Segovia se pone a tiro de 1.327 empadronados para alcanzar a Palencia

¿Qué quiere decir este tirón demográfico? ¿Cómo se sitúa la provincia en el escenario autonómico? ¿Por qué se sostiene la tendencia ascendente de los últimos tiempos? Son interrogantes que buscan respuesta en la ensalada de números que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su última actualización. El empuje, aunque parezca leve, acerca la población residente y oficialmente inscrita en los 209 municipios, incluida la capital, a los padrones de otras provincias que crecen menos y más lento. La que está más a tiro es Palencia. A tenor de los datos recientemente publicados por el organismo estatal, este curso empezó a deshojar el calendario con 158.115 habitantes registrados.

Por lo tanto, la calculadora resuelve cuántos vecinos deben de sumar entre todos los términos segovianos para alcanzar y sobrepasar a un territorio que a lo largo del año pasado creció un 0,3%, situándose en la media autonómica. Es una tercera parte de lo que aumentó la cifra de personas empadronadas en Segovia, que a comienzos del presente ejercicio estaba a 1.327 residentes de distancia. Es como si le faltara un 'Cantimpalos' para consumar el adelantamiento.

Ávila está un poco más lejos, pero con los antecedentes de la progresión experimentada y del ritmo al que sube el padrón en una y otra provincia, también se acorta el trecho, demográficamente hablando, que hay entre ambas. En el cómputo global, el crecimiento de la población abulense durante el año 2023 fue del 0,4%. En términos relativos, es menos de la mitad del incremento que arrojaron en conjunto los 209 municipios segovianos. Por lo tanto, se puede decir que los vientos que propulsan la recuperación demográfica son más favorables y soplan más fuerte en Segovia que en Ávila. Su padrón, a 1 de enero de este 2024, era de 158.989 habitantes.

Dicha cifra supera en 2.201 residentes a los ciudadanos que están inscritos y tienen establecidos oficialmente sus primeros domicilios en la provincia segoviana, que empezó el año con 156.788 vecinos empadronados. Esto quiere decir que le falta un repunte de un 1,5% para al menos equipararse con el nivel demográfico de los vecinos abulenses.

Tal y como se extrae del INE, el reparto de las contribuciones al impulso del padrón es un espejo en el que se refleja también la proporción en la que se distribuye la población asentada que vive en la provincia. Aproximadamente, una de cada tres personas empadronadas reside y está registrada como tal en la capital segoviana, que repite ascenso un año después. El Instituto Nacional de Estadística revela a través de sus números que en los albores del ejercicio actual había en la ciudad del Acueducto 51.525 vecinos, 514 más que doce meses antes, lo que representa un incremento del 1%.

En cuanto al medio rural, en él habitan dos de cada tres ciudadanos censados. Los 208 términos municipales que lo integran comenzaron este curso que está a punto de bajar la verja y despedirse con un total de 105.263 residentes. La demografía es dispersa y está diseminada. No es tierra de grandes núcleos de población. De hecho, 81 localidades no llegan a los cien habitantes, lo que supone que más del 38% de los pueblos de Segovia. Más aún, 184 ayuntamientos y gobiernan a menos de mil vecinos.

Visto desde la perspectiva contraria, y excluyendo a la capital, 24 alcaldes empuñan el bastón de mando en corporaciones de al menos nueve concejales. Y solo uno, El Espinar, ha conquistado la cima por primera vez de los 10.000 empadronados. Ha sido en esta última actualización que ha elaborado el Instituto Nacional de Estadística, todo un hito en la historia demográfica de la provincia de Segovia. Esta localidad, situada en el sur geográfico y enclavada en falda de la sierra de Guadarrama, no deja de crecer. En el último año considerado por el organismo oficial, el aumento del vecindario censado que suman los núcleos que conforman el término (El Espinar, La Estación de El Espinar, San Rafael y Los Ángeles de San Rafael) ha sido del 3,3%; pero esa subida se dispara un 61% desde que empezara a descontar años este siglo XXI.

Cuéllar, la segunda localidad más poblada de la provincia, si se excluye de la nómina a la capital, no puede seguir el ritmo y se queda atrás en la revisión del INE a fecha de 1 de enero de este año 2024. En concreto, la villa contabiliza 9.530 residentes inscritos. No solo ralentiza el crecimiento sino que retrocede al perder en doce meses 78 vecinos. En el cómputo de lo que va transcurrida de centuria, el saldo sí es positivo, con una ganancia de casi 400 nuevos habitantes.

El alfoz es uno de los motores que impulsan la demografía. Localidades como Palazuelos de Eresma, afianzada por detrás de El Espinar y Cuéllar con casi 6.000 empadronados (5.968 concretamente); Real Sitio de San Ildefonso, que sube un poquito en esta última actualización para pasar de los 5.200; La Lastrilla, que crece más rápido y que roza los 4.700 vecinos, o San Cristóbal de Segovia, que con un residente más en doce meses llega a los 3.153.

El área metropolitana concentra buena parte de los núcleos de más de mil habitantes, así como los aumentos demográficos más llamativos. Hontanares de Eresma, que ve frenada su expansión, se lleva la palma después de haber multiplicado prácticamente por nueve su vecindario desde el inicio del siglo XXI. Espirdo, por ejemplo, ha septuplicado en ese mismo periodo de tiempo su padrón. Y su hay que destacar una de las localidades emergentes en el alfoz, gracias a la apuesta del polígono industrial que está en fase de urbanización, esa es Bernuy de Porreros. El INE eleva su censo hasta los 1.247 habitantes, que es un 17% más que los que tenía un año antes. A lo largo del siglo, ha multiplicado por cuatro la cifra de empadronados.

Fuera del alfoz, también forman parte del selecto club de los municipios de más de mil convecinos Cantalejo, Nava de la Asunción, Carbonero el Mayor, Riaza, Coca, Villacastín, Cantimpalos, Navas de Oro, Ayllón, Sanchonuño, Navalmanzano y Turégano.

El INE también revela que durante la anualidad de 2023, hubo 83 localidades que pueden presumir de ganar al menos un residente. A su vez, una veintena ni sumaron ni restaron; y las 106 restantes, es decir, un poco más de la mitad de los 209 núcleos de población segovianos con consistorio propio, vieron cómo su censo acusaba alguna baja.

La evolución al alza que, en general, presenta la población en la provincia, se ve empujada en una parte muy importante por la inmigración, que no solo sostiene los padrones de muchos municipios, sino que los hace crecer. Es en esos núcleos en donde estos ciudadanos foráneos han hallado un trabajo y, por ende, un lugar en el que vivir y formar un hogar. Según los últimos datos disponibles del INE al respecto, la comunidad extranjera bate récords en la provincia. Hay más de 26.000 personas nacidas fuera de España que se han establecido en la ciudad y en los pueblos.

Esta afluencia de otras nacionalidades continúa al alza hasta el punto de que tan solo una decena de núcleos carecen de inmigrantes registrados en sus censos. Las vecinos de otras nacionalidades copan el 16,5% del padrón total segoviano, cuatro puntos más que hace menos de diez años. Segovia ha ganado casi 6.000 habitantes procedentes de otros países desde 2021.