Borrar
Un grupo de socios de la Asociación Española de Puzzles. José C. Castillo
Los vallisoletanos que construyen pieza a pieza su pasión por los puzles

La red social

Los vallisoletanos que construyen pieza a pieza su pasión por los puzles

La asociación Aepuzz tiene en Valladolid la sede social de una afición que reconstruye con destreza imágenes repartidas en miles de trozos

Domingo, 28 de abril 2024, 00:27

«En casa, comemos siempre en la cocina», dice Sonia Soto. Y esta afirmación, que en cualquier otro reportaje podría resultar trivial, innecesaria incluso, aquí se convierte en relevante. Porque eso supone que la mesa del salón puede ser ocupada, de forma casi permanente, por un puzle a medio hacer.

«Lo tenemos ahí puesto y vas picoteando. Pasas y pones tres piezas. Vuelves a pasar y colocas tres más. Hacer un puzle relaja. Mucho. Me encanta ponerme una película y...». Y cuando termina el filme, Sonia descubre que ha ensamblado, por ejemplo, cien piezas más pero apenas recuerda qué pasó antes del 'The end'.

Sonia es una de los 670 integrantes que la Asociación Española de Puzzles tiene en todo el país. Muchos viven en Pucela. El colectivo tiene aquí su sede social. Y aquí celebra (lo hará en septiembre, en la Cúpula del Milenio) su concurso mundial, una competición en la que aficionados de 70 países compiten por ver quién es el más rápido, el más diestro en completar un puzle. Los más entrenados ponen la última pieza de uno de 500 en media hora. Una velocidad de vértigo donde tan relevante como la mano es la cabeza.

Asociación Española de Puzzles

La Asociación Española de Puzzles (Aepuzz), con sede social en Valladolid, reúne a más de 670 socios repartidos por toda España. El germen del colectivo está en el año 2014, cuando un grupo de vallisoletanos se reunió para ensamblar un puzle de 33.000 piezas. A partir de ahí, el colectivo tomó forma y ahora organiza y coordina decenas de torneos y competiciones. Su objetivo es «promover la afición a los puzles y rompecabezas, como actividad o deporte que puede desarrollar la capacidad mental». El 14 de junio celebrarán el campeonato nacional enAlcalá de Henares. Valladolid albergará de nuevo el torneo mundial, del 17 al 22 de septiembre de 2024.

«La psicomotricidad fina es importante. Si eres un manazas, no lo vas a conseguir en poco tiempo. Pero más importante aún es ver las piezas, tener una metodología, un orden», explica Hugo Ureta, un apasionado de este tipo de rompecabezas que, ahora que se ha jubilado, le ocupan más tiempo en su día a día. Hasta nueve meses ha estado entretenido con uno de 9.000. «Tengo una mesa enorme, sí. Y lo de tantas piezas, de entrada, asusta. Pero hay que tener en cuenta de que las marcas, a partir de 5.000 o 6.000, suelen poner las piezas en varias bolsas, que se pueden completar de forma independiente y luego unir. Los más profesionales vuelcan y mezclan las bolsas». Y todas juntas, en efecto, pueden ser una auténtica locura. En Valladolid, en el año 2014, completaron un puzle de 33.000. «En aquel momento era el más grande del mundo», cuenta Alfonso Álvarez-Ossorio, presidente de la Federación Mundial de Puzzles. Ahora, ya se fabrican de 60.000.

Muchas menos tenían los puzles que hace años compartía PabloRubio con sus cuatro hermanos. «Cuando era pequeño (nací en 1966), no había tantos juegos y el puzle era un recurso muy socorrido. Casi todos los niños de mi generación nos hemos criado con ellos. Luego, poco a poco, pierdes la afición. Nunca he dejado de hacerlos, pero tampoco era algo que estuviera en mi vida cotidiana». Hasta que, en 2018, descubrió que existen concursos de puzles, que hay personas (de diferentes ciudades y países) que se reúnen para participar en una competición.

Desde entonces, Pablo se ha convertido en el vallisoletano que más kilómetros hace para asistir a torneos de este tipo. El año pasado, 42.000 kilómetros que le llevaron por Francia, por Bélgica, por Portugal... y por innumerables ciudades de España.En muchas ocasiones no va solo, sino que le acompañan sus compañeros de equipo, Rafa, Carmen y Diana. 'Cuatro piezas', se llaman. Participan en la categoría de grupos, de forma individual o por parejas (que es la modalidad más habitual en este tipo de concursos).

Carmen Álvarez y Sonia Sanz son otra de esas parejas participantes en los torneos. «Los puzles siempre me han gustado. En mi casa, de adolescente, tenía en mi cuarto uno de una cola de ballena. Pero en 2019, a raíz del mundial, empecé a escuchar que había competiciones, que existía esta asociación. Y me encantó». Ahora se reúne todos los miércoles con Sonia para hacer un puzle. Son dos amigas que una vez a la semana quedan para charlar de sus cosas y tomar un café con un montón de piezas desperdigadas por encima de una mesa.

«El problema es que nos liamos tanto con el puzle que al final casi no hablamos», reconocen. Tienen un método de trabajo que comparten, por si alguno le sirve. Sonia se dedica a los bordes («que es lo primero que suele hacer todo el mundo») y Carmen, que tiene «mejor vista con los colores», empieza a separarlas por tonalidades. «Damos la vuelta a todas, las colocamos por grupos, nos lo repartimos por zonas. Pensamos que es la mejor forma de trabajar, pero luego vas a los torneos, te fijas en los que ganas y allí no separa nadie».

«Hacer un puzle en casa y luego en un torneo no tiene nada que ver. En la competición hay un plus de adrenalina, de competitividad, de ilusión, de compañerismo...», apunta Pablo. Y Sonia Soto comparte la opinión. «Pero lo mejor de esas citas es el ambiente, sobre todo si sabes que no eres de las que aspiras a ganar». «Los torneos de puzles son como una carrera popular. Hay atletas que se acercan con la intención de competir, de superar sus marcas, de ser los primeros y los mejores. Pero luego hay mucha gente que se pone las zapatillas para disfrutar y pasar un buen rato. Pues aquí pasa lo mismo», asegura Álvarez-Ossorio.

Carlos Sánchez tiene las paredes de su casa de Vadillos llenas de puzles ya terminados y enmarcados por él mismo. Sus preferidos son los de la marca Victoria Francés, una casa especializada en imágenes de fantasía, de terror, con un puntillo siniestro y provocador. No es el fabricante más conocido. «Casi todos nos hemos criado con Educa», cuenta Carmen Álvarez, quien recuerda que la otra gran casa fabricante de puzles es Ravensburger. Y los especialistas tienen su preferida. Las piezas de Educa son uniformes, con un diseño repetitivo que apenas cambia en si es más ancha o estrecha. «Ahora han empezado a hacerlas con barriga», explican. En Ravensburger hay más variedad en la distribución de brazos y agujeros de las piezas. «Y yo creo que encajan mejor», dice Carmen.

Para quienes se están adentrando en este mundillo, ellos, que llevan tantos a sus espaldas, alertan de los puzles trampa: esos que parecen tan bonitos en la ilustración de la caja y luego son tan complicados de hacer. Por ejemplo, los de animales con pelo (en los que hay demasiadas zonas idénticas). Olos de escenas acuáticas (con tantas piezas de indistinguible azul). Uno de estos rompecabezas de mares se le ha atragantado a Jon Martínez. «Tengo uno empezado que desde 2021 está debajo del sofá. Son tres mil piezas. Me falta el cielo y, sinceramente, no me apetece mucho ponerme con él». Jon llegó a Valladolid desde Bilbao y su pareja, Blanca, le inculcó esta afición que ahora afronta, dice, desde un punto de vista quizá más analítico que sus compañeros. «Hay quienes hacen los puzles desde un lado más intuitivo, con prueba y error de piezas. Yo soy más de fijarme en la caja y, a partir de ahí, avanzar.

Y otro consejo: la luz.«Mejor si es natural e indirecta, para evitar los reflejos, porque te cambian el color de la pieza y eso te puede engañar», concluye Álvarez-Ossorio.

La próxima semana: Physics League

La red social se acercará la próxima semana a Physics League, una asociación de estudiantes y profesores que promueve, a través de máquinas de fabricación propia, la divulgación divertida de los principios científicos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Los vallisoletanos que construyen pieza a pieza su pasión por los puzles