Renault para tres días Montaje por cuellos de botella en los microchips

La escasez de semiconductores electrónicos vuelve a asustar a la industria automovilística. A Renault, en particular, le va a obligar a parar la producción durante tres jornadas la planta de Montaje de Valladolid, un periodo laboral que se incluirá en la bolsa de horas. El fabricante ya dijo adiós a los ERTE en el primer semestre y había normalizado sus ritmos de producción gracias al tirón del Captur y el estreno del Austral en Palencia. Los días de parada serán este viernes, 9, más el lunes 12 y el martes, 13 del presente mes. Palencia y Motores no se verán afectadas por esta interrupción.

Una vez que el 30 de junio finalizó el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) gracias a la mejoría en las previsiones de trabajo de cara al segundo semestre del año, empresa y trabajadores han vuelto al mecanismo de flexibilidad que le permite alterar una serie de días de trabajo, es decir, suspenderlos por causas productivas, técnicas o imprevistas y reclamar su realización cuando se solventan, fuera de la jornada habitual de cada trabajador.

Es dentro de este saldo, de hasta 40 horas, en el que se incluirán los tres días de parada de Montaje. El mecanismo de la bolsa horaria garantiza el 100% del salario por día descansado, al contrario de lo que sucedía con el ERTE, y evita tener que recurrir al pago de parte del sueldo por parte del SEPE.

Este 'mal menor' vuelve a despertar los temores sobre un retorno a los problemas de abastecimiento de componentes electrónicos que los fabricantes de coches compran en el mercado asiático. Tras afectar de forma significativa a la producción de las factorías de Renault en Valladolid y Palencia durante 2021 y el primer semestre de este año, la situación parecía haber vuelto a una cierta normalidad.

Por un lado no hay tanta escasez de estos microchips, aunque sigue habiéndola, y desde la empresa estas paradas se toman más como un cuello de botella en el suministro que como un resurgimiento del problema. Los fabricantes de componentes electrónicos han incrementado en los últimos meses su capacidad de producción y los ritmos de fabricación de coches han bajado por la menor demanda y la transición ecológica.

Por otra parte, la política de Renault de primar sus modelos más rentables redunda en beneficio de las plantas españolas. La marca ha incluido el Captur vallisoletano en su programa de entrega a los compradores en un plazo de un mes, mientras que Palencia ya fabrica en su cadena el nuevo modelo que sustituye al Kadjar, el Austral, con el que espera ganar el segmento de SUV urbano de gran tamaño.

La crisis de los semiconductores vuelve a afectar a la industria automovilística de forma general. En Barcelona, Seat ha planteado un nuevo ERTE desde mediados de septiembre hasta el 23 de diciembre de este año que contempla la suspensión temporal de un turno de noche y afectará a 850 empleados. En Navarra, Volkswagen paró la producción el pasado lunes, día 5 y volverá a hacerlo el viernes, 9.

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