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Cómo cambiar la rueda del coche, paso a pasoLas vacaciones de verano, en ocasiones, son sinónimo de largos desplazamientos por carretera rumbo a zonas en las que disfrutar —y, si se puede, refrescarse— en compañía de familiares o amigos.
Antes de realizar estos viajes, es preciso tomar ciertas precauciones en lo relativo tanto ... al vehículo como al conductor y los pasajeros. Revisar el coche antes de salir, planificar la ruta y llevar material de emergencia; o colocar el equipaje de forma adecuada en el interior del vehículo son algunas de las pautas básicas que se deben obedecer.
Sin embargo, una vez emprendida la marcha, también existen ciertos «contratiempos» que pueden llegar a ser auténticas pesadillas para los conductores poco experimentados. Uno de ellos es el pinchazo del neumático. Y es que, a pesar de que puede ser una situación completamente imprevisible y ante la cual es difícil saber responder, existen ciertas pautas a seguir para cambiar el neumático de forma fácil, con el fin de lograr llegar al destino o, por lo menos, hasta alcanzar un lugar seguro.
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Ignacio Repilado
No obstante, es preciso recordar que no todos los vehículos cuentan de serie con algunas de las herramientas que se van a mencionar a continuación, necesarias para realizar el cambio de rueda por cuenta propia, como el gato, ciertos tipos de llave o incluso el neumático de repuesto.
Si sufres un pinchazo nunca cambies el neumático invadiendo la calzada. Llama a asistencia en carretera. pic.twitter.com/w0mBZIRC49
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) September 7, 2016
Además, existen ciertas precauciones a tener en cuenta a la hora de circular con las ruedas de repuesto; las cuales, por lo general, suelen ser de menor tamaño con el fin de facilitar el ahorro de combustible.
En primer lugar, es importante buscar lo más pronto posible un lugar seguro donde detenerse. Es preferible abandonar la carretera y estacionar en alguna zona de aparcamiento o área de servicio con una superficie plana y sin pendientes. Si esto no es posible, el cambio de neumático deberá realizarse en el arcén, fuera de la calzada y evitando los lugares más peligrosos que puedan dificultar la circulación o cuenten con una baja visibilidad, como curvas o cambios de rasante.
Además, se deberá señalizar debidamente la presencia del vehículo mientras este permanezca detenido. Para ello, aún se puede hacer uso de los triángulos de emergencia, en vigor hasta 2026, aunque desde la DGT recomiendan emplear la luz de emergencia V16 para estos casos, la cual los sustituirá. En estos supuestos, también será preciso equiparse con chalecos reflectantes antes de salir del vehículo.
El conductor debe conocer las herramientas de la que dispone su vehículo, ya que no todos los automóviles cuentan con una rueda de repuesto, la cual deberá estar en buenas condiciones; o, en su defecto, un kit de reparación de pinchazos, que generalmente incluye un sellador y un pequeño compresor de aire; aunque esta solución solamente sirve de forma provisional y para pequeños pinchazos. Además de la propia rueda, como es evidente, otras herramientas indispensables para realizar el cambio de neumático son el gato elevador y la llave de tuercas de la medida correcta a las de la llanta. Es preciso recordar que existen llaves con bocas de diferentes numeraciones; siendo las más comunes 17, 19 o 21.
Una vez inmovilizado el vehículo (con freno de mano y engranando la primera marcha) y señalizada la zona, será de utilidad vaciar el maletero para acceder con mayor facilidad a la rueda de repuesto al mismo tiempo que se aligera el automóvil, lo que permitirá elevarlo con mayor seguridad.
A la hora de colocar el gato, se deberá buscar una pequeña muesca ubicada en los bajos. Apoyar el elevador sobre esta superficie dará mayor estabilidad y evitará dañar la pintura. Este es uno de los pasos más importantes, ya que los usuarios deben asegurarse de que el vehículo no se mueva ni pueda caerse durante los pasos posteriores.
Una vez el coche se encuentre ligeramente elevado, se podrá aflojar un par de vueltas las tuercas de la rueda (siempre en el sentido contrario al movimiento de las agujas del reloj) para, a continuación, seguir elevándolo ligeramente.
Una vez completamente elevado, se puede proceder a quitar los tornillos de la rueda dañada para retirarla y reemplazarla.
Después de colocar la rueda de repuesto, se deberá apretar de nuevo los tornillos, asegurándose de que el neumático quede debidamente emplazado.
Rueda de repuesto del mismo tamaño: Es una de las opciones más cómodas de cara a la avería, ya que la rueda pinchada podrá reemplazarse por otra de igual tamaño, aunque en muchos vehículos esto no es viable dado el peso y las dimensiones que ocupa. Sin embargo, es recomendable seguir las indicaciones, ya que podría variar dependiendo del fabricante.
Rueda de repuesto reducida o equivalente: Supone un ahorro de peso y espacio y, aunque no es una solución tan buena como la del mismo tamaño, permite continuar la marcha tomando ciertas precauciones que, frecuentemente, figuran en las indicaciones según el fabricante. El equilibrio del vehículo no es el ideal, por lo que se recomienda circular con cuidado. Sin embargo, no se podría pasar la ITV con neumáticos equivalentes en el mismo eje, pero sí que puede ser posible si se trata de equivalencias por parejas (izquierda y derecha).
Rueda de repuesto temporal o de 'galleta': En caso de disponer de una rueda de emergencia, también conocida como de 'galleta', se puede proceder de igual forma que con la de repuesto. Se trata de neumáticos más estrechos y ligeros que los normales. Una vez instalados, su uso es provisional, ya que solo permiten circular 100 o 200 kilómetros (dependiendo del fabricante), con una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, hasta llegar al taller donde reparar la rueda.
Kit de reparación de pinchazos: Pueden sustituir a la rueda al permitir reparar pinchazos pequeños en la banda de rodadura de forma temporal hasta llegar a un taller. Ocupan poco espacio, ahorran combustible y son más baratos que llevar una rueda de repuesto. Sin embargo, no funcionan con pinchazos grandes o cortes en el neumático, y rellenan el interior de la rueda con espuma, afectando su funcionalidad. Son una solución de emergencia, por lo que es mejor viajar con una rueda de repuesto si hay espacio suficiente en el maletero.
Aunque, en ocasiones, el pinchazo de la rueda se trata de un contratiempo imprevisible, circular con los neumáticos en buen estado, cambiarlos antes de que el dibujo llegue al límite de su desgaste (1,6 milímetros) y vigilar la presión de las ruedas de forma periódica (especialmente antes de realizar largos desplazamientos) pueden ser hábitos de utilidad para evitar estos incidentes.
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