Jero, el del medio de Los Chichos, nació en Valladolid

«No abuses de la bondad, no abuses porque soy bueno, ni más ni menos, ni más ni menos. No abuses, no abuses niña, porque sabes que te quiero. No abuses de la nobleza, porque soy un buen gitano, ni más ni menos, ni más ni menos». Incalculables son las veces que esta rumba ha sonado en la radio, innumerables las ocasiones que se ha rebobinado en los casetes, incontables los momentos que se ha convertido en la banda sonora de una noche de copas o que se ha versionado en las verbenas de verano. Se trata de 'Ni más ni menos', la canción que dio nombre al primer disco de Los Chichos y que el trío grabó con Philips con la ayuda del padre de Paco de Lucía allá por 1974. Un éxito musical sin precedentes que tiene nombre y apellidos, el del gitano vallisoletano Juan Antonio Jiménez Muñoz 'Jero'. Abro hilo:

↓ El extraordinario compositor, cantante y guitarrista Juan Antonio Jiménez Muñoz nació en Valladolid el jueves 29 de marzo de 1951. El del medio de Los Chichos vino al mundo en el número 49 de la calle de la Fuente el Sol del barrio de La Victoria. Allí vivió hasta los siete años, cuando la inesperada muerte de su padre, Ramón el 'Tío Puntas', obligó a la familia a emigrar a Madrid. A El Pozo del Tío Raimundo (Puente de Vallecas) llegó Jero en 1957. La misma barriada, Entrevías, que lloró su muerte demasiado pronto, el domingo 22 de octubre 1995.

↓ El alma de Los Chichos presumía de vallisoletano. En más de una ocasión lo ha dicho su hijo, el músico y productor Julio Jiménez 'Chaboli', pareja de Niña Pastori. Hacía referencia a Valladolid en entrevistas y también en sus canciones. En el tema 'Qué bonito que te quieran' cantaba: «Nací en Castilla la Vieja, soy gitano cien por cien». Parte de su familia sigue hoy viviendo en Delicias. Entre ellos, su sobrino Juan Miguel Jiménez 'El Pérrez'. «Le recuerdo siempre con un café y papel para componer. La última vez que le vi, sería 1992, llegó a Las Viudas con un Renault 25 que hablaba -sonríe- y un guardapolvos tres cuartos de cuero. Tengo la imagen grabada. Era el Michael Jackson español, todo lo que tocaba lo convertía en oro», recuerda emocionado.

↓ Jero heredó de su padre la pasión por el flamenco. De su madre, Herminia –La Puri, para sus vecinas o allegados de Valladolid–, la bondad. Eran tres hermanos. El pequeño, Aquilino 'El Nene', le acompañaba en los coros. «Tenía duende. Era un genio, un rumbero innato, un pedazo de artista, con una capacidad increíble para componer», recuerda El Pérrez, que ha seguido los pasos de su tío y que está a punto de sacar al mercado nuevo disco.

↓ Durante los primeros años en Madrid, la familia vivía de la venta ambulante de ropa y ajos. El trasegar del pequeño Juan Antonio por El Pozo cargado con las ristras le valió el mote de 'El ajero', un apodo que el compositor acortó para utilizarlo como nombre artístico. Años después, lo registraría en la SGAE ya como autor de 200 canciones diseminadas en 18 discos con Los Chichos y dos en solitario. El mismísimo Joaquín Sabina produjo en 1989 el álbum doble en directo, 'Y esto es lo que hay', que Los Chichos grabaron en la sala Jácara de la capital de España.

↓ «Era una buena persona. Si podía hacer un favor, se lo hacía a cualquiera», recuerdan los que conocieron. Se casó a los 17 años, por la ley gitana, con Araceli Borja, que contaba entonces con 14 años. Fue el amor de su vida. Fruto de esta relación nacerían dos hijos: Julio Jiménez 'Chaboli' y Adela. Poco se sabe de su mujer, solo que también tenía una voz prodigiosa y que era una de las tres chicas que hacía los coros del grupo. Actualmente, vive en su casa de siempre, en Entrevías.

↓ El destino de Juan Antonio Jiménez cambió en una juerga flamenca. Los hermanos Emilio y Julio González buscaban a alguien que les acompañase durante un bolo y se fijaron en él. Era un gitano joven, con una voz extraordinaria. Conectaron de inmediato.

↓ Jero se subió a un escenario por primera vez con 21 años en la sala Elektra de Vigo. En otoño de 1972. Cobró mil duros (5.000 pesetas, 30 euros). Julio González explicó años después a El Norte ese primer encuentro: «A mi hermano y a mí nos había salido un contrato en Vigo, en la sala Elektra. Ya no existe, se quemó. Llamamos a Jero para que nos acompañara con los timbales. Íbamos para Vigo y él llevaba el coche; nos salimos de la carretera y dimos tres vueltas de campana. Salimos sin un rasguño». A pesar del accidente, el concierto fue un éxito y les sirvió de pasaporte para nuevos contratos. Finalmente, ficharon por la casa Philips para convertirse en uno de los grupos con más ventas de la historia de la música en España: 22 millones de álbumes vendidos hasta la fecha.

↓ Los Chichos conquistaron al gran público desde su primera cinta, 'Ni más ni menos', en 1974. Su éxito llegó por las gasolineras (vendieron millones de copias de sus casetes), las prisiones (tocaron en una veintena de cárceles y pidieron a su discográfica que distribuyera radiocasetes en los penales para que los presos pudieran escuchar sus canciones) y los barrios más desfavorecidos.

↓ La primera canción escrita por Jero, precisamente, fue 'Quiero ser libre'. Tenía 20 años y compuso el tema con la historia de su compañero de celda. Antes de formar parte de Los Chichos, Jero se sacaba unos duros como trilero en la Gran Vía. Timó a unos cuantos turistas y le pilló la policía. Pasó un par de días entre rejas. Su mujer le llevó una guitarra para que se entretuviera hasta su puesta en libertad. Allí, en el 'chabolo', dio forma a su primer éxito.

↓ A este le siguieron otros como 'La historia de Juan Castillo' y 'Te vas me dejas'. Con él, la rumba comienza a traspasar fronteras. Los Chichos llegan a publicar un disco por año. Prueba de su fama, es la invitación para actuar en el programa Aplauso en 1982, icono televisivo de la época. También participan en la banda sonora de las películas 'Miedo a salir de noche', de Eloy de la Iglesia (1979), y 'Yo, El Vaquilla' (1985), dirigida por José Antonio de la Loma.

↓ Durante 17 años Juan Antonio Jiménez Muñoz fue el del medio de Los Chichos. En este tiempo regaló al grupo los temas que les auparían a lo más alto. Su carrera parecía imparable, hasta que en 1990 decide emprender su camino en solitario sacando al mercado dos discos –'Tembló, pero no calló' y 'Agua y Veneno'– y una maqueta que nunca se publicó. La grabó en 1995 y por deseo de su familia nunca verá la luz.

↓ En 1999 Estopa homenajeó a Jero con el tema 'El de en medio de Los Chichos', pero sus familiares y admiradores siguen pensando que la ciudad que le vio nacer «nunca le ha reconocido como se merece». Hace ocho años, pidieron a través de la plataforma change.org una calle con su nombre en la capital vallisoletana. El entonces alcalde Óscar Puente se comprometió a estudiar la posibilidad de hacer este homenaje al autor pero, con el cambio de Gobierno en el Ayuntamiento de la ciudad, la propuesta se ha quedado olvidada en un cajón.

↓ Es más, el 28 de febrero de 2016, en la sección de El Norte 'El Alcalde responde', Puente reconocía a un lector que «una trayectoria como la de Jero es merecedora de un reconocimiento. Apunto su sugerencia para tomarla en cuenta en el momento en el que haya que engrosar el callejero de Valladolid». Pero ahí quedó.

↓ Jero era tímido y extremadamente generoso. Tanto que, cuando tenía dinero, compraba electrodomésticos a sus vecinos del barrio del Pozo. El éxito le superó. A los 44 años. Llevaba cuatro meses limpio, pero sufría depresiones. Aprovechó un descuido de su familia para sentarse hacia atrás en la balaustrada de su terraza –un segundo– y dejarse caer. Cuando la ambulancia llegó nada se pudo hacer por este gitano, vallisoletano de pila y madrileño de corazón. Jero descansa en el panteón familiar junto a sus hermanos en el cementerio de Carabanchel. Un compositor superlativo de la rumba española, que bien merecido tiene un reconocimiento público en su ciudad natal, Valladolid.

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