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BEATRIZ JIMÉNEZ / ICAL
SALAMANCA
Martes, 31 de marzo 2020, 11:35
Desde el Monasterio salmantino del Zarzoso, las ocho hermanas, de las diez que conforman la Congregación en la actualidad, también viven «momentos duros» en este estado de alarma por la propagación del coronavirus que asola a todo el país. Ellas aseguran encontrarse bien, pero ... entienden que «el aislamiento es para todos». Afirman no tener miedo al virus, «sino a poder contagiar a la gente», por eso acatan fielmente las normas y permanecen «completamente aisladas».
Coronavirus en Salamanca
Este Monasterio ubicado en el municipio de El Cabaco, está habitado en estos momentos por ocho monjas de la Orden Tercera Franciscana Regular, mas otras dos que ahora están en México, tal y como cuentan, y que en su día entre todas devolvieron la vida monástica a este Convento del Zarzoso, como también es conocido. Su generosidad y entrega ha impedido que sus puertas se cierren para siempre por falta de monjas, como ha sucedido en otros conventos.
La hermana superiora, Sor Soledad Nieto, asegura en la conversación mantenida con Ical que «no tienen miedo al silencio». Desde el convento de Porta Coeli del Zarzoso, «nos unimos con la oración para apoyar la pandemia del coronavirus en España». Gracias a las tecnologías y las redes sociales, se encuentran informadas a diario y también pasan algún «rato entretenido frente al televisor», como explica.
Todas las hermanas se encuentran aisladas «no salimos ni recibimos a nadie ya», afirma Sor Soledad, ya que las imágenes de su Iglesia como son el Cristo de la Luz y Nuestra Señora Puerta del Cielo, «son muy veneradas» y hasta allí solían acudir cada día muchos fieles. Además, son famosos los dulces que ellas mismas fabrican en sus hornos con ingredientes caseros, como las obleas o las pastas o también los jabones.
En este momento, para ellas también «se ha parado el mundo», apuntan. Debido a la época de «reclusión obligada», su actividad «comercial» también está parada. Los dulces que elaboran «no pueden ser vendidos», ya que ellas no se pueden desplazar a los mercadillos de los pueblos cercanos como solían hacer, ni los feligreses pueden acudir al Monasterio, por lo que sus ingresos económicos «son nulos». «El no poder poner a disposición de los demás los productos, implica que hay pérdidas», pero remarcan que ante todo «prima la salud y el bienestar de las personas», y con Fe, según las palabras de la superiora, confían en que lo económico, «ya vendrá». Por ahora subsisten con lo que tienen en casa, con su huerto, sus ovejas y sus cosas y «no pierden la sonrisa».
Por su parte, ellas acatan también las normas decretadas por el Gobierno y remarcan que «no es fácil», pero saben que esta situación también está acarreando en la población muchas perdidas y «mucha gente lo está pasando muy mal por falta de abastecimiento y recursos económicos» pero aún así, insisten en que «la providencia de Dios no nos abandonará».
No se cansan de señalar que están «unidas a todos los que padecen en España y el mundo entero esta pandemia». En ese sentido, se muestran «a su modo» unidas a los enfermos, los fallecidos y familiares, a los que están en casa, los sanitarios o los cuerpos de seguridad. Por todos, «estamos sufriendo y orando» y remarcan que se debe seguir luchando la batalla para que «todo esto termine pronto».
Desde el Monasterio de Porta Coeli envían «luz y esperanza», y piden cada día por todos a su Cristo de la Luz y su Virgen Nuestra Señora de Puerta del Cielo. También lo hacen a través de las redes sociales, desde donde quieren hacer llegar el apoyo «para que sepan que no están solos, porque solo unidos podremos ganar la batalla».
Preguntas y respuestas
Óscar Chamorro rodrigo parrado
Elena Martín López
Las monjas de la Orden Tercera Franciscana que están en este convento salmantino, insisten en «no caer en el desánimo», porque «simplemente hay que vivir el momento presente con paz, vivirlo desde la fraternidad y estar». Dicen que esta es una oportunidad para conocer a los nuestros y «el saber que la prepotencia, el orgullo y querer ser más que los demás, al final, en este mundo no tiene premio, porque todos somos iguales».
Al ver las noticias, se muestran contentas con la generosidad de la población y recuerdan que «incluso los sin techo tienen ahora un hogar». «Dios es la fortaleza y sea como sea esta pandemia, Él no abandona». Sor Soledad Nieto también comenta que ellas están «en medio de la batalla con la oración, entrega y amor para acompañar a todos». Es por eso, que a través de sus palabras, envían «fortaleza y mucho ánimo». No se olvidan de los que están fuera, de los sanitarios, Cuerpos de Seguridad del Estado y también de los jóvenes voluntarios, a los que les hacen llegar fuerza e ilusión desde el corazón.
Las monjas del Zarzoso en Salamanca animan a «no tener miedo al silencio ni a entrar dentro de nuestro misterio ya que a cada uno de nosotros nos ha sido dado por Dios, porque en el silencio es donde se toman las mejores decisiones de la vida, como Jesús cuando se retiraba a orar con el Padre». El desconectar de muchas cosas que nos llenan de estrés, dicen que de vez en cuando «es de mucho beneficio hacerlo, ya que sales renovado en tu vida interior y con horizontes más amplios de discernimiento». Pero ahora toca estar todos unidos, ya sea en el silencio o la palabra, para ganar juntos esta batalla al coronavirus.
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