Dafne Calvo, profesora de Periodismo en Valencia

«Al final los medios son los que son capaces de certificar qué cuestiones son verdaderas»

En el Salón de Grados de la Facultad de Filosofía y Letras presentó su libro 'Periodista digital: ecosistemas, plataformas y contenidos' (Comunicación Social, 2024). Ese era el objetivo inicial de la conferencia, en realidad, cuando se programó. La Dana lo complicó todo y lo completó. Y una de las conclusiones que escucharon los estudiantes de Periodismo fue que la sobreabundancia de información desinforma.

Dicho por Dafne Calvo: «Hubo una sobreabundancia de información, no desde el primer momento, pero tal vez desde el jueves o desde el viernes, donde había tantísimo contenido que era imposible distinguir entre aquel contenido cierto y aquel contenido más propositivo que trataba de ayudar y otro que trataba de ser más incendiario y de provocar sentimientos menos colaborativos por parte de la población».

En un contexto desinformante, los eslóganes cambian de sentido. Ese famoso verso, «solo el pueblo salva al pueblo», que se ha replicado casi como una etiqueta en las redes sociales, ha acabado por cobrar un significado diferente, transmutado en llamamiento a la antipolítica. «Esa frase es de un poeta valenciano muy conocido y muy popular en los sectores de la izquierda, pero ha habido una apropiación que ha polarizado y ha tratado de plantear un discurso anti-establishment que en este momento histórico tiene mucho que ver con la extrema derecha. Recuerdo, por ejemplo, una pancarta el día que hubo la manifestación contra las medidas de la Generalitat Valenciana, que ponía no somos ni derechas ni izquierdas, somos los de abajo y vamos a por los de arriba. Y yo me acordaba de que esa máxima era la del 15M, pero leída ahora se ve en un contexto completamente diferente. Esta visión anti-establishment tiene unos matices muy diferentes a los que tenía hace 10 años», señala.

Los bulos han jugado un papel muy relevante en todo el desarrollo posterior de los acontecimientos. Los ataques a la Cruz Roja por su 'ausencia' de la zona cuando había más de tres mil miembros de la organización desplegados allí y su presencia era constante en cada imagen que llegaba de la zona. Noticias que achacaban los delitos a los inmigrantes, o acusaban los gerentes de los bazares de subir los precios de los alimentos. «Está claro que ese contenido no es inocente, que ese contenido está claro que tiene una estrategia y tiene la intención de plantear una visión de mundo que en realidad tiene poco que ver con la solidaridad y con la ayuda mutua que se había demostrado por parte de la ciudadanía», señala Calvo.

Pregunta a los estudiantes cómo se informaron en primer lugar. Por las redes sociales. Estudiantes, recordemos, de Periodismo. Y sin embargo,» cuando se necesita información de claridad, quienes certifican la visibilidad de este tema siguen siendo los medios de comunicación», les explicaba la investigadora palentina. «En realidad eso demuestra la importancia que tienen los medios de comunicación», asegura en una conversación previa con El Norte. «Primero, porque que los medios de comunicación señalen un tema en la agenda hace que se garantice que ese tema es visible. […] Y después, porque al final son quienes son capaces de certificar qué cuestiones son verdaderas y generar un faro en el que podemos pensar en qué información es importante y también incluso cambiar el relato. Y no tenerlo tan ensuciado de toda esta desinformación y todos estos contenidos de odio, sino dirigirlo a una visión más propositiva y que ayude realmente a solucionar el problema».

El periódico local de Vocento en la Comunidad Valenciana, 'Las Provincias', es un ejemplo de faro, en este caso. No solo contando los puros hechos y sus consecuencias, sino volcado en difundir la información útil. Porque quizá el otro día hacía falta más 'karcher' y menos leche. Y hoy quizá ya no. «Al final hay que trabajar con las comunidades locales y ahí el periodismo también tiene una oportunidad de acercarse a la ciudadanía y saber qué es lo que necesita.

Porque la 'karcher' era hace dos semanas, pero hace una semana eran microondas para que pudieran calentar una comida y ahora son colchones para que la gente que vive en pisos bajos tuviera dónde dormir. En momentos de tanta urgencia las necesidades cambian muy rápidamente», explicaba Calvo.

La profesora palentina-valenciana volverá hoy a Valencia. Y volverá a echar una mano con lo que se necesite ahora. Porque esto, dice, va para muy largo. Y los medios de comunicación serán vitales para que, entre polvorones y turrón, no se olvide todo el trabajo de reconstrucción pendiente.