Descubrir que un coche no arranca puede ser una situación inesperada y particularmente frustrante. Hace unos años, con vehículos de mecánica relativamente simple y limitada electrónica, identificar la causa del problema era más sencillo, ya que las opciones solían reducirse a fallos en la batería, el motor de arranque o algún componente puntual.
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Sin embargo, con la introducción masiva de sistemas electrónicos en los coches fabricados a partir del año 2000, el diagnóstico de este tipo de averías se ha vuelto mucho más complejo. Los vehículos modernos integran centralitas que controlan múltiples funciones, lo que hace necesario, en muchos casos, el uso de herramientas de diagnóstico para identificar la causa exacta del fallo. Esto supone una dificultad adicional, especialmente en modelos donde los problemas pueden deberse a una combinación de factores electrónicos y mecánicos.
En la mayoría de las ocasiones, que un coche no arranque en invierno se debe a un fallo en la batería, ya que las bajas temperaturas a menudo reducen la capacidad de este elemento para generar energía, lo que dificulta el arranque del motor. A esto, además, hay que sumar que durante esta época del año los automóviles incorporan una mayor cantidad de sistemas eléctricos en funcionamiento como calefacción, luces y desempañadores.
Sin embargo, no cualquier usuario puede comprobar el correcto funcionamiento de estos elementos: «Es necesario tener herramientas adecuadas que verifiquen si la batería se encuentra en condiciones óptimas», subraya Nacho, de Neumáticos Esgueva. A este respecto, además, el mecánico añade que, «las baterías normalmente tienen una garantía de dos años y suelen funcionar correctamente durante unos tres o cuatro, dependiendo del uso y del clima donde se encuentre el vehículo».
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Ignacio Repilado
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Otra de las razones detrás del arranque fallido del vehículo puede ser, como resulta evidente, la falta de combustible. Ante este supuesto, sobra decir que la solución es repostar combustible. Sin embargo, si el coche es muy antiguo, puede ser conveniente hacer un cambio de filtro de combustible, ya que se puede atascar con facilidad si los sedimentos del depósito se han colado dentro del circuito al vaciar el tanque.
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En estos casos, según declara Nacho, de Neumáticos Esgueva, «el coche no avisa de la falta de combustible si no ha arrancado», por lo que los usuarios deberán estar al tanto de las advertencias y mensajes previos, como el piloto anaranjado en el cuadro. Además, a este respecto, el mecánico comparte que «existe la posibilidad de que el coche realmente tenga combustible en su depósito, pero falle el sensor», aunque se trata de un supuesto muy inusual.
El fallo del motor de arranque puede ser otra de las razones detrás de este temido problema. Sin embargo, esta avería «solo suele ocurrir en coches con alto kilometraje», aunque también puede suceder en coches con kilometraje moderado en el caso de que se utilicen con mucha frecuencia en trayectos con un gran número de arranques y paradas diarias. Sin embargo, aquellos vehículos con sistema 'start and stop' cuentan con un motor de arranque reforzado que, en teoría, «debe soportar el trabajo adicional al que está sometido», añaden desde Carwow.
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Ante estos casos, a menudo se puede optar por el cambio de las escobillas, una reparación relativamente barata. Sin embargo, el motor de arranque no es un componente excesivamente caro «cambiarlo por uno nuevo suele costar unos 200 euros». También se puede intentar empujar el coche con una marcha engranada y soltar el pie del embrague con el contacto puesto, en caso de que el usuario se encuentre en una urgencia.
A pesar de que se trata de un fallo poco habitual, existen dos elementos que pueden provocar errores dentro del sistema de seguridad, imposibilitando el arranque del vehículo: la llave y el inmovilizador: «Los inmovilizadores electrónicos se popularizaron en los coches a partir de los años 90 y desde entonces existe una 'comunicación' entre la llave —sea del sistema y tecnología que sea— y el sistema de arranque del coche», recogen en el citado blog. Cuando esta comunicación falla, la electrónica del vehículo interpreta que se está intentando arrancar el coche de forma indebida, por lo que lo impide.
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En este caso, se puede sustituir la pila de la llave, mando o tarjeta de arranque del coche. Si esto no funciona (lo que podría indicar que el problema se encuentra en el propio coche), se deberá acudir al servicio técnico y efectuar una diagnosis o sustituir el módulo de encendido por uno nuevo, con su correspondiente llave codificada.
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