Fachada de la Vera Cruz, en obras, este miércoles. J. Sanz

Valladolid

Batalla política entre PSOE y PP por los permisos de la obra de la Vera Cruz

Los socialistas aseguran que Urbanismo permitió que siguiera adelante pese a un informe que pedía su paralización y el concejal Ignacio Zarandona replica que «era una cuestión documental»

Antonio G. Encinas

Valladolid

Miércoles, 10 de julio 2024, 15:16

El pasado 22 de mayo, el jefe de sección de Control de Obras firmaba un informe en el que rechazaba la Declaración Responsable de Obras y Usos solicitada por el responsable de la rehabilitación de la iglesia de la Vera Cruz. Es un procedimiento ... que busca agilizar cualquier tipo de obra y por la que el autor asume la responsabilidad de que los trabajos que se van a hacer responden a lo que se expone. Ese informe, rubricado dos días después por el director del Área de Urbanismo, se quedó aparcado hasta el día 13 de junio, cuando aparece la firma del concejal, Ignacio Zarandona. El 25 de junio se derrumbó la cúpula de la iglesia.

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Esta diferencia de fechas ha llevado al PSOE del Ayuntamiento de Valladolid a pedir explicaciones al edil por una demora para la que no ven explicación. El informe advertía que el proyecto debía completarse con más documentación, como «el esmalte de la carpintería existente, la tipología de la teja de cubierta a sustituir» y otros detalles. Del mismo modo, consideraba que la intervención propuesta afectaba a «elementos o partes objeto de protección», lo que obligaba a obtener un visado del colegio profesional. Y además era necesario, consideraba, «la autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León», porque la iglesia, como la plaza del Ochavo, la calle Platería y el palacio de los Vivero, conforma un Bien de Interés Cultural desde el año 1964.

De hecho, el informe asegura que existía un dictamen de esa Comisión de Patrimonio de julio de 2023 en el que condicionaba la obra a la realización de un control arqueológico. Y pedía, además, justificantes de pago del impuesto de instalaciones, construcciones y obra y el nombramiento del coordinador de seguridad y salud en la fase de ejecución. Defectos que impedían otorgar el visto bueno a la solicitud, por lo que resolvía «determinar la imposibilidad de continuar con los actos de uso de suelo declarados».

El grupo municipal socialista ha preguntado por qué se tardaron 20 días en firmar el decreto de paralización de las obras y otros once días más en notificar esa paralización. «¿Por qué el concejal de Urbanismo obvió esta información en su apresurada comparecencia al día siguiente del suceso?», preguntaba el portavoz, Pedro Herrero.

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«Los plazos son normales y habituales, no hay nada que reprochar, y tampoco a los técnicos responsables de la rehabilitación. No es el momento de buscar responsabilidades, es una cuestión fortuita», fue la respuesta de Ignacio Zarandona, responsable de Urbanismo.

«Es un decreto muy sencillo», planteaba Herrero, que además señala que desde que empezaron las obras estas vicisitudes se han dado en dos ocasiones. El 2 de agosto de 2023 se presentó la primera Declaración Responsable (DROU). El 20 de septiembre de 2023, el Ayuntamiento requirió nueva documentación. Se aporta el 5 de noviembre y doce días después, el Consistorio replica que no es válida y advierte de que deben paralizar la obra. Se retoma el proyecto el 30 de abril de 2024 y se vuelve a presentar una Declaración Responsable, que desemboca en el informe del 22 de mayo que vuelve a desestimarla por falta de documentación.

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En esos lapsos de tiempo entre las presentaciones de las declaraciones responsables y su denegación, las obras siguieron su curso. Es habitual, ya que las DROU se crearon precisamente para agilizar las obras, especialmente en el caso de comercios o empresas que se veían obligadas a demorar su puesta en marcha hasta que se resolvían los expedientes.

«Ha sido un suceso fortuito, en la Concejalía gestionamos las delcaraciones responsables de obras y usos que confían en personas responsables y que saben cumplir con sus deberes y compromisos, así como los técnicos que saben de estas tramitaciones. El Ayuntamiento tiene sus plazos y sus tiempos, no contamos con todo el personal que nos gustaría, eso viene produciéndose desde hace años y para eso son las DROU. Las que no son conformes a lo establecido se sancionan o se obliga a la restauración de la legalidad«, respondía en este sentido Ignacio Zarandona.

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«Es difícil entender que esta DROU, que habilita para hacer obras en casa, se aplique a esta obra, en una iglesia de más de cuatrocientos años de antigüedad. Si sabes desde agosto de 2023 que se quieren hacer obras de rehablitación, sabes que no es una obra en un baño en un domicilio, es especial. Y si las obras no cuentan con todos los sacramentos, hay otras maneras para llamar y decir 'parad'«, insistía Pedro Herrero.

Para Zarandona, sin embargo, se trataba de una cuestión «documental». «Faltaba documentación complementaria, trámites o visado del propio proyecto. Se declara la DROU sin efecto pero no es una paralización de las orbas, se les pide que comnpleten la documentación. Y cuando se ha producido la comunicación fue prácticamente en el instante del derrumbe», lamentaba el concejal de Urbanismo.

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El edil recordó que en lo que va de año ha firmado más de 6.000 expedientes. «Si se habla de retrasos en la firma por mi parte de este documento, tengo que decir que los estudio, los leo, me informo y trato de saber de qué se trata».

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