El retorno de las vacaciones impulsó una táctica de desgaste en la que el malestar del PP por la política sanitaria que impulsa Cs sirve a los de Mañueco de hilván con el que coser una justificación ante una posible ruptura del pacto autonómico y un adelanto electoral si desde Génova ordenan apretar el botón.
No hay semana sin dirigente popular que pida a la consejera de Sanidad que dimita o al presidente de la Junta que la destituya, insistiendo en que Alfonso Fernández Mañueco ha dado «un golpe en la mesa» para defender las consultas presenciales en los consultorios. En cadena. Un día es el presidente del PP de Ávila, Carlos García. Otro, el de Burgos, Borja Suárez. Entre medias, el senador designado por las Cortes Javier Maroto o el vicepresidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez. O antes el presidente de la de Valladolid, Conrado Íscar. Es la tortura de 'gota china' hecha política. Esa lágrima de agua helada que cae sobre la frente o el cráneo del reo cada cinco segundos, aplicada al desgaste de Ciudadanos en la testa de Verónica Casado. Sirve para despejar dudas una breve cronología.
El 6 de septiembre, Alfonso Fernández Mañueco anuncia que los 29 procuradores populares votarán con los 35 de Luis Tudanca una iniciativa socialista que pide la retirada de la 'reforma' de la sanidad rural y el final de los «recortes» de la Junta. Sin previo aviso al vicepresidente Igea, los consejeros de Cs y los procuradores naranjas, que se dan por enterados en ese momento.
El 7 de septiembre, el PP se une a toda la oposición para reprobar la gestión sanitaria de Cs. Francisco Igea, respaldado por el portavoz en las Cortes, David Castaño, y los consejeros naranjas en el gobierno autonómico (la propia Casado, Ana Carlota Amigo y Javier Ortega), define la decisi´o de Mañueco como un «error estratégico».
El 9 de septiembre es jueves y hay Consejo de Gobierno. Igea rebaja la tensión y atribuye el voto del PP a un simple «malentendido».Dice que Mañuego ha dado un abrazo a la consejera y que el Gobierno de coalición ha culminado la reunión con un aplauso.
El 11 de septiembre, Borja Suárez, presidente del PP burgalés, pide la cabeza de José María Romo, gerente del Hospital de Burgos, acusa a la consejera de «desmantelar» servicios en el centro hospitalario y avisa de que los consultorios rurales son «una línea roja». En el acto están el consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, y el portavoz de Sanidad del PP en las Cortes, Alejandro Vázquez, quien remarca: «Hemos sido pacientes, con un trabajo callado para tratar de revertir esa situación, pero al no lograrse un cambio hemos salido a dar nuestra opinión en público». Igea pide al PP «un mínimo de lealtad» y respalda a Romo.
Presidente del PP de Burgos
Borja Suárez
«No nos vamos a callar», afirma, tras calificar de «desatinos» la gestión de Verónica Casado con el Hospital de Burgos y pedir que cese al gerente.
Portavoz de Sanidad del PP en las Cortes
Alejandro Vázquez
«El PP lleva 30 años apostando por un modelo de sanidad que se nos olvida que está ahí. Si alguien no lo comparte, no tenemos problema en votar», asegura tras apoyar el PP una iniciativa del PSOE sobre consultorios rurales
Presidente de la Diputación y del PP de Valladolid
Conrado Íscar
«La consejera llega tarde. La sanidad de Castilla y León no pueden ser ocurrencias unilaterales», defiende tras resaltar que Mañueco ha frenado a Casado y por eso los consultorios rurales «están abiertos»
El 14 de septiembre, la consejera se reúne con los presidentes de las diputaciones. El más belicoso a la salida del encuentro es Conrado Íscar, también presidente del PP de Valladolid Atribuye a «la firmeza del PP» que los consultorios hayan «vuelto a abrir» y tilda la reorganización que promueve el equipo de Verónica Casado de «ocurrencias unilaterales». En Burgos, Fernández Mañueco defiende que los populares recogen allí «una corriente de opinión» cuando piden la destitución del gerente del hospital.
El 17 de septiembre, hay Junta de Portavoces en las Cortes. Los periodistas preguntan a Raúl de la Hoz si la votación del día 7 con el PSOE fue un malentendido, como dijo el vicepresidente de la Junta. De la Hoz lo desmiente. «En absoluto hubo ningún malentendido en el pleno pasado. Todos entendieron muy bien la postura del PP y algunos, especialmente«, responde de la Hoz.
El 10 de octubre, vuelve a la carga el PP de Burgos. Borja Suárez insiste en que la consejera debe cesar al director del hospital. «No pretendemos desestabilizar», apunta el dirigente popular. En privado, cargos del PP critican el 'empeño' de Casado e Igea en mantener a Romo en el puesto. Entre los argumentos que dan para removerlo está «su afinidad al PSOE».
Portavoz del PP en las Cortes
Raúl de la Hoz
«En absoluto hubo un malentendido (el votar con el PSOE). Todos entendieron muy bien la postura del PP y algunos especialmente», replica De la Hoz, tras la votación de PP con el PSOE en las Cortes
Presidente de la Diputación y del PP de Ávila
Carlos García
Pide el cese de Casado por el relevo de la gerente de Asistencia Sanitaria de Ávila. Dice que el sustituto lo ha nombrado Por Ávila. Tilda la reestructuración sanitaria rural de «destrucción, que solo pretende el recorte»
El 17 de octubre, Javier Maroto, portavoz del PP en el Senado que se sienta en uno de los escaños que designan las Cortes de Castilla y León, dice en una entrevista en un canal de televisión zamorano que la gestión sanitaria en la comunidad es «insostenible» y añade que menos mal que Mañueco «ha dado un golpe en la mesa».
El 18 de octubre, Alfonso Fernández Mañueco participa en un acto en Salamanca. ¿Desmiente a Javier Maroto? No. El presidente de la Junta dice que el político vitoriano es un «buen amigo», que mantienen «conversaciones fluidas» y que «recoge el sentir de la calle» cuando le atribuye ese 'golpe en la mesa'.
El 19 de octubre, Carlos García, presidente de la Diputación y del PP de Ávila, pide la dimisión de Verónica Casado. Esta vez por relevar a la gerente de Asistencia Sanitaria de la provincia. Dice que el sustituto lo ha puesto Por Ávila. A ello suma las quejas por la falta de médicos en los pueblos. David Castaño, portavoz de Cs en la Cortes, ve «chocante» que el PP pida la dimisión de una consejera del Gobierno que preside Mañueco y recuerda a los populares, ante la situación de la sanidad, que es el fruto de 30 años de gobierno popular en la Junta, no de los dos que lleva Casado gestionando la consejería. Igea tira de ironía por la tarde, en el pleno de las Cortes, y se encomienda a Santa Teresa de Ávila para armarse de «paciencia».
Portavoz del PP en el Senado
Javier Maroto
El senador que ocupa uno de los tres escaños de Castilla y León tacha de «insostenible» la gestión sanitaria de la Junta y dice que ha frenado los planes de reordenación de recursos en el medio rural el «golpe en la mesa» de Mañueco
Presidente de la Junta y del PP de Castilla y León
Alfonso Fernández Mañueco
El presidente de la Junta y del PP afirma que Javier Maroto «recoge el sentir de la calle» al decir que él «ha dado un golpe en la mesa» por la sanidad.. También respalda a Borja Suárez al asegurar que los populares burgaleses recogen «una corriente de opinión» en sus críticas a la gestión que Sanidad hace del hospital.
Doble juego
«El doble juego es evidente», reconoce un dirigente de Cs en referencia a los populares. La acometida contra Verónica Casado sirve para «construir el relato» si se montan las urnas y para socavar la imagen de la responsable de la Junta mejor valorada tras la pandemia. Por delante del presidente Mañueco y del vicepresidente Igea. En el sondeo autonómico de GAD3 para El Norte de Castilla de finales de mayo Verónica Casado obtenía un 6,1 de valoración, frente al 5,4 del presidente Mañueco, el 5,1 del vicepresidente Igea o el 4,4 de Luis Tudanca, jefe de la oposición. «Aquella encuesta decía lo que decía. Ven a la consejera peligrosa desde el punto de vista electoral», apunta un cargo de Cs. «Machacan» a Casado, insiste, para crear la «ficción» de que todos los males de la sanidad de Castilla y León son responsabilidad suya y del partido con el que llegó a la política en 2019. Y en paralelo, el PP alimenta el rumor sobre el peligro de transfuguismo. Lo ha hecho Fernández Mañueco en los dos últimos plenos. «Se puede ficcionar, pero no es justo cuando ya votamos en marzo en una moción de censura, ¿por qué insistir en cada pleno con los tránsfugas?», apuntan desde la bancada naranja.
Más tajante fue Igea, el jueves, al abordar el riesgo de esa posible segunda moción de censura. «Me molesta bastante. Es insultante que de manera reiterada se dude de la honestidad de unos hombres y unas mujeres que ya han pasado esa prueba». Respondía, en teoría, a una pregunta sobre el PSOE.
Un ánimo resistente endurecido en la brega con la pandemia
«No tengo ni tiempo para que nada me duela. Dirigir la sanidad de Castilla y León es algo precioso, pero es extraordinariamente complejo». Así respondía Verónica Casado esta semana a la petición de dimisión del presidente del PP de Ávila. Ante los reproches de Javier Maroto dijo no sentirse desautorizada. Casado supo desde que tomó posesión lo que era ser el centro de las críticas de la oposición. El PSOE ha sido extraordinariamente duro con ella, que había asesorado a ministras socialistas sobre Atención Primaria. Pero experimenta desde septiembre las críticas que pone en circulación el PP. Colaboradores directos de la consejera reconocen que Verónica Casado las recibe con entereza, cosa que no quiere decir que no le afecten. «Es una persona de gran resistencia. ¿Su ánimo? Depende del día y la hora, pero tiene claro que su objetivo es dejar una sanidad con unas bases fuertes», remarcan.