Iñaki Gabilondo, durante su intervención. Foto Alberto Mingueza / vídeo R. uCERO
I Congreso de Periodismo Miguel Delibes

Iñaki Gabilondo: «La sociedad necesita al periodismo en defensa propia y frente al avance de la posverdad»

El veterano periodista defiende la necesidad de un instrumento como la cláusula de conciencia para «muscular» el derecho a «gestionar un servicio público» como es la transmisión de noticias

Antonio Corbillón

Valladolid

Jueves, 7 de octubre 2021

«Nunca ha estado tan claro que el periodismo tiene un gran futuro: la sociedad ha detectado que nos necesita en defensa propia». En fase de retiro profesional, a punto de cumplir 79 años, el periodista Iñaki Gabilondo (San Sebastián, 1942) trajo al I Congreso de Periodismo Miguel Delibes ... , una documentada dosis de realismo y optimismo ante el futuro de la profesión. En línea con el primer conferenciante, el periodista norteamericano Emilio García-Ruiz, Gabilondo advirtió contra el gran enemigo de la labor periodística: «La posverdad ha sido detectada. Internet, el gigantesco espacio de la libertad no era eso». En sus algoritmos se juntan lo que le explicó el disruptor de los secretos de Estado, el ciberactivista Julian Assange, al que visitó en su día en su encierro en la Embajada de Ecuador en Londres. «Es el mayor espacio de libertad y a la vez el lugar que puede oprimirnos», cuenta el periodista donostiarra que le dijo. Frente a esa realidad, el veterano líder de las ondas radiofónicas apeló al papel de una profesión que debe ser una especie de «pozo de agua potable» en tiempos de manipulación y mentiras. Jugar el papel de escenario en el que «se pueda 'beber' información con seguridad». O eso o nada, frente a la creciente industria de las 'fake news'.

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Un papel que hay que asumir además en un cambiante y caótico escenario comunicativo. «Nos jugamos todo», enfatizó. En ese escenario, «la batalla por la creatividad» será la clave, pero «primero hay que aprender la nueva 'juguetería' digital, aunque siempre desde la credibilidad. O somos creídos o estamos perdidos», insistió dirigiéndose sobre todo a los jóvenes, a los muchos estudiantes de Periodismo que asisten a este congreso en el Auditorio Miguel Delibes.

En realidad, Iñaki Gabilondo tenía el encargo de hablar de la cláusula de conciencia de los profesionales. Un instrumento recogido en la Constitución española (primer país de Europa en incluirla) y que goza de todo tipo de regulaciones. Debería proteger la conciencia moral del periodista. Pero... «no se ha usado nunca». ¿Por qué?, se preguntó el veterano periodista. Para Gabilondo, cualquier proyecto de empresa periodistica es un delicado ecosistema en el que confluyen los derechos de «un editor que tiene derecho a publicar y un periodista que lo hace posible». Y en medio suele haber una empresa que impone su prevalencia frente a un sector que «pende de un hilo, con el paro y la precariedad como sus mayores enemigos para la libertad de expresión». Esas sociedades suelen imponer sus legítimos intereses como «un sacramento, que es un problema cuando no hay contrapeso». En este delicado ecosistema, agravado hoy por el abismo de incógnitas a las que se enfrenta la prensa como negocio viable, «hay que buscar puntos de equilibrio, esa es la clave de todo». Y puso un ejemplo de manual. El 'caso Watergate', una investigación periodística del Washington Post que tumbó por primera vez a un presidente de Estados Unidos (Richard Nixon), no habría sido posible «sin los periodistas que investigaron y sin unos editores que aguantaron las presiones y publicaron el escándalo».

Aunque él esté de salida, Gabilondo admitió la «desesperanza y bajada de la guardia que sufre la profesión por el poder perdido». Unido al «pánico financiero» por los cambios tecnológicos, se ha entrado en una fase de «desconcierto ante la tarea a realizar». En este sentido, advirtió contra los que buscan atajos, simplificaciones y «piruetas». No basta con hacer lo que el público quiere, también hay que defender lo que «el público tiene derecho a conocer», defendió. Por eso tiene claro que el futuro, sea el que sea, solo tiene una fórmula de garantías «dar la batalla por la credibilidad. Más que nunca».

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Y para hacerlo como un colectivo unido, Iñaki Gabilondo reclamó para el sector un mínimo de principios compartidos. Habló de la necesidad de «muscular» una herramienta jurídica, recogida por las empresas y en las condiciones laborales de los periodistas, para crear una cláusula de conciencia «de nosotros, sobre lo que somos y lo que debemos ser». ¿Y qué es lo que debe ser un periodista para jugar su papel? «Debemos ser los gestores de un derecho social. Un compromiso con la sociedad en la que gestionamos un derecho público». Los periodistas casi como 'quijotes' en defensa de la ciudadanía frente a sus 'molinos', lo que llamó «los gigantescos enemigos que tenemos delante».

«El futuro no está escrito ni hecho. Dependerá de lo que hagamos. Está en nuestras manos»

iñaki gabilondo

Después de más de medio siglo de profesión, Gabilondo admitió que vive esta fase desde «el descreimiento». Reconoció que ha perdido la fe, por lo que solo le queda apoyarse en la esperanza. Y esta la pone en manos de los más jóvenes. Dirigiéndose a ellos, mayoría en la sala, les insistió en que el periodismo «tiene un gran porvenir porque cada vez está más claro que la sociedad nos necesita». Expuso que no tiene, ni cree que nadie la tenga, ninguna clave sobre cómo serán las estructuras de ese delicado mecanismo que es una empresa periodística. Pero remarcó, una y otra vez, que «no nos debe desanimar el tiempo presente». E invitó como despedida a «apoyarnos en lo que nunca muere: los principios de nuestra profesión». «El futuro no está escrito ni hecho. Dependerá de lo que hagamos. Está en nuestras manos», se despidió Iñaki Gabilondo.

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