Valladolid

La urbanización del acceso al túnel de Padre Claret anticipa la reapertura inminente de Estación

De manera que la calle Estación podría recuperar la normalidad, «si no surgen contratiempos», a lo largo de la semana que viene -el plazo como tal de ejecución de la obra completa expirará el próximo domingo, 30 de junio- en el tramo cerrado a la circulación desde el 10 de julio del año pasado entre las calles San Luis y Cistérniga, así como el acceso para vehículos de Padre Claret hacia la Circular.

Otra cuestión es cuándo se abrirá el túnel, cuyo interior está concluido, aunque aún queda mucho tajo en la urbanización en superficie al otro lado de la vía, en la calle Guipúzcoa y la parte posterior del Mercado de Delicias. «La idea es acabar ya en Estación y pasar de inmediato a Guipúzcoa», apuntan fuentes de la empresa.

El lado de la calle Estación, desde luego, está prácticamente acabado, con las aceras ya adoquinadas, las rampas en torno al túnel rematadas y colocadas las farolas y el mobiliario público en el tramo que mira a Padre Claret. Solo faltaría asfaltar la calzada.

La reapertura de Estación, prevista para la próxima semana, permitiría recuperar una relativa normalidad en un entorno muy castigado desde hace meses por las obras. Allí, al inicio de la vía, acaba de cortarse precisamente este miércoles (desde primera hora de la mañana) la calle Ferrocarril, que permanecerá cerrada a la circulación durante los próximos dos meses -hasta el 23 de agosto- para habilitar un segundo carril para los vehículos entre Caño Argales y Estación a costa de suprimir la hilera de treinta plazas de aparcamiento de la zona azul y de mantener cerrados entre «tres y cuatro semanas» los vados de cinco bloques de viviendas de los números impares -hasta la intersección con Independencia-.

Las obras en Ferrocarril afectan, por un lado, al nudo de circulación de Nicolás Salmerón, Panaderos y Caños Argales y, por otro, a la propia calle Estación, donde se ha habilitado un carril en cada sentido en el tramo inicial entre las calles García Valladolid y Ferrocarril para permitir a los vecinos acceder por García Valladolid e Independencia a los 12 vados restantes que se mantendrán abiertos durante las obras.

Pero no todo son malas noticias. En el segundo tramo de la calle Estación, entre Ferrocarril y Panaderos, se han habilitado este mismo miércoles treinta plazas de aparcamiento en batería (el doble de las que había en paralelo) de zona azul con el fin de compensar, en parte, las perdidas por la intervención en Ferrocarril.

Más adelante, a la altura de Labradores, el paso peatonal permanece cerrado al completo desde el martes, y durante entre una y dos semanas, por los trabajos de ampliación del túnel para vehículos -el plazo para su reapertura se extiende hasta el 9 de noviembre-. A la alternativa para los viandantes del paso de Panaderos, situado a apenas cien metros, podría sumarse en cuestión de días, semanas a lo sumo, el nuevo subterráneo de Padre Claret y Guipúzcoa.

El problema está al otro lado de la vía. Allí, en la calle Guipúzcoa, las obras de urbanización de las aceras en torno a las rampas y la calzada están menos avanzadas que en Estación y todo apunta a que el plazo de ejecución, que también era del 30 de junio -para la intervención completa del paso y la urbanización a los dos lados de la vía-, se ampliará a partir del próximo lunes.

En cuanto al nuevo paso en sí, ya construido y revestido su interior, el subterráneo, rampas incluidas, ronda los 25 metros de longitud para unir Delicias con la Circular. Peatones y ciclistas contarán bajo las vías con un paso de nueve metros de ancho y tres de alto habilitado, al igual que en las últimas obras de la integración (Rafael Cano, Andrómeda y Panaderos), con un cajón de hormigón hincado bajo el lecho ferroviario.