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El cuco, como las calas o los árboles de su jardín, le echan de menos. En ese pájaro concentra Javier Jiménez la extrañeza de todos los que conocieron y quisieron a José Jiménez Lozano.Su hijo inaugura con su poema el homenaje ... póstumo que los amigos rinden al escritor, fallecido el pasado día 9.
Manuel Borrás, editor de Pre-Textos donde el premio Cervantes publicó sus dietarios, se congratula en su mensaje de que se haya evitado «este carajal». También ha sufrido la muerte reciente de su madre y en ambos adioses siente el deber de «celebrar la eterna novedad del mundo y dar las gracias».
Jiménez Lozano, en El Norte
MARÍA EUGENIA MARCOS
Rafael Ángel García-Lozano
Fernando Herrero
Fermín herrero
María Jesús Beltrán, desde la Universidad de Berlín, reenvía el último correo de Jiménez Lozano en el que apunta el «camino político preocupante» que ha tomado España porque «aunque mis amigos y yo podemos par un año sin abordar tal tema, la gente da la sensación de estar muy politizada, y esto no es bueno».
Eva Aladro Vico, profesora de la Facultad de Periodismo de la Complutense, recuerda su primer encuentro con el autor de 'El mudejarillo' en los cursos de El Escorial hace 30 años. Entonces no le conocía pero le sorprendió su ponencia en la que consideraba que la relación del periodismo con la literatura era la misma que con la fontanería, es decir, nula. Aladro destaca la fineza de su pensamiento, su dinamismo cultural, su humildad, su sagaz conocimiento del mundo literario. A partir de 2005 gozó de su relación personal, de las parletas en el parnaso de Alcazarén. También allí intimó el poeta Fermín Herrero con un Pepe que tardó en publicar su poesía. Herrero destaca el consuelo de la escritura de un autor «impar» de obra «vertical».
Ernesto Baltar subraya la relación de José con «lo real, con la verdad como fuente de belleza». Guilmo ofrece un adiós gráfico, mientras José Luis Rodríguez Torrego publica la foto de un Jiménez Lozano «moderno», con sus gafas oscuras. El obispo de Segovia, César Franco, también dejó un poema en recuerdo del ensayista, titulado 'Paisaje interior'. María Ángeles Martín R-Ovelleiro compartió con él la fascinación por los pájaros y Alejandro Sierra, alguna comida en Olmedo. El editor de Trotta tardó en atender la petición del escritor de que le «allanara el trato» y aunque lo hizo «no tanto como para llamarle Pepe». Poemas y cartas de Guadalupe Arbona, José Mateos, de Enrique Andrés Ruiz, Ignacio Carbajosa, Raúl Asencio Navarro y José Manuel Vallejo se suceden. Especialmente significativo es el recuerdo de la profesora Concepción González, de la «casa de enseñanza» que lleva su nombre el IES José Jiménez Lozano de Parquesol, donde siempre que pudo acudió. Para añadir mensajes, esta es la dirección: contacto@jimenezlozano.com.
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