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La energía ni se crea ni se destruye solo se transforma. Es lo que venimos haciendo y seguiremos durante las próximas semanas, transformando o adaptando nuestro día a día cumpliendo con las recomendaciones de confinamiento para evitar la expansión del contagio por el COVID-19. ... La imaginación no tiene límite y ya han comenzado a popularizarse los encuentros virtuales para disfrutar una merienda o un café, cada uno en su casa. Así que hoy podemos celebrar el domingo tortillero desde nuestros hogares con una deliciosa tortilla de patata. El pasado 9 de marzo se celebró el día mundial de la tortilla de patata, pero claro, un clásico de nuestra gastronomía se merece más de un día especial en el calendario.
En municipios de las provincias de Ávila, León, Valladolid, Zamora y Palencia y siguiendo la tradición popular se salía a celebrar, al campo y las bodegas, el fin de semana anterior al Domingo de Ramos, el domingo tortillero. Esta es una buena oportunidad para hacerlo preparando una tortilla de patata con o sin cebolla – ahí tendrán que ponerse de acuerdo los comensales-.
Recetario para la cuarentena
Sonia Andrino
Silvia G. Rojo
Andrea Díez
Sonia Andrino
En Palencia, Ciri González por tres veces ganadora del premio a la mejor tortilla de España y que de nuevo este año se iba a presentar a la competición nacional que tuvo que ser cancelada, las prepara en sartenes centenarias, que ya utilizaba su abuela, y en una cocina de gas. «Hay que ponerle mucho esmero, cariño y contar con un buen producto», detalla.
Ciri González
En el año 2000 ganó por primera vez el concurso nacional, repitió en 2002 y la última vez en 2008 en el congreso 'Lo mejor de la gastronomía' celebrado en el Palacio Kursal de San Sebastián. Fiel a la receta familiar y avalado por el éxito de sus clientes, las tortillas de patatas del restaurante La Encina, que abrió sus puertas en la capital palentina en 1990, se han convertido en todo un referente para los amantes de este tradicional aperitivo.
«Es una tortilla jugosa elaborada utilizando productos locales como la patata de la variedad Kennebec de la Ojeda palentina, cebolla horcal de Palenzuela y aceite virgen extra procedente de la Sierra de Cazorla», explica su hija Ana Sánchez que recuerda que a su madre no se le resiste ningún tamaño, «tortillas para dos, cuatro, seis u ocho, según lo que se demande». En el caso de las que presentan en la barra, emplea Ciri hasta una docena de huevos e insiste en «la calidad y el aceite bueno».
Por cierto, que además de la eterna cuestión ¿con o sin cebolla?, otro núcleo cada vez más grande de opinadores abren debate sobre si debe estar muy hecha, poco hecha o en su punto. En el caso de La Encina está claro «con cebolla y poco cuajada», apuntan. Así que el debate está servido si te animas a celebrar el domingo tortillero y pulsar la opinión de tus familiares y amigos.
El éxito de la tortilla de patata en cualquier parte del mundo es indiscutible. Y además, admite múltiples variedades. En este caso no nos encontramos con polémicas como la que acompañó en su día a la paella con chorizo o la pizza con piña. Aquí la tortilla de patata es generosa, la encontramos con jigas, chorizo, morcilla y rellenas de jamón y queso; espinacas y queso; bacon y queso; de atún, tomate y mahonesa, de cangrejo o de pollo y queso. Son tantas las posibilidades como experimentos se te ocurran. Eso sí el éxito de la misma dependerá de la opinión de los comensales.
Proceso Una vez que hayamos cortado las patatas (600 gr, tres o cuatro dependiendo del tamaño) como nos gusten, a trocitos o en láminas, las pondremos a freir en una sartén con aceite de oliva virgen extra. Cuando haya cogido temperatura, dejamos que se vayan haciendo durante 10 o 15 minutos. En un bol batimos los huevos (media docena) y echamos una pizca de sal y cuando estén las patatas ya doradas, lo añadimos. En otra sartén podemos pochar la cebolla (una si es pequeña o media si es grande) que también sumaremos y dejaremos que la mezcla vaya cocinándose. Por último cuando veamos que los bordes ya están cuajados, bajamos el fuego y tras colocar un plato encima, podremos darle la vuelta a la tortilla, una o dos veces, dependiendo de si nos gusta más o menos hecha.
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