Valladolid

El maltrecho viaducto de Arco de Ladrillo pierde los quitamiedos

Son los primeros pasos visibles de la obra en la estructura, que ya ha provocado restricciones a la circulación -30 kilómetros por hora- durante todo junio, si bien no ha sido hasta este mes que han comenzado a verse los primeros cambios en el pavimento, como ya advirtió el propio Ayuntamiento, cuando informó de que los trabajos «más visibles» iniciarían en julio.

Los operarios trabajaban este viernes en el inicio de la subida del viaducto desde Delicias, donde limpiaban los escombros causados después de que también se haya comenzado a picar el pavimento de la estructura, que mantendrá dos carriles cerrados hasta el próximo mes de abril de 2025. La retirada de los quitamiedos proseguirá en las zonas más altas del viaducto, donde también se han colocado redes en los laterales de la estructura para evitar la posible caída de cascotes a la calzada y sobre los peatones. Además, para más protección, también se ha restringido el paso peatonal por debajo del puente, en cada una de las bocas del viaducto, a excepción de la más cercana a la calle del Puente Colgante y donde se encuentra una parada de autobús. El paso inferior por el túnel también permanece abierto. Esta es la situación actual de las obras en el viaducto, donde los trabajos ya empiezan a mostrar las primeras modificaciones en su estructura.

Además, las labores también han obligado a clausurar parte de los aparcamientos del lateral derecho del viaducto, el más cercano a la estación de autobuses, donde se han suprimido los estacionamientos más pegados a la estructura. Los trabajos para renovar el viaducto comenzaron el pasado 30 de mayo, mismo día en que el Ayuntamiento de Valladolid anunció la intervención de emergencia en el Arco de Ladrillo para reparar los daños existentes en los bordes del puente, que a pleno funcionamiento registraba el paso de más de 42.000 vehículos al día. La actuación inició con la señalización de las obras, la restricción a dos carriles, la instalación de las barreras 'new jersey' y su posterior sustitución por otras de hormigón en el carril donde trabajan los operarios.

Las obras en el viaducto no provocarán más cierres al tráfico, al menos en el lado de las vías de Delicias, tampoco en el entorno de la calle Mikado, donde la estructura del puente es similar a la de la zona que se ha cerrado al tráfico al otro lado de las vías. Durante las próximas jornadas se procederá a retirar el resto del quitamiedos, incluyendo también las medidas de protección que se renovaron hace casi tres años, en agosto de 2021, cuando un turismo destrozó parte de la barrera en un accidente de tráfico en el puente y que obligó a reponer un tramo de veinte metros en el mismo margen donde trabajan ahora los operarios.

Las labores se centrarán aquí previsiblemente hasta noviembre, antes de que los operarios inicien los mismos trabajos en el otro carril y donde se llevará a cabo la misma actuación para mejorar las defensas del viaducto del Arco de Ladrillo, que presenta un estado de deterioro importante que ha obligado a su reforma tras años sumando intervenciones y parches. La segunda y última fase de la obra se alargará durante otros cinco meses, hasta abril de 2025, cuando los trabajos finalizarán por completo siempre que se cumplan las previsiones.

La inversión para arreglar los desperfectos asciende a los dos millones de euros, si bien la cifra podría variar en función de como avancen las obras, como confirmó en su día el concejal de Movilidad, Alberto Gutiérrez. Las labores se iniciaron por razones de seguridad y ante el temor de posibles accidentes sobre el viaducto, como aseguró entonces el edil. «Las defensas son insuficientes y podría darse la situación de que un vehículo cayera desde lo alto en caso de accidente, lo que supone un riesgo para la seguridad», explicó. Los trabajos en el viaducto suprimen además cincuenta plazas de aparcamiento bajo el tablero, en la zona de Delicias.

Durante las últimas semanas, previas al inicio de los trabajos, el cierre de dos de los cuatro carriles del viaducto ha provocado retenciones en los accesos al puente. Los problemas se viven especialmente en dirección salida, donde la congestión es importante en algunos momentos de la jornada en el paseo del Arco de Ladrillo, en el tramo que alcanza hasta el de Filipinos. Las alternativas más factibles para evitar las posibles retenciones son el paso de Panaderos o tomar la alternativa por el Paseo de Zorrilla y cruzar las vías por el viaducto de Daniel del Olmo, por donde todavía se mantiene la restricción del paso a vehículos pesados, como camiones y autobuses.