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La avenida Ramón y Cajal de Valladolid. Foto: R. Jiménez; Vídeo: R. Ucero

El cronista | Callejeando

Un paseo por la historia de España a través de una avenida de Valladolid

La calle que acoge el Hospital Clínico alberga retazos ilustres como el palacio de los Vivero, en el que contrajeron nupcias los Reyes Católicos

Jesús Anta

Valladolid

Viernes, 8 de diciembre 2023, 00:14

Pasear por la avenida de Ramón y Cajal es tanto como recorrer importantes pedazos de la historia de España a través de sus personajes y edificios de enorme interés. La vía recibió ese nombre en abril de 1922 para sustituir al anterior de calle de la Audiencia.

Es, precisamente, delante de la antigua Audiencia o Palacio de Justicia donde comienza la avenida. El inmueble es ni más ni menos que el palacio de los Vivero (siglo XV), del que siempre se subraya que en él tuvo lugar el desposorio de Isabel y Fernando (los Reyes Católicos) el 19 de octubre de 1469, como acontecimiento de especial relevancia.

Mas, de este antiguo palacio, del que solo queda una parte de su original construcción, cabe destacar el papel que sus propietarios, y personas con los que se relacionaron, jugaron en la historia: Juan II de Castilla, Enrique IV, Álvaro de Luna, los citados Reyes Católicos, etcétera. En él estuvo, como se ha dicho, el Palacio de Justicia hasta que fue trasladado en 1960 a su actual emplazamiento en la calle Angustias y pasó a albergar el Archivo Histórico Provincial.

Y frente al palacio se encuentra el convento de las Descalzas Reales, del siglo XVII, cuya iglesia tiene un magnífico conjunto de pintura italiana procedente de la Toscana y esculturas de Gregorio Fernández.

Termina esta avenida, con mucha vida y movimiento de personas debido a los servicios que a un lado y otro tiene, en la calle Alamillos (en el cruce con la Real de Burgos), junto al monasterio de las Huelgas Reales.

El Hospital Clínico Universitario, principal motor de la actividad en la avenida, comenzó a funcionar en octubre de 1977 y se inauguró el día tres de enero del año siguiente. Se construyó para sustituir al Hospital Provincial, que a su vez había servido para acoger los servicios del viejo Hospital de la Resurrección (donde ahora está la Casa Mantilla, en la Acera de Recoletos). Dado que por esta zona estuvo el pabellón antituberculoso, no es de extrañar, por tanto, que el entorno por el que discurre la avenida Ramón y Cajal se llame barrio del Hospital. El Clínico se edificó sobre el solar en el que estuvo el antiguo Seminario Conciliar.

Imagen después - El desaparecido Seminario Conciliar y las obras de construcción en el mismo terreno del Clínico (1977).
Imagen antes - El desaparecido Seminario Conciliar y las obras de construcción en el mismo terreno del Clínico (1977).
El desaparecido Seminario Conciliar y las obras de construcción en el mismo terreno del Clínico (1977). Archivo Municipal de Valladolid

En la acera de la derecha, frente al Clínico, se encuentra el Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León. Fue en origen el Instituto Provincial de Higiene, inaugurado en enero de 1975. El actual es un edificio que sustituyó al viejo instituto construido en los años 30 del siglo pasado.

En la esquina del cruce con Sanz y Forés hay un pequeño edificio residencial que en su día llamó la atención de la ciudad y que quedó «bautizado» como la 'casa de los catedráticos', pues sus viviendas, efectivamente ,se construyeron en los años 70 para catedráticos de la Universidad por iniciativa del rector de la misma, Luis Suárez Fernández.

El antiguo Hospital Provincial, que también ocupa toda la acera de la derecha de Sanz y Forés –que fue nombrado arzobispo de Valladolid en 1881-, con la que hace esquina Ramón y Cajal, es obra del arquitecto Teodosio Torres (autor, entre otros edificios, del Instituto Zorrilla), que recibió el encargo del Ministerio de Fomento y de la Diputación Provincial de construir un hospital y la Facultad de Medicina. Torres recorrió los más modernos hospitales de Francia para estudiar las condiciones de aireación, aislamiento de enfermedades, iluminación… En definitiva, la forma más actual por aquel entonces de construir y distribuir las plantas de un hospital. Se inauguró en el año 1883.

Aunque ha sufrido diversas ampliaciones y modificaciones, el antiguo hospital es perfectamente reconocible su estilo racionalista de inspiración francesa en el que domina el ladrillo. Ahora está dedicado a servicios administrativos de la Diputación Provincial.

Muy posteriormente, en 1960, se construyó, adherido al mismo, la nueva Facultad de Medicina, que además de las dotaciones propias para impartir los estudios acoge la Colección de Ciencias Biomédicas, que incluye secciones de Anatomía, Histología y Oftalmología. Se trata de uno de los museos dependientes de la Universidad de Valladolid.

No debe pasar desapercibido que en los jardincillos junto a la Facultad, en 2019, se instaló un busto del Nobel de Medicina que da nombre a la avenida. La obra es de un trabajador del Hospital Clínico y escultor: Miguel Alfayate Sánchez.

Frente al Hospital Provincial, al que habrá que acostumbrarse a llamarlo Diputación Provincial, está el patio del colegio de la Enseñanza y la residencia universitaria Monferrant. Viene el nombre de la residencia del apellido que toma Juana de Lestonnac, religiosa francesa fundadora de la Compañía de María en 1607, y que tomó los hábitos con 46 años tras el fallecimiento en 1597 de su esposo, Gastón de Montferrant, con el que tuvo ocho hijos

Es de agradecer la reforma que el colegio de la Enseñanza -de la Compañía de María- ha llevado a cabo en la tapia que separa su patio de la calle, permeabilizando la misma mediante tramos de rejería que aligeran la sensación de pantalla ciega que producen los muros en las calles de la ciudad.

El Monasterio de las Huelgas Reales en 1910. Archivo Municipal de Valladolid

En el último tramo de la avenida, cuando se cruza con la calle de Colón, se ve en toda su amplitud la fachada de la iglesia de la Magdalena, adornada con el imponente escudo de Pedro de la Gasca -un personaje que lo fue todo en los reinados de Carlos I y Felipe II-, y que pasa por ser de los más grandes del mundo esculpidos en piedra.

Haciendo pared con la iglesia está el monasterio de las Huelgas Reales. Fundado hacia el año 1300, acoge una comunidad femenina de la Orden del Císter. No obstante, la construcción actual es básicamente del siglo XVI. En su capilla se encuentra el sepulcro en alabastro de María de Molina, la fundadora. Tres veces reina, pues lo fue con su esposo Sancho IV, regente de su hijo Fernando IV y tutora de su nieto Alfonso XI, demostró una excepcional inteligencia y desempeñó un papel fundamental en la historia de Castilla. Fue la gran dama de las testas coronadas de Europa.

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