La defensa de 'El Chiqui' pide la anulación del veredicto y la repetición del juicio

La Audiencia de Valladolid, tras el veredicto de culpabilidad, condenó recientemente a 'El Chiqui' a 18 años de prisión por homicidio doloso y atentado por la muerte del teniente coronel Pedro Alfonso Casado, 16 años y medio por el asesinato de su vecino Dionisio Alonso, seis años por tentativa de homicidio al hijo de Dionisio y dos años por tenencia ilícita de armas.

La defensa de Pablo Antonio, ejercida por el mediático abogado Agustín Martínez, se centra, entre otros aspectos, en el delito de tentativa de homicidio y en una «absoluta parquedad» en la motivación de esos hechos. Se agarra a la doctrina Línea Flexible que considera que «si al jurado no es posible demandarle un juicio técnico, no resulta coherente esperar un análisis depurado de los distintos elementos de prueba y la razonada valoración sintética del conjunto, de modo que sus peculiaridades imponen como inevitable la aceptación de un estándar de motivación de las resoluciones bastante menos exigentes que las que rigen para los demás tribunales».

Aborda también el «trastorno por el consumo de sustancias tóxicas», pues su defensa alegó que 'El Chiqui' cometió los hechos cuando estaba bajo la influencia de drogas o alcohol y no como un trastorno crónico. «Cuando la intoxicación no es plena, pero la perturbación es muy importante, sin llegar a anular la capacidad de comprensión, la embriaguez dará lugar a un eximente incompleta», agrega en su recurso.

Por estos hechos, se solicita la repetición del juicio o alternativamente, «ante la falta de prueba objetiva», se dicte una sentencia absolutoria.

Asimismo, la Asociación de Víctimas de la Guardia Civil, que ejerció la acusación popular durante el procedimiento, también ha presentado recurso de apelación para endurecer la condena como en el caso del asesinato a Dionisio. «Los hechos probados concurre alevosía y ensañamiento, por lo que debería ser condenado en su máximo de 25 años de prisión y tras aplicar el atenuante de arrebato, dicha pena de prisión como mucho solo podría ser minorada hasta los 20 años», recalca Jorge Piedrafita en representación de la asociación.

De igual manera aborda el delito de tentativa de homicidio al hijo de Dionisio y solicita endurecer las penas hasta los 15 años de cárcel y el del homicidio al teniente coronel de la Guardia Civil para solicitar una pena de 22 años.

Piedrafita, que ya adelanta que impugnará el recurso del letrado de 'El Chiqui', concluye su escrito con la solicitud de elevar las cuantías económicas a las víctimas al considerarlas «cortas para la gravedad de los hechos sentenciados».

Los hechos tuvieron lugar en el número 8 de la calle Alfredo Martín de Santovenia los días 30 de junio y 1 de julio, cuando en el portal del inmueble de 'El Chiqui', tras ser aporreada la puerta del domicilio en el que residían su exmujer e hijas por parte de Dionisio. De manera sorpresiva, apunta el jurado tras apoyarse en las grabaciones de las zonas comunes del edificio, el acusado abrió la puerta y disparó a Dionisio con su fusil, un arma de guerra con más de cien años de antigüedad.

Junto a la primera víctima de esa fatídica madrugada se encontraba su hijo Aitor. Tras disparar a su padre, 'El Chiqui' encañonó a Aitor, pero este consiguió huir del portal y encontrarse en el exterior del edificio con agentes de la Guardia Civil mientras recargaba su fusil. Por estos hechos, se enfrentaba a un delito de tentativa de asesinato, si bien los miembros del jurado consideraron «no probado» que fuera sorpresivo, pues en ese momento portaba una navaja, lo que le daba posibilidad de defensa.

El asesinato de Dionisio e intento de homicidio de Aitor derivó en el atrincheramiento de 'El Chiqui' con el novio de su hijastra de «rehén», si bien el delito de retención ilegal/secuestro de Iván V. no quedó acreditado por parte del jurado. Sus miembros recalcaron que «no se sostiene la declaración de Iván tras la inspección ocular al no encontrar pruebas ni rastro de secuestro (bridas, cuchillazo, lesiones), teniendo contacto este con el exterior a través de un teléfono móvil en todo momento». «Además, (Iván) entorpece las labores de la Guardia Civil con sus declaraciones al salir del piso, manteniendo que hay otro rehén dentro con explosivos que no existían», justificaron.

Dado el cariz que tomaba la situación, la Guardia Civil requirió esa madrugada a la Unidad Especial de Intervención (UEI), con el teniente coronel Pedro Alfonso al mando. Desplegó a sus efectivos en el rellano del portal y prácticamente en el inicio de las negociaciones recibió el disparo de 'El Chiqui'.

Homicidio doloso con agravante de atentado para el jurado que no percibió la sorpresa, pero sí la intencionalidad después de que los agentes ubicados en la primera línea relataran en una de las sesiones que el ahora condenado llegó a afirmar «ya os lo avisé, he disparado a la derecha porque es donde oía los ruidos».

Además de la pena de prisión, 'El Chiqui' fue condenado a más de 663.000 euros de indemnizaciones y a diez años de prohibición de acercarse a la familia de las víctimas.