Igea: «Es una puñetera vergüenza como se hace la política sanitaria, aquí y en toda España»

El presidente de la Junta había apuntado minutos antes, contestando a una pregunta del socialista Luis Tudanca, que los consultorios «están y estarán abiertos, a pleno rendimiento, cuando pase lo peor de la pandemia».

Un argumento en tres partes. Al 'están y estarán abiertos', el dirigente de PP añadió dos matices que condicionan esa máxima: ese 'a pleno rendimiento' y el 'cuando pase lo peor de la pandemia'. Lo repitió dos veces en su respuesta al socialista Luis Tudanca, que le acusó en el hemiciclo de «hacer trampas». Porque los consultorios los ponen los ayuntamientos, «pero usted tiene que poner los médicos, que es lo que ha quitado», recriminó el portavoz del PSOE. «La inmensa mayoría de ellos están cerrados, no se entera», añadió Tudanca. Puso un ejemplo. Monumenta, localidad zamorana donde hacía ayer 545 días que no ven al médico ni a la enfermera. El socialista citó luego Sepúlveda, Aliste, Sayago, Béjar...

El presidente de la Junta defendió que su Gobierno garantizará en los próximos meses que todos los ciudadanos «tengan su médico de cabecera asignado y su personal de enfermería en todo el territorio» y volvió a solicitar al líder socialista que se siente a negociar con la Junta «para trazar la mejor sanidad para las personas de Castilla y León». Luis Tudanca se reunirá este martes con él tras el pleno, pero puso sus condiciones. Que se reabran «de inmediato» los consultorios y que se retire el proyecto de reforma de la Atención Primaria.

Fue ahí cuando Alfonso Fernández Mañueco avanzó que los 29 procuradores del PP votarán hoy a favor de la iniciativa socialista que insta a garantizar esa consulta cara a cara en todos los consultorios y centros de salud. Y luego, emplazó al socialista, «le espero en mi despacho. Tiene la oportunidad de elegir entre apostar por la atención sanitaria o por la tensión sanitaria».

Ese avisó de que el PP apoyará la iniciativa del PSOE se leyó desde la bancada socialista como la plasmación de que la parte popular marca distancia de la gestión sanitaria, que lidera Cs. El vicepresidente Igea apuntó luego que su grupo parlamentario va a presentar una enmienda a esa propuesta que defiende la asignación de médicos a ciudadanos no a consultorios. El portavoz de la Junta retó a los socialistas a que con 1.300 médicos de Atención primaria expliquen cómo van a cubrir todos los consultorios. Les recomendó que se «compren un ábaco, una calculadora o un poco de decencia» para lograrlo. Ese desafío que planteó el de Cs, tal y como discurrió el pleno, podría haberlo hecho extensivo al PP.

No fue la única referencia a la sanidad que hizo el vicepresidente. Francisco Igea respondió a la procuradora Laura Domínguez, de Podemos, cuando esta preguntó sobre la gestión de los profesionales sanitarios en los dos años de la coalición de PP y Cs. «Sí se cierran consultorios y sí se están eliminando plazas de médicos, dejen de mentir», remarcó Laura Domínguez, que acusó a la Junta de «sobreexplotar» a los equipos de vacunación con contratos «precarios». Domínguez afeó a Igea que no respondiera la consejera Verónica Casado y acusó a los actuales directivos sanitarios de hacer buena la gestión del anterior consejero, Antonio Sáez Aguado.

Fue en ese momento cuando el vicepresidente lamentó cómo se manosea políticamente la atención sanitaria, con los problemas de personal y de consultorios que sufren «todas las comunidades» y que denuncian PP y PSOE (citó a los dos partidos expresamente), según sean oposición o gobierno en cada territorio. «Es una puñetera vergüenza nacional cómo se hace la política sanitaria. Aquí, fuera de aquí y en toda España», recriminó enfadado Francisco Igea, que defendió que la consejería de dirige Verónica Casado ha sacado más plazas fijas y más traslados «que nunca».

El debate sobre la sanidad continuará hoy y permitirá conocer si ese distanciamiento entre PP y Cs es cosa seria y condiciona el futuro de la coalición o no lo es, en un pleno en el que todos los procuradores volvieron a ocupar sus escaños en el hemiciclo, tras meses repartidos por la tribuna de invitados para prevenir la covid-19.