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Estado actual del acceso a la estación intermodal y los talleres de Renfe, en el páramo de San Isidro. El Norte

Qué ocurre si se liquida la sociedad Alta Velocidad: Valladolid pierde 16 pasos y 80 millones de inversión

Una disolución por el bloqueo dentro del Consejo de Administración no perjudicaría a Adif y Renfe, que ya tienen a la vista su nueva estación de pasajeros y el complejo ferroviario

Antonio G. Encinas

Valladolid

Lunes, 16 de septiembre 2024, 14:32

El contexto ferroviario de Valladolid se resume así: Adif y Renfe tienen ya en ejecución o a punto todos sus objetivos del convenio de integración. El nuevo complejo ferroviario (intermodal, traslado de Redalsa y Centro Tecnológico de Vía y talleres), la Variante Este y ... la futura estación de pasajeros, cuyo proyecto se espera para noviembre y podría empezar las obras a mediados del año que viene. En el complejo y la variante se han invertido 297,8 millones. La estación costará 170 millones aproximadamente. Mientras, Valladolid no tiene soterramiento y sí un plan de integración con un presupuesto de 106,2 millones del que se han ejecutado 28,75. Eso supone que de todos los pasos previstos se hallan en funcionamiento tres que estaban fuera del convenio (Mirto, Andrómeda y Rafael Cano), el de Panaderos, el de Padre Claret y, próximamente, el remate de Labradores. Quedan pendientes 16 túneles, ya sean peatonales, ciclistas o de vehículos, a lo largo de toda la traza urbana del ferrocarril, unos siete kilómetros y medio.

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Si hoy se liquidara la sociedad Valladolid Alta Velocidad, Adif y Renfe terminarían sus obras sin mayores problemas porque, de hecho, la nueva estación solo depende, en cuanto a proyecto y presupuesto, de Adif, sin implicación de la sociedad. Y Valladolid volvería al punto de partida.

Eso es lo que está en juego en los próximos meses después del nuevo cruce de mensajes entre el alcalde, Jesús Julio Carnero, y el ministro, Óscar Puente.

Jesús Julio Carnero contraprogramó la visita del ministro Óscar Puente con una mañana de actos y titulares. Y con una carta enviada al nuevo presidente de Adif para pedirle que «anule la aprobación del proyecto de construcción del paso inferior de Arco de Ladrillo» porque «no se ajusta al interés de la ciudad». Reitera sus tesis del caos circulatorio en el que se vería inmersa la ciudad e insiste en que el proyecto contiene «deficiencias» que deben ser subsanadas. «El proyecto aplica una solución técnica que este Ayuntamiento no puede asumir por no ser adecuada al uso que tenga ese paso como vía municipal».

Esgrime que se suprime en el túnel la mediana que sí existe en la superficie, «se reducen al mínimo permitido los carriles» y el tipo de trazado «es inadecuado» por la curva y contracurva que supone. «Es inaceptable por motivos de seguridad, en cuanto que los cambios de alineación están situados en los extremos del túnel, que es donde los conductores experimentan perturbaciones y dificultades visuales causadas por el cambio de nivel de iluminación».

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Considera además que no existe un estudio de tráfico suficientemente detallado. Un estudio que meses atrás se mostró dispuesto a asumir el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible por boca de su secretario de Estado, José Antonio Santano, en la última reunión del Consejo de Administración de la sociedad Valladolid Alta Velocidad.

Ante todas estas alegaciones, la respuesta del ministro, Óscar Puente, ha dejado claro que considera que se trata de una maniobra de dilación. Puente ha podido hablar sobre el asunto con el concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona, el único edil del equipo de Gobierno que ha estado presente en la visita a las obras de la nueva estación intermodal. «El proyecto está ya recibido y está aprobado, y por tanto está lista para licitación la obra. En todo caso, el Ayuntamiento forma parte de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad y allí emitirá el voto correspondiente cuando las obras se saquen a licitación», señala Puente.

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El Consejo de Administración de la sociedad Valladolid Alta Velocidad debería reunirse en el mes de octubre

La dúplica de Jesús Julio Carnero llegó poco después. «Es un requerimiento administrativo. No tiene nada que ver, es una fase posterior, con lo que tiene que decidir o no la sociedad Valladolid Alta Velocidad. Hemos hecho una serie de alegaciones técnicas en su momento debido, y sobre esas alegaciones no se nos ha dicho nada en un sentido o en otro. La sociedad Valladolid Alta Velocidad entrará en juego cuando tenga que entrar», afirmaba.

Pero es que para Óscar Puente solo hay una salida. En el próximo Consejo de Administración, que se podría celebrar en octubre, se llevará a la mesa la aprobación de la licitación de las obras. Si el Ayuntamiento -y la Junta- se oponen, se produciría una situación de bloqueo. «Eso a lo que abocará es a una situación imposible de sostener en la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, y por tanto llevará a su liquidación. Espero que impere el sentido común y antes de llegar a una situación así y abocar a la ciudad a la imposibilidad de hacer la integración, las partes reflexionen y vayan con una propuesta razonable al Consejo», señaló Puente.

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«Es voluntad, desde luego, del Ministerio llevar a cabo esas obras. Hay dinero en la caja de la sociedad más que suficiente para afrontar la obra de Arco de Ladrillo y otras muchas pendientes de realización que también muy pronto estarán listas para licitar. Como digo, depende de la voluntad de los socios de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad. Valladolid tiene una oportunidad en este momento de mejorar la permeabilidad del tren a su paso por la ciudad. Eso depende de la voluntad de muchos. Como saben todos, el soterramiento es imposible desde el año 2017 y estaría yo creo que muy mal para la ciudad que algunos convirtieran en imposible también la integración», concluyó Puente.

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