Secciones
Servicios
Destacamos
La Navidad en Valladolid no sería lo mismo sin el carrusel de la Plaza Mayor. Si para los niños de la ciudad montarse en los caballitos durante estas fechas es una tradición, para los pequeños turistas se convierte en una grata sorpresa cuando desembocan en el ágora vallisoletana después del empacho de luces de colores de la calle Santiago. El tiovivo es diversión para los críos, el fondo perfecto para los selfies navideños de los adolescentes y añoranza de tiempos pasados para el resto. Abro hilo:
↓ Tras los mandos que hacen girar el carrusel de caballitos que cada año se monta en la Plaza Mayor durante las navidades está Juan Carlos Clemente Ortega. Este joven vallisoletano, junto a sus padres, Juan Carlos y Pilar, dirige la empresa Carruseles Ortega, un negocio familiar que antes perteneció a su abuelo, Luis Ortega, y hace más de un siglo a su bisabuelo, José Ortega. Juan Carlos, con 35 años, se ha convertido en la cuarta generación de la saga de feriantes vallisoletanos.
↓ «Mi bisabuelo ya era feriante, tenía una caseta de tiro y le surgió la oportunidad de comprar una rueda de caballitos en los años treinta del pasado siglo. No sé muy bien cómo, pero salieron a subasta dos carruseles que habían llegado desde Estados Unidos», explica Juan Carlos en el Café del Norte, media hora antes de descorrer con enésima vez la lona que deja al descubierto una de las joyas de la empresa, el carrusel de dos pisos inspirado en los libros de Julio Verne que desde hace 25 años gira en la Plaza Mayor de Valladolid durante estas fechas. «Esta temporada, estaremos hasta el 25 de febrero», calcula.
↓ El tiovivo que hoy vemos en la ciudad del Pisuerga nada tiene que ver con el que consiguió el bisabuelo de Juan Carlos en 1932: «Ese año se subastaron dos carruseles, el que se adjudicó mi bisabuelo Pepe, con tres filas de caballitos de madera tallada, y otro denominado 'La reina', que creemos que fue a parar al parque de atracciones de Madrid». Este primer carrusel de la familia Ortega sigue funcionando «perfectamente». «Es una plataforma centenaria de caballos, cebras y cerdos que estos días está en Ciudad Real. Hace años le hicimos una remodelación profunda. Las figuras tenían tantas capas de pintura, que fue difícil llegar a la madera», explica Juan Carlos.
↓ Con la adquisición de la rueda de caballitos, el bisabuelo de Juan Carlos consiguió que la empresa prosperara. A principios de los años 50, José Ortega tenía camión propio y un remolque caravana donde se transportaban con mucho mimo los corceles de madera. Cuando José murió, su hijo Luis decidió seguir con el negocio. «Remodeló las instalaciones, renovó las luces, mejoró la decoración, pero sin perder el estilo clásico que les diferenciaba del resto de compañías», asegura Juan Carlos, que recuerda perfectamente el «peculiar frote de manos» de su abuelo Luis, «siempre lleno de pintura y con el mono de trabajo, en la nave donde reparamos y guardamos los carruseles, en Santovenia».
↓ Pero la mayor inversión de la empresa fue hace un cuarto de siglo, cuando los padres de Juan Carlos decidieron ampliar el negocio con la compra de dos carruseles de dos pisos en Francia: el que se coloca en la Plaza Mayor de Valladolid, que combina el universo victoriano con la creatividad de las historias de Julio Verne, y otro de estilo clásico, con caballos y carrozas, que está instalado estos días en Valencia. «El desembolso fue enorme y los comienzos muy duros. Me acuerdo de escribir cartas en casa a los ayuntamientos para ofrecer la instalación de los carruseles en las plazas mayores. Costó, pero poco a poco fuimos teniendo respuestas», rememora Juan Carlos. En Valladolid fue el exalcalde Francisco Javier León de la Riva el que autorizó la instalación del tiovivo en la Plaza Mayor hace ya un cuarto de siglo.
Noticias relacionadas
Berta Muñoz Castro
Berta Muñoz Castro
Berta Muñoz Castro
↓ Con la llegada de los carruseles a las plazas, la vida de esta familia de feriantes vallisoletanos dio un giro radical. «Ya no tenemos la necesidad de tanto movimiento. En Valladolid, por ejemplo, estamos hasta el domingo después de carnavales. Esto nos permite vivir en nuestra casa y no en una vivienda móvil como la que tenían mis padres», explica Juan Carlos. Acabada la Navidad, los dos carruseles grandes viajan a Jerez de la Frontera y a Cádiz. «El original, el que compró mi bisabuelo, es el único que actualmente va de feria». Cada año, se suma a las atracciones del Real de la Feria durante las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo de Valladolid.
↓ Con este carrusel, tres generaciones de la familia Ortega han recorrido ferias de toda España. Desde mayo a septiembre podrían hacer hasta nueve paradas (Talavera, Plasencia, Cáceres, Palencia, Torrelavega, Burgos, Gijón, Santander, Bilbao...). «Mi hermana Leyre y yo nos quedábamos con los abuelos -ella con los paternos y yo con los maternos- para poder estudiar. Mientras, mis padres llevaban los caballitos por toda España para que a nosotros no nos faltara de nada. Solo nos juntábamos durante las vacaciones escolares», recuerda este joven feriante.
↓ «Antes no me planteaba seguir con el negocio, pero ahora no lo descarto», reconoce Juan Carlos, graduado en Criminología y estudiante de Derecho, en el primer piso del carrusel, entre el submarino 'Nautilus', inspirado en la novela '20.000 leguas de viaje submarino', y un globo aerostático que hace un guiño a la novela 'La vuelta al mundo en 80 días'. «Si tuviera que destacar algo de mi trabajo, me quedo con los abuelos que vienen a montar a sus nietos y se sorprenden al descubrir que esta empresa es la misma que ellos conocieron cuando eran niños». Las 1.200 bombillas de rueda de caballitos les hipnotizan. Y no es para menos. Durante los tres minutos y medio que dura el pase, regresan a la niñez, a unos años donde la llegada del carrusel, seguro, era todo un acontecimiento.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.