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Walt Whitman cambió de manera radical la manera en que se entiende la poesía. Abrió el concepto y lo democratizó, haciéndolo compatible con cualquier condición social. No hay que tener una educación superior ni una sensibilidad particular para ser poeta o apreciar un poema. ... Todos podemos tener acceso a ese ámbito, que él enlazó con la construcción de un país recién nacido que era además la encarnación de un mito: América, la tierra de la libertad.
Nacido en 1819 en Long Island, junto a Nueva York, hijo de cuáqueros, asistió a la escuela hasta los once años. Se dedicó, sobre todo, al periodismo. A efectos prácticos, fue durante buena parte de su vida, un fracasado, incapaz de mantener un empleo mucho tiempo, un escritor del montón. Hacia 1850 tuvo una experiencia mística que transformó su vida, quizá leyendo a Emerson, quien sin duda tuvo un efecto importante en su manera de entender la vida. Todo hombre debía ser al tiempo normal y extraordinario, un demócrata y un príncipe, un artesano y un filósofo. La primera edición de 'Hojas de hierba' se imprimió en Brooklyn en 1855, a costa del autor, sin que su nombre figurara en la portada, y apenas se vendió. Le envió un ejemplar a Emerson, que le contestó con una carta llena de elogios: «Lo veo como la pieza más extraordinaria de ingenio y sabiduría que América ha producido hasta ahora (…). ». Aunque escribió otros, fue el libro de su vida, del que aparecieron sucesivas ediciones, corregidas y ampliadas, no siempre para bien, hasta el final de su vida. Pero el concepto final del libro ya estaba en la primera. Él se define con relación al mundo desde los primeros versos, y lo hace con tanta contundencia que ya nunca cambió. Se presentaba como poeta y profeta. En la primera edición de su gran obra está ya el concepto desarrollado de lo que pretende y las sucesivas ediciones, aunque incorporan importantes poemas, no añaden nada sustancial a su sentido. Para algunos críticos esta versión, con su prólogo del autor, es la mejor. En ella ya aparece el 'Canto a mí mismo', un poema esencial en la poesía estadounidense; si solo hubiera escrito eso, ya sería uno de los grandes en la historia de la literatura occidental. Es la piedra angular de su gran libro, a partir de él fluye el resto. Lo primero que sorprende es su vinculación a las maneras y temas orientales. Hay una divinidad que inunda el mundo, y empieza por el poeta. Si el poeta es Dios, la poesía lo abarca todo: religión, ciencia, hechos, vida… La poesía es grande porque viene de la persona, de uno mismo, del alma; no hay conflicto con el cuerpo. También aparece el espíritu de las 'Canciones de inocencia' de Blake, y la alegría por un mundo nuevo que más adelante contará Nietzsche, con más rabia, en su 'Zaratustra'. «Creo en la carne y en sus apetitos / (…) Soy divino por dentro y por fuera y convierto en sagrado todo lo que toco y todo lo que me roza.» La distinción habitual entre el mal y el bien se disuelve en un estrato superior en el que todo lo que existe y es percibido está bien.«Lo que se dice que es bueno es perfecto y lo que se dice que es pecado es igual de perfecto.» Su poesía está imbricada en la construcción del concepto de América. Predica una democracia religiosa más que una democracia política. «Los Estados Unidos son esencialmente el mayor poema.»
Whitman lo lleva todo a su presente porque entiende que es el punto de inflexión, el principio de una nueva era. El pasado no tiene importancia para él (y ese es uno de sus puntos flacos, en opinión de Santayana: su falta de conciencia histórica). El presente es el pasado del futuro en una nueva era de la humanidad. En palabras del crítico Van Doren, «habla como un Adán vuelto a nacer». El héroe del poema, el «yo», no debe confundirse con el sujeto que escribe. Es una figura dramatizada e ideal, que representa al trabajador americano, no tiene características individuales. El 'Canto a mí mismo' podría ser también un 'Canto de alegría', una 'Oda a lo humano'…
Estas ideas novedosas necesitaban unas maneras adecuadas, no servían los ritmos clásicos de la poesía en inglés, el pentámetro yámbico es inútil para llevar a cabo lo que él quería. El modelo básico fue el versículo bíblico, siempre en aras de una eficacia anclada en una rara simplicidad. La construcción del poema es más psicológica que lógica, avanza a partir de repeticiones en un esquema narrativo, en una estructura más musical que geométrica. La unidad del verso es la frase, en una cadencia relacionada con el ritmo de la respiración. La poesía americana ya nunca sería igual a partir de este primer poema de 'Hojas de hierba'. Genera una tradición que pasa por William Carlos Williams, la llamada Generación Beat, con Allen Ginsberg a la cabeza, hasta llegar a Raymond Carver. Whitman sacó adelante un modo de expresión que se identificó con su país, cuando todavía se veía a sí mismo como el lugar en el que se hacía posible la utopía de la libertad.
Si hubiera que aplicarle un color a Whitman, sería el verde, el de la hierba, la planta más común, que todo el mundo pisa, el de una naturaleza divinizada, como un antecedente de lo que luego será el ecologismo, el de la esperanza, el del amor a la vida en todas sus manifestaciones.
El episodio más importante que ocurre en la vida del ciudadano Walt Whitman es la llamada Guerra de secesión (1861-1865). Cuando va a ver a su hermano herido, encuentra tal sufrimiento que necesita dar cuenta de él. Escribe en verso y prosa sobre el desastre, se queda en el frente ayudando como enfermero. Al acabar la guerra le dan un puesto oficial y empieza a ser de verdad respetado como personaje público y ya es famoso como poeta. A menudo actúa más como predicador y profeta. Pero esos aspectos parecen hoy mucho menos atractivos. Muere en 1892, después de publicar una última edición de su gran libro.
En español, tuvo gran influencia en León Felipe, que lo tradujo, y en Pablo Neruda, en menor medida interesó a Juan Ramón Jiménez, García Lorca o Borges. Hoy sigue siendo un referente, sobre todo para los jóvenes que se acercan temerosos a la poesía. Whitman sigue abriendo caminos, con su mirada a lo más elemental, con sus preguntas: «Un niño me preguntó, ¿qué es la hierba? cogiéndola a manos llenas; / ¿cómo podía contestarle? Yo no lo sé mejor que él.»
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