Un camarero de 'Distrito 05', en Plaza Circular, sirve el desayuno a unos clientes en la terraza. R. Jiménez

Los desayunos se convierten en el salvavidas de la hostelería de Valladolid y los bares ya fijan turnos por reserva

Junto con el vermú y los cafés de después de comer, muchos bares tienen reservas para las primeras horas del día

Berta Pontes de los Ríos

Valladolid

Lunes, 15 de febrero 2021, 12:25

Sobre las nueve de la mañana de este lunes, por la zona de la Plaza de Toros ya había movimiento. Trabajadores de obra que aprovechan para tomar un café con un pincho de tortilla y grupos o parejas que acuerdan esa hora para disfrutar de ... los primeros rayos de sol. El buen tiempo ha acompañado durante el fin de semana y estos próximos días también lo va a hacer. Son muchos los vallisoletanos que aprovechan para desayunar ante las restricciones horarias que les obligan a recogerse en casa a las ocho de la tarde. El desayuno y el vermú se han convertido en el «salvavidas» de numerosos hosteleros.

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Gemi Hernández García, propietario del bar 'Pepe's', situado en el paseo Zorrilla, destaca que «se ha notado un incremento considerable de los desayunos y se trabaja mucho más por la mañana». Con un local de tamaño pequeño, Gemi ha dispuesto una terraza amplia y con la suficiente separación entre las mesas «para que los clientes puedan estar fuera, tranquilos y sin correr riesgos». Destaca que «el buen tiempo ha ayudado a que la gente se anime a salir, sobre todo a desayunar y a tomar el vermú». La hora de tomar el café continúa estando alrededor de las nueve o diez de la mañana, pero Gemi explica que «aunque haga frío la gente sale, porque no les queda otra. Incluso lloviendo ha habido clientes en la terraza y eso que todavía la tenemos sin cubrir».

En este mismo bar, en la terraza, se encuentran sentados cuatro jubilados que han quedado para desayunar, «aprovechando que no hace muy malo», mientras hacen tiempo para la cita médica. Llevaban sin verse casi un año, «desde que comenzó todo el tema de la pandemia y las restricciones».

Cruzando el Paseo Zorrilla se encuentra 'Doña Pendeja'. Un restaurante que ha habilitado una terraza cubierta para los días de invierno, pero que con la llegada del sol también está repleta. Yaima Borges trabaja aquí y destaca que «el toque de queda ha obligado a muchos a adelantar su horario y ahora quedan para desayunar cuando antes quedaban a tomar cañas por la tarde». La franja de edad es de lo más variada, pues se ven grupos de jóvenes, jubilados y trabajadores que no pasan los cincuenta. «Ayer domingo servimos 80 desayunos, este fin de semana ha sido buenísimo y estos días tiene pinta que se va a mantener la buena tendencia», explica. Además, Yaima destaca que «desde que entró en vigor el toque de queda a las ocho de la tarde se producen reservas para desayunar, algo que antes era impensable, pero que ahora cada vez está más demandado». Un compañero que se encuentra organizando la terraza comenta al pasar que «los lunes, martes y miércoles son flojos, pero a partir del jueves llega el mogollón de gente y tenemos que trabajar uno más para dar a basto».

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Rozando las once de la mañana, la Plaza Circular tiene ya un trajín considerable de vallisoletanos que van a trabajar, a hacer recados o que quedan para desayunar. Son muchos los que aprovechan que hoy hace sol y la temperatura no es mala para sentarse en las terrazas. Javier de la Puente, camarero del bar 'Distrito 05', señala que se nota que hay gente, pero no como antes. Es cierto que en los desayunos hay movimiento, pero mucho menos de lo que teníamos antes de la pandemia«. Destaca que los cafés para llevar son lo que más solicitan los clientes y que «el toque de queda a las ocho nos ha destrozado por completo».

Asen Yankov y Sara Rodríguez son pareja y han decidido salir a desyunar. «La pandemia ha cambiado nuestros planes y a veces tomamos el café y una tostada por la mañana, pero tampoco somos mucho de salir a beber, así que apenas hemos notado cambio».

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Pese a que el desayuno y el vermú se han convertido en las nuevas cañas de por la tarde por la limitación horaria, los hosteleros continúan demandando «ayudas directas» para un sector muy afectado por la crisis del coronavirus. «El toque de queda nos ha fastidiado muchísimo, pero hay alternativas para no llegar a estar en la ruina», señala Gemi.

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