Comercios históricos de Valladolid: Casa Baroja
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Comercios históricos de Valladolid: Casa Baroja
La tienda que vendía solo zapatos hechos en ValladolidEl riojano Dionisio Baroja Romeo (Ausejo, 1854) abrió en 1884 en el número 5 de la calle Alfareros (hoy Claudio Moyano) una fábrica de calzado, al mismo tiempo que inauguraba un despacho de venta en el número 38 de la calle Santiago, esquina al Atrio. «Entre las industrias que cada vez van dando mayor importancia comercial a Valladolid figura en primer término la conocida fábrica mecánica de calzados de D. Dionisio Baroja», recogía en septiembre de 1915 la revista 'Mundo Gráfico', una de las revistas más populares y modernas del primer tercio del siglo veinte dedicadas al fotoperiodismo. La publicación reseñaba en su artículo que dicha fábrica era entonces «una de las más importantes de España» y podía «competir su fabricación con las más esmeradas del extranjero».
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En 1892, ocho años después de su puesta en funcionamiento, Dionisio Baroja trasladó su fábrica «por ensanchar los talleres y moverla con fuerza de vapor» -tal y como publicitaba el comerciante en El Norte de Castilla- al número 2 de la Acera de Recoletos. Años más tarde la cambió al número 9 de la misma vía y terminó instalada en el 27. El comercio de la calle Santiago, esquina con el Atrio, convivió un tiempo con otro despacho de venta en el número 23 de la misma calle. Finalmente se cerró el primero, quedando solamente abierto el del número 23. «En los escaparates de Dionisio Baroja, todos los días nuevos modelos de calzado de señora, caballero y niño con gran diferencia en los precios sobre todos los demás por tener su fábrica», se anunciaba a principios del siglo XX este histórico comercio vallisoletano.
Casado con Saturia Prieto Aránsolo, el matrimonio tuvo cuatro hijas: Fermina, Luisa, María y Goya. Luisa se casó con el conocido sastre Gregorio Hernández Cacho, quien tenía el comercio en el número 29 de la Acera de San Francisco (hoy Plaza Mayor). Fue éste quien le dio el relevo a su suegro cuando Dionisio Baroja decidió, por motivos de salud, traspasar el negocio «por no poder atenderlo». Era el año 1926. Posteriormente acabó en manos de la conocida familia de comerciantes de calzado Villalonga, fundadores de la zapatería más longeva de Valladolid, señala el folklorista Joaquín Díaz. Dionosio
Especialista en calzado de lujo, con una producción muy notable para la época (entre 800 y 1.000 pares de calzado al día), Dionisio Baroja fue miembro del Círculo Mercantil y de la Cámara de Comercio de Valladolid. Impulsó y presidió en 1908 la Federación Gremial y, en 1912, la Sociedad de Zapateros. Falleció el 29 de enero de 1942 a los 87 años.
Su hija pequeña, Goya Baroja, abrió en octubre de 1936, en el número 4 de la calle Santiago, junto al Café Cantábrico, otra zapatería. «El nuevo local, lindo, coquetón y modernamente decorado será en adelante el lugar preferido por las damas de buen gusto en el calzar, ya que el apellido Baroja. significa una garantía de acreditado estilo en la industria del calzado. La señorita Baroja, Goya Baroja, para sus mejores amigas, se propone -obligada por el apellido que siempre figuró en primer plano en esta industria- continuar la tradición de aquel, con el mismo gusto y esmero que tanto acreditó al señor Baroja«, contaba este periódico a los pocos días de la inauguración de este nuevo establecimiento comercial.
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