La calle San Blas, en la actualidad. Rodrigo Jiménez

El cronista | Callejeando por Valladolid

La calle San Blas: nexo de unión del Valladolid medieval

Esta vía sucumbió a los años de hierro y fuego de maltrato del patrimonio urbanístico de mediados del siglo XX y apenas conserva vestigios de su pasado

Jesús Anta

Valladolid

Viernes, 5 de enero 2024, 00:01

Entre la plaza de San Miguel y la del Rosario discurre la calle de San Blas. Médico, obispo y mártir, nació en Armenia y murió a principios del siglo IV. Fue una santo muy popular en su momento al que se le atribuía el don ... de la curación milagrosa. Es el patrón de los otorrinolaringólogos.

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La calle fue una de las principales del Valladolid medieval, pues comunicaba la Colegiata con el Puente Mayor (dos puntos neurálgicos), atravesando por la plaza de San Miguel, tal vez la más antigua de la ciudad.

La plaza, que es donde comienza San Blas, tuvo primigeniamente un templo dedicado a San Pelayo (santo adolescente que alcanzó enorme popularidad en los primeros años de la Reconquista como símbolo de lucha contra el Islam), y parece que ya existía cuando Ansúrez recaló en la entonces aldea vallisoletana. Pero hacia el siglo XII la cambiaron por el nombre de San Miguel, lo que hace pensar que al arcángel ya se le consideraba patrón o protector de la villa. Aquella primitiva capilla -seguramente mozárabe- se sustituyó en tiempo de los Reyes Católicos por un templo más grande, y en pie estuvo hasta finales del XVIII. Del edificio se conservan restos de sus cimientos que se han señalado en el pavimento de la plaza. En ella destaca la esquina del hotel Olid que es, precisamente, el que da entrada a la calle que nos aprestamos a recorrer.

El Olid, inaugurado por la cadena de hoteles Meliá, abrió al público en diciembre de 1969 y durante muchos años fue un referente de la Seminci tanto por las actividades paralelas que en él se organizaban como por ser donde se alojaban los actores, directores y otros invitados a participar en la Semana.

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Frente al Olid, en la acera de los pares, está la tienda de Pantaleón Muñoz, apellido centenario en el mundo de la alimentación: Pantaleón, dedicado a la elaboración de embutido y procedente de Candelario (Salamanca), se estableció en Valladolid en 1882.

La calle San Blas, en los años 80. Archivo Municipal de Valladolid

San Blas es una de esas calles que en los años de hierro y fuego de especulación y maltrato del patrimonio urbanístico de mediados del siglo pasado sufrieron una transformación radical, hasta el punto de que del pasado solo queda el número 8 de la misma, en cuya puerta se recuerda su fecha de construcción: 1880; y la antigua fachada del colegio de Santa Teresa.

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Uno de los edificios señeros de San Blas es el hospital Felipe II, inaugurado en 1965 por la Cruz Roja, hasta que en el año 2000 la entidad dejó de prestar asistencia sanitaria y lo vendió con la finalidad de construir en el barrio Girón un centro de emergencias, que no llegó a hacerse debido a una fuerte polémica, para atención a grupos excluidos, tales como toxicómanos, sin techo, etcétera. El hospital pertenece ahora al grupo Recoletas, propietario ocho hospitales y cerca de cincuenta centros de atención sanitaria, principalmente en Castilla y León.

La arquitectura del Hospital se considera de interés dentro de la arquitectura contemporánea por DO.CO.MO.MO., la entidad internacional que pone en valor la construcción moderna.

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La calle cruza la de Felipe II, de la que merece destacarse que en el número 3 de la misma vivió y murió el insigne académico y literato Narciso Alonso Cortés (1875-1972), el gran experto en la obra de José Zorrilla.

La ventana iluminada antes era la puerta de entrada al colegio de las Teresianas. J. A.

Continúa San Blas y en la acera derecha está la fachada original del colegio de Santa Teresa de Jesús (Teresianas), abierto al público en 1924, hasta que una ampliación del mismo, inaugurada en 1966, llevó a cegar su puerta de entrada, reconvirtiéndola en ventana, y el colegio abrió sendas puertas de acceso por la calle Felipe II y San Juan de Dios. Las Teresianas llevaban establecidas en Valladolid desde 1915.

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San Blas desemboca en la plaza del Rosario, donde se encontraba una de las puertas antiguas de la ciudad, por la que se accedía a la Antigua y a la Colegiata.

De la vieja plaza del Rosario, conocida popularmente como del Rosarillo, nada queda de su caserío antiguo: se ha destruido y sustituido todo él. Se salvó la fachada del hospital de San Cosme y San Damián, que se reinstaló en la adyacente calle de San Juan de Dios como puerta de entrada en la Residencia Sacerdotal del Arzobispado.

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