Un cambio en la Alcaldía de Segovia con las elecciones municipales a la vista

El relevo al frente del Ayuntamiento de Segovia, que El Norte anunció en enero, cristalizó el 4 de junio. Aquel día, en un pleno extraordinario, la socialista Clara Martín tomaba el relevo de Clara Luquero, que ponía fin a algo más de ocho años de mandato y diecinueve dedicados a la política municipal, primero como concejala de Cultura y después como regidora. La exalcaldesa compareció el 6 de mayo para anunciar su dimisión y confirmar a su hasta entonces concejala de Urbanismo y Patrimonio Histórico como sucesora. «Me voy por motivos estrictamente personales», dijo, visiblemente emocionada. El PSOE reeditaba así la misma estrategia que desplegó en 2014, cuando propició la sustitución de Pedro Arahuetes en favor de la propia Luquero a un año de las elecciones municipales de 2015 que tan buen resultado le dio.

Clara Martín, que obtuvo el voto favorable de Izquierda Unida, su socio en el equipo de gobierno heredado de Luquero, y Podemos-Equo, aprovechó su discurso de investidura para trazar las líneas maestras de los once meses de mandato que tenía por delante para afianzarse como candidata del PSOE, basados, en buena parte, en sentar las bases del desarrollo industrial de la ciudad, estrategia ineludible que pasaba –y sigue pasando– por la ejecución de «nuevos proyectos transformadores». Se refería Martín a la puesta en marcha del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial (CIDE) del Círculo de las Artes y la Tecnología, que acumula años de retraso y aún sigue cerrado, y al gran reto de futuro que la ciudad tiene por delante: el proyecto industrial de Prado del Hoyo. En este sentido, Martín ha venido liderando, desde el comienzo del actual mandato corporativo, las operaciones para desbloquear el desarrollo del que ha de ser el nuevo polígono industrial de la capital mediante la ampliación del actual parque de Hontoria, Y el proyecto sigue en pie pese a que, recientemente, la Junta de Castilla y León haya elegido el municipio de Bernuy de Porreros como eje del plan regional para industrialización de la provincia, el llamado Plan Territorial de Fomento con el que la administración regional impulsa, a golpe de inversión, la industrialización en determinado entornos del territorio. Tanto Ayuntamiento como Junta ya han dejado claro que un proyecto no impide el otro, por lo que Prado del Hoyo continúa siendo el gran reto de futuro, a corto plazo, que la capital segoviana encara. De hecho, en la reunión que la nueva alcaldesa mantuvo en octubre con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, la Junta selló con Segovia el compromiso del desarrollo industrial. El proyecto de Prado del Hoyo, que podría crear miles de empleos directos e indirectos, obtuvo en el mes de septiembre la declaración de impacto ambiental.

La voluntad «transformadora» de la ciudad, sin perder de vista la conservación del patrimonio, envuelve los desafíos que Martín está afrontando estos meses previos a las elecciones municipales, pero como las intenciones necesitan dinero para fructificar, el apoyo económico de los fondos europeos, que llega con cuentagotas, se antoja de capital importancia.

La ciudad ha concurrido a un sinfín de ayudas y subvenciones correspondientes a los llamados fondos Next Genaration. Empezó a hacerlo mediado el año 2021 y, a día de hoy, el balance es todavía agridulce. De los 38 millones de euros que el Ayuntamiento de Segovia ha solicitado, solo ha percibido 11, dinero que le va a permitir empezar a implantar en el recinto amurallado la exigida Zona de Bajas Emisiones, acometer relevantes proyectos en materia de conservación del patrimonio para uso turístico, construir el Centro de Interpretación del Acueducto y la Cultura del Agua o restaurar y rehabilitar el antiguo Molino La Perla, en San Lorenzo. Otras ayudas no han fructificado y han sido rechazadas, pero el Ayuntamiento ya ha advertido que no cejará en su empeño hasta conseguir los fondos que necesita. Se trata de iniciativas que apuestan por la regeneración urbana y la conservación del patrimonio, por los cambios en la movilidad que permitan reducir los efectos del cambio climático y por una mejora de la actividad turística.

La marcha de Luquero y el cambio de alcaldesa deparó mínimos cambios en el organigrama del equipo de gobierno. Por Luquero entró una nueva concejala, María Antonia Sanz, y Jesús García Zamora, concejal de Hacienda, asumió las competencias en Urbanismo. En pleno verano, dos meses después de la toma de posesión de Martín, se produjo la dimisión de Fuencisla Yagüe, hasta entonces encargada de gestionar el proceso relacionado con los fondos europeos. Por ello entró en el equipo de gobierno un nuevo concejal socialista, Ángel Berbel. En las filas del Partido Popular también se produjo una dimisión, la de la edil Elena Jimeno. El grupo popular, encabezado por Pablo Pérez Coronado, ha tratado de rentabilizar el desgaste del equipo de gobierno. El gran reto del centro derecha es reconquistar la Alcaldía de Segovia después de veinte años ininterrumpidos de gabinetes socialistas.

Por otra parte, la inflación y la crisis de suministros y materiales ha seguido condicionando (ya lo hizo el año pasado) el calendario de obras que tanto Ayuntamiento de Segovia como Junta de Castilla y León tenían previstas. El retraso de la remodelación del primer tramo de la avenida Padre Claret, que finalmente ha dado comienzo este otoño, es el más evidente pero no el único. Los retrasos obligaron al Ayuntamiento a concentrar una docena de intervenciones necesarias para la ciudad en el último trimestre del año. La subida de los precios seguirá condicionando la obra pública. El caso más preocupante es el del centro de salud Segovia IV, cuyas obras comenzaron, después de muchos años de lucha, en el barrio de Nueva Segovia. Construidos los cimientos del edificio, las últimas noticias suscitan muchos interrogantes: la empresa constructora ha pedido una actualización de precios valorada en más de 2 millones de euros, revisión al acta que representa hasta el 50% del presupuesto. La paralización de las obras parece inevitable, y los vecinos del barrio temen que sea duradera. La construcción de los nuevos juzgados, en el barrio de los Sexmos, ha dado un estirón durante el último año. Si no hay imprevistos, la obra concluirá durante los próximos meses. También se han reanudado las obras de construcción del instituto de San Lorenzo después de varios años paralizadas.

Por otra parte, en 2022 ha dado comienzo la anhelada reconstrucción del teatro Cervantes. La obra, que tenía que haber empezado en otoño del año pasado, se demoró unos meses porque la empresa adjudicataria tuvo que llegar a un acuerdo previo con el Seminario para la cesión de la huerta, espacio imprescindible para la entrada y salida de camiones. Los trabajos empezaron en mayo. Se trata de una actuación muy compleja que obligó al Ayuntamiento a suprimir aparcamientos en la zona para facilitar el tránsito de camiones y máquinas, sobre todo en esta primera fase. El Ayuntamiento de Segovia también ha reabierto este año el aparcamiento de Ezequiel González, cerrado desde noviembre de 2020.

Si algo dejó claro en Segovia la pandemia de la covid en sus olas más agresivas es la carencia de infraestructuras sanitarias. A primeros de diciembre, el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó al decreto por el que se aprueba el Plan Regional para la ampliación del Hospital General de Segovia, que incluye también la implantación de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Valladolid. Este paso de la Administración autonómica abre la puerta al proceso de expropiación del suelo necesario para ejecutar el extensión de las actuales instalaciones sanitarias. El Plan Regional posibilita la ampliación del complejo asistencial y educativo sobre un ámbito colindante al actual centro hospitalario, al modificar la ordenación establecida por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Segovia. Además, clasifica la totalidad del terreno incluido dentro de su ámbito como suelo urbano consolidado y establece todas las determinaciones de tipo urbanístico y de gestión necesarias para su ejecución, una vez elaborado el proyecto de urbanización. El área de actuación se extiende sobre una superficie de 119.892,82 metros cuadrados. El plan de la Junta para el nuevo hospital de Segovia tiene reservados 6,6 millones de euros para hacer efectiva la expropiación y acometer la posterior urbanización del solar.

En cuanto a la Escuela de Enfermería estará situada junto a los nuevos edificios que se construyan junto al Hospital General, aunque, mientras tanto, los alumnos recibirán las clases en el edificio de la antigua Escuela de Magisterio, el llamado Vicerrector Santiago Hidalgo, situado en la plaza de Colmenares, porque los estudios darán comienzo con el curso 2023-2024. Los futuros enfermeros estudiarán en el viejo edificio de Magisterio durante tres o cuatro cursos, hasta que concluyan los trabajos de construcción de la ampliación del complejo hospitalario y educativo.

El nuevo año promete ser propicio, asimismo, para el desarrollo urbanístico de la parcela del antiguo Regimiento. En este punto, próximo al campus María Zambrano, entre Coronel Rexach y la avenida de la Constitución, está prevista la construcción de hasta 127 viviendas, de las que un 55% pertenecerán al Ministerio de Defensa. El Ayuntamiento comenzará en breve a redactar el proyecto de urbanización y reparcelación. Para ello, se incluirá una partida en los próximos presupuestos municipales. A diferencia de otras iniciativas de estas mismas características pendientes en la ciudad, como el sector SG-20, en el antiguo regimiento no se esperan grandes complicaciones, pues Ayuntamiento y Ministerio de Defensa son los propietarios del suelo.

El Ayuntamiento también espera para 2023 la implantación del Centro de Innovación y Tecnificación de Alto Rendimiento de la Formación Profesional en el edificio del CIDE. Y ha puesto una fecha; el mes de mayo. De momento, el Ministerio de Educación ya ha realizado la petición formal para poder ocupar el inmueble. El Estado se compromete a adaptar con sus propios medios los espacios a sus necesidades. En concreto, está previsto que el centro ocupe 654 metros cuadrados en la primera planta, 721 metros cuadrados en la segunda y 553 metros cuadrados más en la tercera.

Segovia ha ambicionado ser sede de la nueva Agencia de Inteligencia Artificial pensada por el Gobierno, pero la candidatura no salió adelante. El pasado 5 de diciembre, el Ejecutivo anunciaba que el organismo tendrá su centro de operaciones en La Coruña. El Ayuntamiento segoviano había propuesto el edificio CIDE para albergar las dependencias. Cuando recibió la noticia, la alcaldesa lamentó que el Gobierno no hubiera tenido en cuenta el reto demográfico a la hora de tomar la decisión y acusó directamente al presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco de «lastrar» la candidatura de Segovia al no haberla apoyado expresamente y mantener su neutralidad entre Segovia y Salamanca, ciudades castellanas y leonesas que ambicionaban la llamada Agencia de Supervisión de Inteligencia Artificial.