Consejos sobre ruedas

Tamaño de la rueda: ¿qué implicaciones tiene y cómo saber cuáles se puede usar?

Tipo de combustible, potencia del motor, número de plazas, autonomía, tamaño… Son muchas las opciones disponibles a tener en cuenta a la hora de comprar un coche.

Pese a que el diámetro de las ruedas puede que no sea una de las principales consideraciones antes de realizar este desembolso, lo cierto es que esto puede tener mayores implicaciones que van más allá del simple capricho estético.

Marta de la Riva, gerente de Neumáticos Esgueva especifica que, al contrario de lo que se puede pensar, un neumático con mayor diámetro no siempre se puede montar en cualquier vehículo. «De hecho, la ITV señala claramente cuáles se pueden instalar y cuáles no».

Pero, ¿realmente existe tanta diferencia? «Cuanto más grande sea un neumático, mayor refrigeración se aportará a los frenos, aunque el consumo también se podrá ver incrementado». Y es que, tal y como detalla de la Riva, el diámetro de la llanta está directamente relacionado con la anchura de la huella «lo que a su vez repercute en una mayor adherencia».

Sin embargo, demasiada anchura puede ser contraproducente, ya que incrementa las posibilidades de 'aquaplaning', -fenómeno que ocurre cuando los neumáticos de un vehículo pierden el contacto con la superficie de la carretera debido a un exceso de acumulación de agua, lo que puede provocar la pérdida de control del vehículo-. «Los neumáticos influyen en la conducción mucho más de lo que habitualmente pensamos», advierte. Por todo ello, montar un neumático mayor (dentro de lo permitido) no necesariamente implica mejoras.

Sin embargo, puede que el usuario, ya sea por estética o con el fin de proporcionar una mayor refrigeración a sus frenos, desee cambiar sus neumáticos y llantas por otras de un tamaño diferente al incorporado de fábrica. Ante este supuesto, en la mayoría de los casos el conductor puede consultar tanto las medidas «por defecto» como otros tamaños disponibles en la ficha técnica del vehículo. Si no figuran en el documento, tranquilidad, ya que existen otras formas de conocer este dato.

Por otro lado, Marta de la Riva afirma que esta información también puede consultarse con una sencilla regla: «Un vehículo es capaz de dar todas sus prestaciones sin ocasionar problemas mecánicos si incrementamos o decrecemos un 3% el diámetro de la rueda». Además, existe una tabla de equivalencias donde se pueden buscar neumáticos permitidos que respeten el par del motor del vehículo. Pero, «si no vienen especificados en la ficha técnica, es aconsejable que los componentes montados estén debidamente homologados».

El equilibrado de un coche es un proceso mecánico de gran importancia para lograr la máxima seguridad y comodidad al conducir. Este se realiza sobre las ruedas con el fin de evitar que sus vibraciones, al entrar en contacto con el asfalto, lleguen al interior del vehículo. De esta forma también se podrá aumentar notablemente la vida útil de las ruedas.

Los desequilibrios, por tanto, a menudo se producen por el contacto de la rueda contra un bordillo o badén; aunque también pueden causarlo una presión o montaje inadecuados. Según detallan desde Neumáticos Esgueva, el cambio de neumáticos también puede ser otro de los motivos principales que hagan necesario este equilibrado.

La operación se lleva a cabo por medio de la colocación de plomos, manteniendo el balance entre el peso y las ruedas que, «a pesar de ser aparentemente uniformes, cuentan con una masa que no siempre está distribuida equitativamente en todo el área». Por ello, se coloca el plomo donde se precise con el fin de que, al rodar, el círculo quede perfecto. «Nosotros también tenemos máquinas, como una equilibradora, que permiten realizar una simulación en carretera para ver el comportamiento de la rueda apoyada sobre una superficie, algo que no siempre es igual que si se comprueba en el aire». «Con este equilibrado, podemos ver qué va a ocurrir durante el rodaje», afirman desde Neumáticos Esgueva.

Sin embargo, es preciso tener en cuenta que el alineado no es lo mismo que el equilibrado. El primero hace referencia al paralelismo, es decir, realizar el paralelo del coche. En este caso se ponen en paralelo tanto las ruedas de cada eje como los ejes entre sí, además de ajustar el ángulo de las ruedas según el fabricante. «También entran en juego otros factores, como la divergencia, la convergencia o el ángulo de caída», concluye Marta de la Riva.

El alineado puede ser necesario en ciertos casos, como tras alguna pequeña colisión o si se aprecia una cierta tendencia del vehículo a desplazarse hacia alguno de los lados. Esta acción puede ser especialmente necesaria después de cambiar los amortiguadores o tras montar neumáticos nuevos.

Además de los diferentes tipos de marcajes que indican las dimensiones, marca comercial, presión, carga o fecha de fabricación del neumático (entre otros datos), es común que estos elementos contengan una marca adicional: se trata de un punto o un triángulo de color rojo que, normalmente (dependiendo del fabricante), se encuentra en el flanco de algunos neumáticos. No se trata de un error ni de una mancha, sino de una marca que cuenta con su utilidad. Sin embargo, no todos los neumáticos lo incorporan.

Específicamente, esta señal puede garantizar que las ruedas se monten correctamente y mantengan el equilibrado del vehículo, ya que los mencionados símbolos marcan el punto máximo de la variación de fuerza radial, conocida como RFV por sus siglas en inglés.

Se trata de la fluctuación de la fuerza que aparece en el eje de rotación del neumático al aplicar una carga a una velocidad específica. La estructura del neumático es muy compleja, por lo que se ve afectada por factores como la tracción, la dirección, el frenado y la carga.

Por estos motivos, los neumáticos no se pueden colocar en los vehículos a ojo, ya que pueden presentar variaciones en su fabricación y comportamiento posterior, lo que puede llegar a ser un problema. Cuando las ruedas no están equilibradas correctamente, se desgastan en mayor medida y antes de lo previsto. Para resolver esto, algunos fabricantes dibujan un punto o un triángulo rojo en el lugar exacto en el que se tiene que colocar con el fin de que todos los neumáticos estén adecuadamente equilibrados, teniendo en cuenta la RFV de cada uno. En el momento de ponerlos en su sitio, basta con hacer coincidir los puntos con otra marca similar que lleva la llanta.

En resumen, el punto rojo es una marca cuya función se basa en indicar la posición óptima del neumático en la llanta presente en algunos fabricantes.

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