Casi la mitad de los médicos de familia de Castilla y León se jubilarán en cinco años

El informe canario, con datos a fecha de junio de 2021, establece que en Castilla y León hay 7.294 especialistas. De ellos, 4.562 son de hospitales y 2.732 de Atención Primaria. El informe de 2018 de la misma universidad ofrecía cifras de plantilla considerablemente más altas. En este tiempo se han perdido 732 facultativos entre los 437 de centros de salud y los 295 de especializada y las ratios por habitantes han empeorado hasta situar a la comunidad actualmente en 114 médicos de Familia por cien mil habitantes y 191 en las especialidades hospitalarias. Este estudio cifra la necesidad nacional de aquí al 2027 en los citados casi nueve mil médicos y aunque no los desglosa por autonomías establece que en Castilla y León el 46,9% tiene más de 60 años y el 72,8% más de 50 años. Es decir, que más de 1.900 se jubilarán en unos 15 años y la mitad en un lustro. El relevo generacional está por ver; pero los datos no son buenos y aún logrando que todos los que se forman se queden en la región no serían suficientes.

Castilla y León tiene 247 zonas básicas de salud con 2.248 municipios. La Atención Primaria se organiza actualmente en 3.666 consultorios. De todos los municipios, 722 tienen menos de 100 habitantes y 243, menos de 50, mientras que 354 registran un máximo de diez tarjetas sanitarias asignadas. Esa es la realidad de una comunidad que no resulta demasiado atractiva laboralmente a juzgar por los reiterativos resultados de ofertas, en particular, algunas zonas especialmente rurales.

El déficit va a seguir en aumento, recoge el trabajo universitario. La falta actual aumentará en toda España un 4,6% por encima de los disponibles en 2027; pero la distancia de Castilla y León en cuanto a longevidad con respecto a la media nacional es considerable. En España, mayores de 60 años lo son el 31,8% de Primaria y el 69% de Especializada y el 59% y 40%, respectivamente, tienen más de 50. La alarma es muy superior en la comunidad porque además su población está muy envejecida lo que se convierte en mayor frecuentación al médico, más patología crónica, más poliomedicamentados y mayores dificultades para acceder al centro asistencial. Y más dispersa.

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Ana Santiago

Esta situación tiene su origen en la ausencia de una política coordinada de recursos humanos y la falta de planificación de plantillas a largo plazo. Este informe maneja dos horizontes temporales: 2028 y 2035. En el segundo caso, las previsiones «no se deben considerar más que una tendencia. Hacemos más hincapié en el corto plazo, siempre que no cambien los condicionantes externos», apunta Patricia Barber, una de las autoras del informe. Muchas de las especialidades que actualmente se consideran deficitarias, como Medicina de Familia, Anestesiología y Reanimación, Psiquiatría y Radiodiagnóstico, seguirán con problemas de efectivos en 2028. A estas habría que sumar también Medicina del Trabajo y varias especialidades de laboratorio compartidas con otras titulaciones debido a las renuncias de los MIR.

La falta de médicos seguirá aumentando hasta llegar a los citados casi 9.000 en 2027. A medio plazo, la mayoría de las especialidades mencionadas seguirán teniendo problemas en 2035, excepto en el caso de Radiodiagnóstico, que pasaría a una situación de equilibrio. Otras en las que faltan actualmente efectivos, como Geriatría y Rehabilitación, también mejorarían en 2028, e incluso la segunda alcanzaría el superávit dentro de 13 años si se mantienen las variables, como un aumento de plazas MIR similar al de los últimos tres años.