La negociación del convenio de Renault entra en la recta final lejos aún de un acuerdo en salario y empleo

El 15 de enero, De los Mozos anunciaba que las factorías españolas optan a la adjudicación de hasta cuatro nuevos coches y una nueva generación de motores de gasolina e híbridos, la principal reivindicación de los trabajadores a través de sus representantes. Carrocería Montaje de Valladolid simultanearía el Captur con la fabricación de un nuevo vehículo del segmento B y Motores asumiría la producción de la familia de propulsores HR12, mientras que Ingeniería captaría proyectos de hibridación y nuevas tecnologías. Palencia, por su parte, montaría la familia de versiones derivadas del Kadjar y Sevilla contaría con una nueva generación de cajas de cambio. La adjudicación efectiva de estos productos, estiman los sindicatos, garantizará la continuidad de la actividad en las factorías de Renault-España, las Ingenierías y la sede de Madrid.

«Estamos a quince minutos del final del partido y no quiero perderlo» dijo José Vicente de los Mozos, que también es director mundial de Fabricación del Grupo Renault, el 27 de enero. Ahora pueden ser algo así como cinco los minutos para el 'pitido final'. En los anteriores 85 las partes han acordado que el convenio tenga una vigencia de cuatro años (Renault planteaba dos en un principio).En ese periodo, la empresa se compromete a transformar 500 contratos eventuales e interinos en indefinidos, una cifra que el comité insiste en que se debe incrementar.

En el capítulo de empleo, se mantendrá el actual plan de invalideces y el contrato de relevo para todos los trabajadores que cumplan los requisitos legales, con el añadido de que los relevistas serán indefinidos.

Por otro lado, han regulado ciertos aspectos relativos a la bolsa de horas. Así, Renault se compromete a que aquellas personas que estén a turno fijo (mañana, tarde o noche, en factorías que tengan rotación semanal) no trabajen dos sábados o domingos consecutivos. Tampoco se podrá convocar en la misma semana trabajo y descanso por bolsa para el mismo taller o línea; y cuando se anuncie una bolsa de descanso no se podrán realizar prolongaciones de jornada.

En el apartado de movilidad, el traslado de trabajadores entre las factorías de Renault en Valladolid y Palencia será voluntario siempre que haya vacantes en la factoría de destino. Para que los empleados puedan trabajar cerca de su lugar de residencia, habrá 60 movimientos anuales –240 en total–, que podrán ser permutas entre trabajadores de los dos centros o cambios en los que un trabajador se desplazaría de una provincia a otra sin que otro tenga que tomar el camino contrario. La empresa ampliará también el transporte colectivo a los municipios aledaños a Valladolid y Palencia.

Asimismo, habrá una escuela de reciclaje para formar a los trabajadores de más edad en puestos de fuera de la cadena, se amplía el servicio de fisioterapia y se reduce la jornada y elimina el límite de horas para los enfermos graves durante la recuperación.

En otros asuntos no ha habido todavía consenso, si bien la retirada de algunos planteamientos iniciales también lleva a un esperanzador acercamiento de posiciones. En este sentido, la empresa ha renunciado a la consolidación de la antigüedad sin generación de nuevos derechos y a la contratación a través de empresas de trabajo temporal para labores de fabricación.

También ha retirado demandas como la de que los turnos especiales, entre ellos los denominados antiestrés, sean obligatorios. O la de pasar una de las pagas extras, de marzo o septiembre, a la prima variable de objetivos.

La subida salarial sigue pendiente, pero Renault igualará los sueldos entre las categorías equivalentes en el grupo técnico y el grupo obrero e introducirá un plus de 1.200 euros anuales para los trabajadores que voluntariamente se adscriban al turno fijo de tarde. La mayoría sindical, que pedía 1.500 euros, aceptó rebajarlo a cambio de que la empresa desista de establecer porcentajes máximos en los turnos fijos.