura del tercer trimestre del año. Y, en otra nueva muestra de inconsistencia de la macroeconomía actual, lo hizo tras desplomarse la recuperación de la actividad.
El 3,1% de mejora alcanzado hasta septiembre de 2022, era muy inferior al 5% de un año antes. Y lo que es peor, el propio Fernández Carriedo ya avanzó a finales de noviembre, en la presentación de los datos de la Contabilidad Regional, que «el deterioro en el ritmo de crecimiento económico se repetirá en los trimestres sucesivos».
La construcción fue el único sector que mejoró los datos respecto a los períodos anteriores (creció un 3,2%), mientras que el resto anotó un retraso con especial incidencia en el sector primario, que cayó un -7,1%, lastrado por la mala cosecha y por el alto nivel de los precios.
La industria de la región siguió un camino similar y vio como se precipitaba todo el optimismo del arranque del 2022. Rompió tendencias con una caída de un 2,3% en el tercer trimestre del año. Y el cierre del año se presume similar, lastrado por el suministro de energía eléctrica, que registró un «importante descenso».
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Y eso que la producción energética vuelve a ser el maná. Castilla y León es líder en España tanto en potencia instalada en fuentes renovables (eólica y solar) como en la cantidad de energía limpia vertida a la red. El mix de la comunidad ya permite que, en 2022, el 66,7% del total que llega a la red sea renovable.
En todo caso, desde las instancias oficiales se intenta ver medio llena la 'botella' de la economía. La Junta sitúa a Castilla y León entre las primeras comunidades en recuperar los niveles previos a la pandemia. Estaría ya en un 102% de lo perdido, cuando el resto de España todavía transita por un 80%. Si cruzó esta 'psicológica' cifra en el citado tercer trimestre, España no lo logrará «hasta bien entrado 2023 y no es seguro que se consiga», proclamó orgulloso el 'contable' regional, Carlos Fernández Carriedo, a finales de noviembre.
Parecen datos contrastados. El propio BBVA Research ya predijo que, «cuando España recupere el nivel precrisis en 2023, la región podría superarlo en un 3%. Pero también advirtió de que la desaceleración nos 'robaría' al menos un 1% de ese optimismo.
La realidad del día a día y el traslado de la macroeconomía a la real, la de los bolsillos, sitúa a la Meseta en una comprometida situación. Pierde todas las comparativas con el resto del Estado. La inflación se ha mantenido siempre un 1% por encima de la media nacional (7,8% en noviembre, frente al 6,8% de España).
No es mejor la evolución del desempleo, que ya se acerca a los 125.000 después de cuatro meses seguidos de alza. El ritmo de recuperación cercano al 5% de todo el 2021 se ha ido empequeñeciendo hasta caer por debajo del 2,9% a falta de contabilizar los últimos tres meses de 2022.
Queda el magro consuelo de que la región partía con ventaja en la contención de las listas de paro respecto a España. El informe 'Previsiones Económicas de Castilla y León' de Unicaja apunta para el nuevo año un aumento en un 1% del PIB, lo que trasladado al empleo permitiría «dejar la tasa de paro en un 10,2%. Son 2,5 puntos por debajo de la media nacional (12,67%).
Pero «las zonas ligadas al automóvil muestran cierto retraso», insiste BBVA. Y toda Castilla y León sabe qué significa esto. Cuando el entorno de Renault se 'resfría', la 'gripe' acecha al resto. Por eso, la creación de empresas cayó a finales de 2022 en la región el triple (-8,1%) que en el resto del país (-2,7%). Es una evolución negativa que solo es superada entre las 17 comunidades autónomas por Baleares.
El análisis estaría cojo sin recordar que Castilla y León estrenó nuevo gobierno PP-Vox con un Plan Anticrisis. 'Iniciativas de respuesta frente al agravamiento de la situación económica'. Ese fue el nombre de la primera iniciativa conjunta que incluyó 75 medidas (valoradas en 470 millones de euros) con las que se intentaba corregir un poco el incierto rumbo global antes descrito.
Incluía una rebaja en el tramo autonómico del IRPF (del 9,5% al 9%) que supondría un ahorro de 35 euros para los primeros 12.450 euros declarados. Además de ayudas al transporte, a los ganaderos y en el medio rural.
Un plan que no contó con los agentes sociales (sindicatos y patronal), cuyo papel fue vetado desde el principio por Vox. Tanto CCOO y UGT, como la patronal CEOE Castilla y León, alertaron del escenario que abría el que sea Vox quien se encargue del diseño, la gestión y la interlocución sobre las políticas relacionadas con el empleo y el Diálogo Social.
En vísperas de Nochebuena, la frustración sindical se dejó sentir ante las Cortes regionales. Mientras se aprobaban los Presupuestos, docenas de miembros de CCOO y UGT rodearon de forma simbólica el edificio. «Vamos a seguir en la calle. Hasta que Vox cambie su política y el PP vuelva a la centralidad», anunciaba Vicente Andrés (CCOO). Su colega de UGT, Faustino Temprano, vaticinó que «vamos a seguir en 2023 y decimos '¡basta ya!». Ni las cifras, ni quienes las gestionan, parecen venir con buenas nuevas para el cambio de año.
El consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, de Vox, personifica el complejo año que ha vivido la economía regional. Es el político de la frase «en Castilla y León no faltan trabajadores, faltan ganas de trabajar», que desató la ira de sindicatos y patronal. UGT y CCOO anunciaron que le llevarían a los tribunales por incitar al odio y «criminalizar» a los representantes sociales. En pocos meses ha batido récords de dimisiones de altos cargos. Se fueron el gerente del Ecyl (Empleo), Javier Moreno Espeja; el jefe de Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, José Miguel Martínez Palacios, y el viceconsejero de Dinamización Industrial y Laboral, Óscar Villanueva.
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