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En las Cortes de Castilla y León, Ciudadanos pasó de partido de Gobierno y 12 procuradores a partido de oposición y 1 procurador encajado ... en el GrupoMixto. Un batacazo previsto en las encuestas que fue, paradójicamente, menor que el que sufrió el partido en Andalucía o en Madrid (cero escaños). Esta semana, tras meses de discusiones y trabajo interno, tocaba elegir quién liderará el partido tras su 'refundación'. Adrián Vázquez y Patricia Guasp son los elegidos.
Pero también se escogía qué apellidos tendrá el partido, lo que no es un debate menor. De esta asamblea debía salir como «partido liberal» o como«partido liberal y progresista». Lo que se traduce, a efectos de posibles pactos, como «socio preferente del PP» o como «posible socio de un lado o del otro del arco parlamentario». Y se aprobó, por 144 votos a favor, 44 en contra y 7 abstenciones, «liberal y progresista», seguido de «heredero de la tradición constitucional nacida con la Ilustración, la Constitución estadounidense y las revoluciones liberales».
Y tras eso llega la segunda parte. Las consecuencias de todo eso en cada territorio. Y en Castilla y León no son menores. Ciudadanos fue uno de los partidos triunfadores en las elecciones municipales y autonómicas de 2019 en la comunidad. Lo del trompazo a medio camino afectó al ámbito regional, pero en lo municipal los naranjas defienden cuotas de poder muy relevantes.
Para empezar, dirigen la Alcaldía de Palencia con Mario Simón, que pasa a ser hombre fuerte en la dirección nacional del partido como coordinador de alcaldes. Es lógico pensar que, desde su nueva posición, volverá a presentarse para el puesto en la capital palentina. Quien está pendiente de pronunciarse es Vicente Marañón, teniente de alcalde en Burgos tras su pacto con el PSOE en 2019. Los socialistas volverán a apostar por Daniel de la Rosa, regidor actual, y los populares se han decidido por Cristina Ayala. Marañón, «animal político», como lo definían sus propios compañeros de partido, parece dispuesto a proseguir, aunque en su último encuentro con Francisco Igea, en septiembre, no desveló en qué condiciones.«En Ciudadanos no es el momento de hablar de candidatos. Ya llegará según se acerquen las elecciones», dijo entonces.
En Zamora, Francisco Requejo ha ejercido como presidente de la Diputación Provincial en minoría y ya ha avanzado que no será candidato por Ciudadanos. Hay quien le ve en un proyecto propio o ligado a alguna plataforma. El PP ha intentado atraer a Requejo a su lado, después de que este haya logrado, a base de trabajo y desplazamientos por la provincia, convertirse en una marca propia con cierto predicamento.
En Salamanca, feudo en el que Ciudadanos emergió con fuerza, cuentan con Ana Suárez y Fernando Castaño, teniente de alcalde y concejal de Turismo y Relaciones con las Universidades, respectivamente, y Juan José Sánchez, edil delegado de Promoción Económica. Puestos que son fruto de un acuerdo con el PP.
En Valladolid, los tres concejales que sumaron en 2019 están pendientes de los procesos de refundación y posteriormente de primarias: Martín Fernández, Gemma Gómez y Pablo Vicente. Mientras el resto de formaciones empiezan a definir sus cabezas de cartel, a los naranjas aún les falta por saber quién se ocupará de ese número 1 al que las encuestas le auguran un porvenir complicado.
Ciudadanos obtuvo 744 concejales en Castilla y León en 2019, por los 479 de 2015. Le valieron para presidir una Diputación, la de Zamora, vicepresidir las de Burgos y Valladolid, gobernar Palencia y cogobernar Burgos. El éxito de la refundación del partido, después de las caídas autonómicas, pasa por encontrar el modo de retener poder municipal para evitar la disolución de la marca.
Para cuando Ciudadanos quiera definir sus candidatos a las elecciones municipales, puede encontrarse con que apenas queden tres meses y medio, poco más o menos, para la cita con las urnas. Y antes de que eso suceda, además, habrá que comprobar de qué modo afecta la nueva situación del partido a los cargos que aún tiene.
El partido ha establecido que todas las comunidades autónomas celebren primarias en febrero para elegir, en primer lugar, a los nuevos coordinadores autonómicos.En Castilla y León ese papel recae en la leonesa Gema Villarroel, arrimadista y miembro de la Ejecutiva de Ciudadanos. «Nuevos tiempos para ofrecer la única alternativa de centro liberal a muchos votantes que están deseando reconectarse con nosotros.Un partido honesto, profesional y reformista renace hoy», escribía en su perfil de Twitter tras conocerse el triunfo de la candidatura de AdriánVázquez y Patricia Guasp.
Luego llegará el momento de definir quién es la cabeza de lista para las Generales, un puesto al que ya es seguro que optará Patricia Guasp, como ella misma anunció. Previamente, eso sí, tendrá que intentar sacar escaño en Baleares, en cuyo parlamento autonómico es portavoz de Ciudadanos.
En el nuevo Comité Ejecutivo, con treinta miembros, hay poca presencia de Castilla y León. Mario Simón, alcalde de Palencia, es el único representante, mientras que se quedan fuera Francisco Igea, único procurador en las Cortes, Luis Fuentes, ex presidente del parlamento autonómico, o Gema Villarroel, coordinadora regional.
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