Secciones
Servicios
Destacamos
La joven A. C. A. A, de 21 años, hija de C.A. G., la actual pareja del primogénito de María Aguña es una de las personas llamadas hoy a declarar como testigo. Llegó con el hijo, J. Á. A. A., al piso de ... la finada, después de que las llamadas infructuosas le llevaran a alertar al 112. Fue el día después de la muerte de la septuagenaria, que falleció como consecuencia de la sofocación y el miedo que experimentó tras ser agredida por los tres asaltantes que irrumpieron en su casa en busca de la caja fuerte. La dejaron agonizando y huyeron sin llevarse lo que buscaban.
Esta testigo declaró a la Policia que fue en torno a las 15:00 horas cuando la pareja de su madre llegó a su casa y les comentó que llevaba llamando a María desde las 13:00 horas y que no conseguía contactar con ella. Así que aceptó acompañarle hasta el domicilio de la plaza Circular. Ambos llamaron con insistencia al interfono sin recibir respuesta y aprovecharon que un vecino entraba en el portal para acceder al interior. Acercaron la oreja a la puerta de la vivienda y escucharon la televisión a todo volumen, lo que le sorprendió, dijo la joven, porque María no era una mujer que ponía la tele muy alta. El hijo incluso saltó desde una ventana del rellano al patio por si pudiera ver algo a través de la ventana de la cocina, pero no lo consiguió. Mientras, ella tocaba el timbre reiteradamente sin obtener respuesta. Luego llamó a su madre, C, quien le informó de que A., la única hija de María Acuña que tenía un juego de llaves, iba de camino. Cuando, asistidos por los servicios de mergencia y la Policía entraron en la vivienda, se encontraron a María tirada, sin vida, en el suelo del vestíbulo. Estaba maniatada, amordazada con cinta americana y con visibles signos de violencia.
La titular del Juzgado de Instrucción 3 ha llamado también a declarar a B. S., pareja de M., la otra hija de la fallecida. Este habría instalado un cerrojo de seguridad en la puerta de entrada, según figura en el atestado policial. María, desde que sufrió un primer asalto en su domicilio en el que participaron cuatro personas disfrazadas de policías, blindó su hogar. En casa siempre había mucho dinero en efectivo por los negocios de la familia, conocidos tratantes de ganado.
S. A. M., cuñado de la asesinada, es participante y conocedor de los negocios familiares relacionados con la compraventa de reses y uno de los testigos que sabía que en la caja fuerte había 200.000 euros. Atribuye la propiedad de ete dinero al hijo y, el resto que se encontró en la casa, a la madre. También sabía, porque su sobrino lo había comentado en un bar delante de varias pesonas, que el martes 16 de octubre, la víspera del crimen, J. Á. A. A., tras haber discutido con su pareja, C. A. G., sacó 300.000 euros que guardaba en su domicilio y un empleado suyo los llevó a casa de su madre para que los custodiara en la caja fuerte. Temía que su pareja, con la que había discutido, le abandonara y se marchara con ese dinero.
Esa misma tarde, a las 18:30 horas, J.Á., acompañado de su tío y de un socio de este, volvió a casa de su madre y recuperó los 300.000 euros. A esa hora, en las inmediaciones de la plaza Circular, se encontraban dos de los siete sospechosos del robo, según ha revelado la triangulación de sus teléfonos móviles obtenida por la Policía Judicial.
Más información
Están citados también esta mañana en los juzgados de Angustias para que se ratifiquen en su declaración los quiosqueros amigos de la fallecida, F. S. S. y su marido L. A. C., así como un conocido de este que fue a verle y casualmente, el día de autos, 17 de octubre 2018, vio salir del inmueble de María a tres individuos que le resultaron sospechosos. Al llegar a la altura del quiosco, sobre las 13:15 horas, el testigo vio que L. A. C. llamaba sin éxito al telefonillo del portal 9 de la Circular. Su amigo le comentó que su esposa, la dueña del quiosco, le había encargado que avisara de nuevo a María, al sentirse preocupada porque no bajaba a recoger un pedido de leche que le había guardado. Tampoco contestó a un segundo timbrazo y el quiosquero se dio la vuelta para marcharse. Mientras se alejaba, su conocido observó que salían del portal «de una manera precipitada, tres individuos de tez oscura y pelo muy corto, dos de ellos de complexión media y uno fuerte, ninguno mayor de 50 años y no muy abrigados» que giraron hacia la izquierda nada más salir del portal en dirección a la calle Padre Claret, donde les perdió de visa.
Las grabaciones de las cámaras de los establecimientos del entorno de la Ciurcular corroboran la presencia escalonada de estos tres individuos. Se trata de G. M. K., G. E. K y A. A. M., los tres ciudadanos de origen búlgaro que, según los investigadores, fueron los autores materiales del asalto y de la agresión a María que terminó en homicidio.
Noticia Relacionada
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.