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En Ayllón, a 1 de enero de este año que está a punto de despedirse, había 19 vecinos menos inscritos en el padrón de la villa que doce meses antes. Son residentes que han causado baja, que ya no viven en esta localidad del nordeste ... de la provincia y para los que no ha habido reposición. Es lo mismo que ocurre en otros 105 términos de los 209 que conforman el mapa de Segovia.
Muchos son núcleos pequeños, como Riaguas de San Bartolomé, que, según señala el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su última actualización de padrones fechada al inicio de este ejercicio 2024, se dejó por el camino dos habitantes. Parece poco, pero para un pueblo con 27 vecinos inscritos, es poco menos que un mundo. Máxime si se echa la vista atrás a comienzos del siglo XXI y se comprueba que esta localidad se ha desangrado al reducirse su censo a una cuarta parte.
Pero la despoblación no es solo una patente del medio rural más aislado, disperso, diseminado y envejecido, si bien el 37% de las casas en pueblos menores de mil habitantes están vacías todo el año y siete de cada diez viviendas en 167 municipios cuyo padrón no alcanza los 500 censados son vacacionales. Hay términos de mayor tamaño que también acusan bajas en sus padrones tras la revisión del ente oficial. Cuéllar, la tercera población más habitada de la provincia, tras la capital segoviana y El Espinar, ha visto cómo en un año su vecindario ha acusado 78 bajas, un 1% en términos relativos.
Otra localidad de las que están situadas en la parte del ranking de habitantes como es Coca padece un descenso proporcional algo más abultado, con una merma del 2,2% en doce meses. Se queda en 1.703 residentes con el domicilio establecido y registrados en la villa caucense, 38 menos que con los que empezó a deshojar el calendario de 2023.
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Al sobrevolar el mapa de la provincia de Segovia se observa que hay comarcas más castigadas por el efecto de La España vaciada. El nordeste es una y la campiña, otra. Santa María la Real de Nieva sumaba 1.413 habitantes cuando comenzó a gatear este siglo XXI. A 1 de enero de este 2024, el padrón ha quedado diezmado tras experimentar un nueva mordida y se ha quedado en 885 vecinos censados. En veinticuatro años, ha perdido un 37% de su población.
Villacastín es otro de los municipios que con más de mil residentes censados, no ha logrado evitar la reducción de activos en su padrón. En el último año contemplado por el INE, son cinco habitantes menos, lo que deja su población en 1.525 convecinos, once más que los que registraba al inicio de la centuria.
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