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La crisis del micro abierto y la renuncia no registrada de Ana Sánchez y Diego Moreno como miembros de la Mesa de las ... Cortes tiene un doble efecto. Por un lado, en lo que respecta al PSOE autonómico, que no podrá reorganizar el grupo parlamentario como pensaba. Por el otro, en la propia actividad legislativa de las Cortes, en la que los intereses alineados de PSOE y Vox han creado una situación incómoda para el PP, sin mayoría parlamentaria ni en la Mesa.
En la Mesa de las Cortes, Ana Sánchez y Diego Moreno continuarán como vicepresidenta segunda y secretario primero hasta el final de la legislatura. Dos tudanquistas leales que llegaron a enfrentarse al aparato cuando Ferraz decidió relevar a Luis Tudanca. Ana Sánchez compuso un calendario congresual que el partido anuló y amagó con forzar las primarias. Diego Moreno se enfrentó en el proceso provincial en León a Javier Alfonso Cendón, que fue reelegido secretario provincial.
De sus cargos como miembros de la Mesa dependen además, directamente, cuatro empleos. Puestos que mantienen su contrato en vigor como personal de confianza del cargo. Así, Ana Sánchez cuenta con dos asesores, Marina García y Leopoldo San Juan, y una adjunta a los asesores, Pilar Díaz. Y Diego Moreno tiene a su cargo una asesora, Inmaculada García. Ellos cuatro también estaban pendientes de lo que ocurriera con el relevo en la Mesa de las Cortes. Y todos ellos son trabajadores veteranos de a pie, siempre vinculados al grupo parlamentario, antes de la llegada de Luis Tudanca al liderato.
Ana Sánchez y Diego Moreno anunciaron públicamente su renuncia al cargo a petición de la nueva Ejecutiva autonómica. Un procedimiento que se ha dado en otras ocasiones. Sin ir más lejos, la propia Ana Sánchez ocupó el puesto en la Mesa de Julián Simón, hasta entonces vicepresidente segundo. Este renunció, el PSOE propuso a Ana Sánchez como candidata y el PP no puso ningún nombre sobre la mesa. La socialista fue elegida entonces, año 2014, por 29 votos a favor -todos los de su grupo- y 50 en blanco. Claro que entonces solo estaban en el hemiciclo el PP con mayoría absoluta (53-29), el PSOE, un procurador de IU y otro de UPL. Ahora, al no poder completarse el relevo por la posibilidad de que el PP presente a sus propios candidatos, ambos deberán mantener una relación peculiar con la nueva dirección. Por un lado, manifiestan su lealtad a las siglas. Por otro, las relaciones personales con la nueva hornada al frente del grupo, con Nuria Rubio y Patricia Gómez como rostros principales, están totalmente rotas.
Ambos puestos en la Mesa tienen dedicación exclusiva. Esto es, un sueldo de 78.271 euros anuales más las dietas (1.800 euros mensuales). En las Cortes de Castilla y León no hay sueldo político para todos los procuradores. Solo 24 de los 81 cobran un sueldo, el resto se llevan dietas. Nuria Rubio, la nueva número 2 del PSOE de Carlos Martínez, cobraba una dedicación exclusiva como portavoz adjunta hasta que Luis Tudanca decidió relevarla por entender que cooperaba con las maniobras de Ferraz para relevarle. A día de hoy, tan solo cobraba las dietas por asistencia a plenos y comisiones y había regresado a su puesto de trabajo. Era ella una de las dos personas que tenían que suplir en la Mesa a Sánchez y Moreno. Y de ese modo pasaría a cobrar de nuevo la dedicación exclusiva.
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Carlos Martínez disponía así de siete puestos para configurar su nuevo equipo. Los dos de la Mesa, el portavoz -que seguirá siendo Luis Tudanca de momento- y cuatro adjuntos. Todos con sueldo de 78.271 euros anuales, aunque la indemnización por gastos de los adjuntos es algo inferior, 1.440 euros al mes. Ahora solo dispone, de momento, de cuatro puestos remunerados. Que serán cinco cuando Luis Tudanca salga hacia el Senado, lo que puede producirse en cualquier momento.
Tampoco está claro si la renovación afectará a los trabajadores contratados por el grupo parlamentario, algunos de ellos con cargo político en el pasado. Carlos Martínez ha participado en actos de partido rodeado de algunos de sus leales en Soria. Desde el actual secretario de Organización soriano, que pasa a ser el adjunto al secretario de Organización autonómico, Javier Muñoz, hasta sus responsables de gabinete y comunicación, Gustavo Encabo y Sandra Boutefeu.
En el orden legislativo, la cuestión del relevo abortado tiene mucha importancia. De hecho, lo que está en tramitación es precisamente lo que ha provocado que el PP ni siquiera se plantee mantener el 'fair play' y permitir el relevo en la Mesa. Vox tiene dos puestos, el de presidente de las Cortes y el de secretaria tercera, Carlos Pollán y Fátima Pinacho. El PSOE tiene otros dos. Y el PP, dos más, Francisco Vázquez y Rosa Esteban. Tener la mayoría en la Mesa permite jugar con los tiempos a la hora de tramitar iniciativas legislativas. Y hay dos que incomodan sobremanera a los populares. Una es la regulación de las incompatibilidades. Y la otra, la enmienda a la ley de publicidad institucional con la que Vox quiere provocar un cambio en el modelo de la televisión autonómica, privada pero subvencionada con 22 millones de euros anuales.
Este caso es el que mejor ejemplifica lo que pasa en la Mesa. El 10 de abril está convocada la Comisión para la calificación de las enmiendas, en la que se presentará un informe oral del letrado. «Tanto si son admitidas las enmiendas como si no lo son, hay un plazo de tres días para pedir amparo a la Mesa de las Cortes. Y en la Mesa se vota si se incluyen o se rechazan las enmiendas», explican fuentes parlamentarias. Es decir. El informe del letrado podría calificar negativamente la enmienda televisiva. Pero sería en la Mesa donde se decidiría, en segunda instancia, si entra o no. Con Vox y PSOE de acuerdo, la votación sería 4-2 contra los intereses del PP.
A partir de ese momento el presidente de la Comisión, en este caso la de Presidencia, convoca la ponencia. Raúl Hernández (PP) es quien convoca. Aquí los grupos tienen dos posibilidades de presionar. A través del presidente de las Cortes, que puede advertir para que se nombren los ponentes con cierta premura -porque dilatar el nombramiento es una práctica de ralentización-. O, como ha avanzado ya Francisco Igea, oponiéndose para forzar que el asunto pase directamente a la Comisión. Allí se plantean las enmiendas. Las que salgan adelante por mayoría van a dictamen. Es decir, que en este procedimiento, quien tiene la mayoría en la Mesa de las Cortes tiene la capacidad de controlar el cuándo, lo que resulta vital cuando apenas queda un año para colocar las urnas.
El relevo de Luis Tudanca como portavoz también puede acabar por acelerarse. En este caso la salida será el puesto de senador autonómico que ocupa Fran Díez. No habrá problema en este procedimiento. La renuncia del senador actual se suple con una propuesta del mismo partido que lo nombró. No hay candidato alternativo. Y basta un solo voto para que su sucesor sea designado. Lo que sí ha ocurrido otras veces es que el nombramiento puede recibir menos apoyo del que sería lógico. El hoy ministro Óscar López no recibió el 100% de los votos de su grupo parlamentario cuando tomó la misma senda que le espera ahora a Luis Tudanca.
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