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Hay ganas de sentarse al sol, a tomarse un vino, charlar y aferrarse a la certeza de que la vida sigue. Animados por el buen tiempo a rachas, cientos de vallisoletanos aprovecharon la mañana y la tarde del domingo para acomodarse en una terraza, ... el único espacio hostelero permitido por las medidas anticovid. Algunos locales llenaron su espacio callejero sirviendo bebidas y pinchos. «Con lo bueno que hace hay que aprovechar, todo el mundo está deseoso de salir y disfrutar», señala María José Hernández, presidenta de la Asociación Provincial de Hostelería de Valladolid, satisfecha al ver que la clientela no ha perdido el hábito de convivir y consumir en bares y restaurantes.
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«Es esperanzador ver que la gente tiene ganas de volver, pero no hay que olvidar que en la ciudad hay unas 1.500 terrazas, y que no todos los bares la tienen ni todos los que la tienen pueden abrir porque están en ERTE; todo el sector lo está pasando mal más allá de las particularidades de cada empresa», recordó Hernández. También destacó que en estos días de carnavales y con los niños sin colegio, las familias también se animan más a salir.
Desde el colectivo hostelero se apela a la «responsabilidad individual» para respetar los protocolos sanitarios y se pide a los clientes «paciencia» cuando tienen que esperar turno para la desinfección de sillas y mesas. «Todos estamos muy cansados de la situación; estamos deseando de que haga buen tiempo y todo se vaya normalizando, porque sin ingresos es muy difícil seguir».
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