Valladolid

Los vecinos respiran «tranquilos» tras blindar el edificio okupado de la calle Olmedo

Tapaban los bajos del considerado como foco okupa de Delicias para dejar inerte la planta baja del edificio y evitar de esta forma un fácil acceso para aquel que quisiera instalarse de forma ilegal en un bloque en ruina. Pero antes de que los dos trabajadores iniciaran sus tareas de blindaje con chapas metálicas, agentes de la Policía Municipal se cercioraban de que no quedara nadie en el interior del inmueble.

Y así fue. Ni rastro. Porque durante las primeras horas del día, aún de noche, los tres okupas abandonaban el bloque. «Ahora el problema ya se ve de otra forma», agregan los vecinos mientras continúan con sus recados matutinos.

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Precisamente, los tres últimos inquilinos ilegales se comprometieron a dejar el inmueble dañado tras su entrevista con los Servicios Sociales, si bien a la hora de la comida aún no habían aparecido por la instalación municipal. «Nos dan un sitio en el albergue, ya veremos», expresaba Anass Ahnin, el joven marroquí que llegó a España hace tres años en la crisis migratoria de 2021. Llegó a Ceuta y desde entonces ha deambulado por el país hasta que se mudó a la provincia vallisoletana. Una de sus últimas 'viviendas' fue el antiguo Rancho Grande, el foco okupa del barrio de Buenos Aires. Tuvo que salir de aquella manera de un edificio a medio construir después de ser agredido a martillazos en el mes de marzo. Secuelas en forma de cicatriz que aún muestra en la cabeza.

Sin un rumbo claro para Anass y la otra pareja de okupas, el problema en Olmedo 4 aún no ha concluido. Sin moradores ilegales y con un blindaje antiasaltos, los esfuerzos se centrarán ahora en que el Ayuntamiento de Valladolid inicie los trámites para demolerlo después del estado ruinoso que presenta. Una nueva batalla para los vecinos, que confían en que el Consistorio siga adelante con el derrumbe aprobado en sede municipal hace un año.

Los problemas de okupación se intensificaron en la calle Olmedo en los últimos quince días, cuando la Policía Municipal abortó hasta cuatro intentos de asaltos. Esos incidentes elevaron la preocupación del vecindario, sobre todo cuando se confirmó, en presencia del concejal de Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado, que tres personas ya se habían asentado. La rápida respuesta de Servicios Sociales, en colaboración con la Policía Municipal, ha servido para que el problema de la okupación se dé por zanjado.