Muere el popular hostelero Martín Antoranz, Tinín, Hijo Predilecto de Sepúlveda
Dueño del figón Zute el Mayor, destacó por su carisma, su don de gentes y la manera de preparar el lechazo
Sepúlveda está de luto porque ha muerto uno de sus hijos predilectos. Martín Antoranz, Tinín, el popular dueño del figón Zute el Mayor, ha fallecido ... a los 84 años. Detrás deja una dilatada trayectoria dedicada por completo a la hostelería y a la difusión del cordero de Sepúlveda, que contribuyó a hacer famoso en todo el mundo, pues su establecimiento, el típico figón castellano que hoy regentan sus hijos, se convirtió en lugar de peregrinaje. No han sido pocas las personalidades que han comido en casa de Tinín, entre ellas el rey Juan Carlos, que en 1982 expresó en su libro de honor lo que le había parecido el cordero que acababa de comerse: «Fantástico, buenísimo, inigualable».
Martín destacó por su carisma, su simpatía y su don de gentes. De trato sencillo y agradable, tenía una capacidad especial para ganarse el favor de los comensales que visitaban su casa. Su cocina era sencilla, básica pero exitosa, y su figón, un clásico de la Sepúlveda de siempre. «Tinín fue para Sepúlveda lo que Cándido para Segovia, el primero de la línea. Tenía un carisma muy marcado y era un hombre popular que supo llegar a lo más alto», señala Antonio Linage, cronista oficial de Sepúlveda. Linage recuerda un dicho acuñado por el propio Tinín, precisamente en relación con las visitas del rey Juan Carlos: «De emperador del cordero / el título conquisté / hasta que al servir al rey / a sus pies me lo dejé».
En el año 2017, Tinín Antoranz fue nombrado Hijo Predilecto de Sepúlveda. La decisión contó con la unanimidad del pleno municipal. Otras muchas distinciones y premios jalonan su trayectoria, entre ellos la Medalla al Mérito Turístico, que recibió en 1988.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.