Renault y Nissan prorrogan su alianza 15 años más

Precisamente esos cambios vertiginosos del mercado explican por qué se actualiza, apenas cuatro años después, el anterior acuerdo marco. Renault Group, que cuenta con otro 28,4% de las acciones de Nissan, «transferirá» estas acciones a un «fideicomiso francés» que no tendrá derecho de voto salvo en determinadas circunstancias relativas al nombramiento de administradores y directores propuestos por las marcas. Eso no impedirá a Renault beneficiarse «plenamente» de los dividendos relacionados con esas acciones transferidas al fideicomiso.

Luca De Meo aclaró que este cambio no significa «que Renault haya pasado del 43,4% de Nissan al 15%, sino que ambas compañías pasan del 0% al 15%» en este reequilibrio de accionariados, por las condiciones en que se va a desarrollar el trabajo a partir de ahora.

«Hay proyectos que solo podemos acometer juntos», respondía Luca De Meo, CEO de Renault Group, en la rueda de prensa posterior a los discursos. Y son proyectos con nombre: Latinoamérica, India, Europa. Cada mercado con sus propias peculiaridades. En Latinoamérica, Renault tiene en mente introducir un nuevo pick-up compartido con Nissan en Argentina, por ejemplo. «Por primera vez en 20 años se producirá un vehículo Renault en México» gracias a la alianza con Nissan, explicaban las compañías en un comunicado. Y además ambas comercializarán «dos modelos eléctricos comunes del segmento A -coches urbanos de menos de 3,7 metros de largo-».

En la India la colaboración irá encaminada a lanzar vehículos nuevos «incluidos los nuevos SUV», compartidos por Renault Group y Nissan, así como «un nuevo automóvil Nissan derivado del Renault Triber [un todocamino enfocado al mercado indio]».

En Europa, Nissan desarrollará los nuevos ASX y Colt con la plataforma que sirve al Clio y al Captur. En 2026, anuncia la Alianza, Renault Group «lanzará el FlexEvan», dentro del segmento de vehículos comerciales ligeros. Nissan y Renault colaborrán en «la próxima generación de vehículos eléctricos del segmento C -hasa 4,5 metros-«.

«Estamos acostumbrados a luchar en batallas muy duras, así que no tenemos miedo a los nuevos retos del negocio», aseguró Luca De Meo, que al mismo tiempo se mostró partidario de que las sinergias entre las compañías no impidan que cada una mantenga su idiosincrasia y sus fortalezas.

«Mi prioridad es ejecutar la estrategia de Renault y espero lo mismo de Makoto Uchida (CEO de Nissan) y Takao Kato (CEO de Mitsubishi)», respondió De Meo a una de las numerosas preguntas enfocadas a cómo iba a afectar el nuevo acuerdo marco a la forma de trabajar de las compañías.

La nueva situación de la Alianza se muestra también en el modo en que Nissan Y Mitsubishi se relacionarán con las diferentes divisiones de Renault Group. La más significativa es Ampere, la parte dedicada a los vehículos eléctricos y al software que se desarrolla para ellos. Así, el comunicado de la Alianza anuncia «la intención de Nissan de invertir hasta un 15% en Ampere, con el objetivo de convertirse en un inversor estratégico». Pero es que Mitsubishi también habló de que considera invertir en Ampere. «Ha sido una grata sorpresa conocer que Mitsubishi también tiene pensado entrar», señaló Luca De Meo. «Nadie está forzando a Mitsubishi o Nissan a entrar en Ampere. Es su decisión entrar en ella. Mi trabajo es conseguir que sea muy atractivo para ellos. Renault nunca va a perder la mayoría en Ampere», aclaró De Meo a preguntas de la prensa.

Al mismo tiempo, ambas firmas, Nissan y Mitsubishi, serán clientes de Horse, la división de motores de combustión interna e híbridos de Renault.

Agilidad, flexibilidad, apertura de oportunidades gracias a la colaboración entre las empresas. Fueron los argumentos más repetidos por los tres ejecutivos en respuesta a los desafíos mencionados al principio de la comparecencia. La nueva estructura de la Alianza, aseguran, y su compromiso de seguir bajo su paraguas al menos quince años más, permitirá a las compañías poder enfrentarse a un mercado cambiante que exige innovación constante y en el que rige la incertidumbre.