Cinco semáforos para ciclistas protegen ahora a los peatones en el paseo de Isabel la Católica de Valladolid

Saltarse el disco en rojo, al igual que ocurre con cualquier conductor supone una infracción grave que conlleva una multa de doscientos euros (sin pérdida de puntos). Y no son pocas las infracciones en este sentido que se cometieron en torno al mediodía de ayer en los cruces.

Las marcas viales también dibujan ahora el giro de los vehículos desde la calle Encarnación o la plaza de Poniente hacia el carril único en sentido a Zorrilla. El punto más conflictivo del tramo, en el que el propio alcalde anunció días atrás que estudian habilitar un segundo carril de giro, justo antes del puente de Isabel la Católica, está regulado, sin embargo, con cedas para los ciclistas. Allí, justo donde muere el carril bici y se impide a los ciclistas continuar en línea recta hacia San Ildefonso –deben pasar el paso de cebra del puente a pie y después continuar por la doble calzada sin ciclovía hacia Zorrilla–, se suceden los conflictos entre vehículos que giran hacia la plaza del Milenio desde el carril central. Los bolardos de plástico, algunos colocados en mitad del carril bici de doble sentido, también intentan acentuar la señalización para canalizar a los ciclistas. Ayer, eso sí, apenas se produjeron atascos en el paso en una ciudad con mucho menos tráfico en estos días de agosto.